Care Santos nació en 1970 en Mataró (Barcelona), donde reside. Empezó a escribir con 8 años y siempre tuvo claro que no quería hacer otra cosa. A los 14 ganó su primer concurso literario y a los 25 publicó su primer libro de relatos. Ha publicado 6 novelas, 6 libros de cuentos, 2 libros de poesía y un gran número de novelas para jóvenes y niños. En literatura juvenil es una de las autoras más leídas y ha sido traducida al alemán, francés, italiano, portugués, lituano y coreano. Fue fundadora y presidenta durante ocho años de la Asociación Española de Jóvenes Escritores.
En la actualidad, imparte talleres literarios, ejerce como crítica literaria en el periódico El Mundo y dedica todo el tiempo que le queda a cuidar de sus tres hijos que, en palabras de la propia autora, son sus mejores obras. Su última novela, Habitaciones cerradas, salió a la venta el pasado 8 de marzo.
-¿Cómo y cuándo supiste que querías ser escritora? -Siempre. No me recuerdo deseando ser otra cosa. A los 10 años escribí mi primera novela.
-¿Por qué te hiciste escritora? -Lo he pensado muchas veces y no lo tengo muy claro. Durante años creí que empecé a escribir porque no podía soportar que la vida se me escapara y necesitaba retenerla como fuera. O puede que escriba para retener lo que adoro de la vida. O para exorcizar mis demonios. O para inventar una existencia menos aburrida. O para tratar de entender algo. Escribir siempre supone responder interrogantes que no sabes que tenías.
-¿Dónde buscas y encuentras la inspiración? -En cualquier cosa. Incluso el vuelo de una mosca es inspirador. La inspiración nace dentro, nunca fuera.
-¿Eres maniática a la hora de escribir: lo haces siempre a la misma hora, el mismo sitio, sigues algún tipo de ritual o por el contrario te dejas llevar por la inspiración, estés donde estés?-Tengo muchos rituales, cada vez más… Escribo con música de Bach, con una vela prendida sobre la mesa de trabajo, actualmente por la mañana –aunque prefiero la noche-, me aíslo en un monasterio para empezar y terminar mis novelas, nunca leo novela mientras escribo una (pero sí ensayo u otros géneros)…
-¿Cómo definirías Habitaciones cerradas? -Como la novela que más me ha costado escribir. Mientras trabajaba en ella, pensé a menudo que me había metido en un proyecto que me venía grande. La di por perdida dos veces, y la empecé de nuevo las dos. Ahora que la veo publicada es un sueño hecho realidad.
-¿Hay algo de autobiográfico en esta novela?-En todas mis novelas hay mucho de autobiográfico, pero escondido bajo esa máscara amable y engañosa de la ficción, bajo la que me siento muy cobijada. Sólo quienes me conocen realmente bien (muy pocos) saben encontrar los pedazos de mí misma que hay siempre en todo lo que escribo.
-¿Qué es lo mejor y lo peor que has oído de Habitaciones cerradas?-Que se lee en un fin de semana. Considerando que son casi 500 páginas, es un gran piropo.
-¿Cómo se te ocurrió una historia tan histórica pero al mismo tiempo actual, que parece a la vez de ficción y real, auténtica? -Me interesa el pasado no en sí mismo, sino visto desde el presente. Y también me preocupa mucho la verosimilitud. La ficción debe de ser creíble. Y cierto pasado no lo es sin ciertos personajes reales. Por eso están ahí. Aunque, eso sí, dejando claro cuáles son reales y cuáles no.
-¿Cuál es tu personaje o personajes favoritos? -Yo siento predilección por la pareja Rodolfo-Maria del Roser, creo que son los más modernos de la familia Lax, aunque sean también los mayores. Me identifico con su modo desenfadado de ver el mundo.
-¿Qué le dirías a alguien para que lea Habitaciones cerradas?-No lo tengo muy claro. Se me da mal venderme a mí misma. Pensaría mucho qué debo decirle y al final, creo que no le diría nada. La lectura nunca debe imponerse.
-¿Qué quieres expresar con esta historia? -La “tesis” de la novela está contenida en su dedicatoria: a los hijos, nietos y biznietos de mis hijos, que no sabrán quién fui. A veces, reconstruir el pasado más cercano es una tarea imposible. Esta idea está en la génesis de esta novela y en todo el libro.
-¿Cómo ha sido el trabajo de documentación?-Exhaustivo. Un año de lecturas y de hemeroteca. Muy satisfactorio y completamente adictivo, eso sí.
-¿Y el de escritura?-A ratos, muy difícil. Otros, muy estimulante. Cuando conseguí desbloquear la historia y dar con la voz narrativa, la escritura fue una felicidad tras otra.
-¿En qué proyecto literario estás trabajando ahora? -Me ronda una idea para otra novela, pero quiero dejarla reposar un poco y aprovechar para documentarme. En la documentación te das cuenta a veces si la idea merece o no la pena, y en este caso aún no lo he descubierto.
-¿Qué buscas a la hora de leer?-A los novelistas les pido –como si fueran amantes- que sepan más que yo, que me sorprendan, que me seduzcan. Y si no saben más que yo, por lo menos que lo parezca.
-¿Y al escribir? Busco emocionar, pero no exclusivamente. Creo que una novela debe tener una pretensión de estilo, una historia trabajada, que aspire a alguna originalidad, unos personajes de carne y hueso, verosímiles. Son muchas cosas. Me temo que soy muy autoexigente.
-¿Cuáles son tus escritores favoritos? -¡Tantos! Los podríamos clasificar por orden alfabético, si te los dijera todos. Aunque siempre termino volviendo a mis poetas de cabecera: Machado (Antonio), Guillén, Salinas…
-¿Qué te resulta más fácil, escribir de cosas que conoces o dejarte llevar por la imaginación? -Una mezcla de ambas cosas: aplicar la imaginación a lo que ya conozco.
-¿Cómo ha sido tu experiencia personal a la hora de publicar y, en general, en el mundo literario y editorial? -He trabajado mucho, pero no me ha ido mal. Como tanta gente, publiqué demasiado pronto. Este no es un oficio que pueda hacerse con prisas, aunque esto se aprende más tarde.
-¿Cómo ves el presente y el futuro del mercado editorial español?-Yo soy optimista. Creo que se lee más que nunca. Se publica mucho y muy buenas cosas. Internet ha convertido nuestro tiempo en la edad de oro de la lectura.
-¿Qué opinas de la convivencia entre el libro de papel y el electrónico?-Que es estupenda. Y que durará muchos años.
-¿Cómo es tu relación con Internet, las nuevas tecnologías, los blogs o las redes sociales? -Soy internauta muy activa y completamente adicta. Mantengo un blog desde hace años, soy habitual de las redes sociales. Me parecen magníficas ventanas por las que asomarse al mundo.
Esta es la página web de Care Santos y este su blog.