Revista En Femenino

Entrevista a Carmen Murillo del Movimiento de Mujeres “Libertad” “¡LO ESTÁN DECLARANDO SANTO AL DICTADOR!”

Publicado el 21 octubre 2012 por Daniela @lasdiosas
…”Y ahora que ya hemos vivido un largo periodo democrático y todos pensábamos que este gobierno: “¡Ah sí, este gobierno va a enjuiciar a los culpables!”… Nada… ¿Que el Estado Boliviano no tiene plata para los resarcimientos…?... ¿Y por qué no se hacen los juicios?...
Carmen Murillo del Castillo fue presa política en la dictadura de Banzer cuando tenía sólo 17 años. Hija de un empleado de un centro minero y una maestra de escuela primaria, nació en Huanuni. El Ché, su lucha, sus sueños, su muerte, la impactó y a los 15 años –en 1970- ya era elena, o sea integrante del ELN (Ejército de Liberación Nacional). No seguía a un novio, a un marido o a un enamorado, era convicción. “La lucha que dimos todas y todos contra Banzer fue absolutamente desinteresada, no fue para recibir un pago, pero eso no significa que el Estado no tenga la responsabilidad de hacer justicia hoy”, afirma.  Para ella: “En Bolivia, el poder se encuentra sesgado por los intereses de gente que quiere poner un velo a la lucha del 70 e inclusive del 80, y se quiere transmitir a la sociedad que la Historia comenzó con la Guerra del Agua y lo demás… ¿qué habrá sido, no?... Hablan de 500 años, pero invisibilizan el periodo en que se luchó contra las dictaduras para recuperar la democracia!”… 
¿Qué esperaban de este proceso?
Justicia. Juicio a los que participaron en la represión de las dictaduras, lo que sería una enseñanza a la sociedad. Enseñaría que no se debe reprimir y excluir a quienes piensan diferente. Que no se debe torturar para encontrar la verdad, que no debe existir un poder que llegue a creerse tan dueño absoluto de la verdad, que se crea con el derecho de eliminar “al otro”… ¿Pero cómo enseñar eso, si ahora mismo, a nosotras y nosotros, nos están eliminando con la indiferencia?…
¿Qué les dicen?
El Presidente Evo ha dicho públicamente: “¿Por qué me cobran a mí? Yo no soy quien les ha torturado, quien les ha agredido”… Pero es su obligación resolver la coyuntura histórica que le toca. Este gobierno lo ha enfocado como que nosotros estuviéramos cobrando por la lucha realizada. ¡Las víctimas no piden una limosna ni una paga! El resarcimiento es una obligación del Estado con los ex presos y presas políticas, es una obligación con familiares de víctimas, con exiliados y exiliadas porque el Estado causó todo esto: torturó, encarceló, persiguió, desterró… 
¿Y entonces este gobierno sería más justo que cualquiera?…
Sí. Pensábamos que la gente que está en el poder, lo iba a entender porque muchos saben de esa lucha, pero prefieren negarla porque el caudillo los echaría de un puntapié… La relación que existe entre esa gente y los caudillos es muy triste, ya no pueden pelear por lo que piensan, pelean por mantenerse en el cargo, por mantenerse en el puesto, por obtener más de lo que han obtenido, por el favor del jefe, por aparecer con él… 
¿Y cuál sería el objetivo de colocar un velo a la lucha antidictatorial?…
Yo también me he querido responder esa pregunta porque desconcierta ver que algunos compañeros que están en el gobierno -que se dice de izquierda-, compañeros que cuelgan afiches del Che en su oficina, que van con pines del Che a todos lados, al mismo tiempo invisibilizan la lucha antidictatorial… ¿Qué puede estar pasando?... Se podría imaginar que la intensión es dejar claro que el indigenismo debe superar al marxismo y que la ideología liberadora debe nacer del propio país y que, pues, el marxismo es una ideología foránea porque la ha creado Marx, Lenin, Engels, Trotsky y otros que no son bolivianos... 
¿Es eso…?...
No digo que sea eso, digo podría imaginarse... Acá tenemos una cultura valiosa, desde los tihauanacotas, los aymaras, quechuas, guaraníes, una diversidad de naciones con formas de enfocar y ver la vida, y si fuese ese el motivo, una diría: “¡No hay problema!”, y reflexionaríamos sobre esta problemática y aportaríamos nuestros aprendizajes en la lucha, explicaríamos cómo, siendo marxistas, materialistas, dialécticos –toda la diversidad que también somos-, enfocamos el proceso de los pueblos originarios. Sería justo que se discuta ideológicamente y se nos diga con respeto: “Miren compañeras y compañeros ustedes se han entregado a esa lucha con entusiasmo y buena fé, sin embargo, están equivocados”… 
Pero…
Pero yo sospecho que hay algo más que no alcanzo a entender… No es correcto que se den respuestas como que “El Estado boliviano no tiene dinero para resarcir a las víctimas” y al mismo tiempo muestren como regalan canchas deportivas, como extienden cheques a muchas instituciones para darles grandes o pequeñas cosas para que los candidatos del MAS cosechen votos… Las inversiones en el avión presidencial, en el satélite, desconciertan... Observamos todo esto y decimos: ¡Debe haber otra razón! No es la razón ideológica indigenista porque se habría planteado, no es la razón económica porque están gastando a manos llenas… Hay entonces una razón oculta que no es digna de decirse...
¡¡”PROBAR” QUE FUISTE VIOLADA POR UNA DICTADURA!!
La Ley Nº 2640 incluye en uno de sus artículos la obligación de la víctima de probar “su calidad de beneficiario…”…  
O sea, por ejemplo: ¡probar que te violaron!...
Cualquier hecho resarcible que se solicite tiene que ser probado por la víctima. La tortura, el exilio, la violación… Hay compañeras de mi organización que debieron salir al exilio y un pasaporte con sello rojo que colocaba la dictadura para identificarte como terrorista, comunista, de izquierda... Esas compañeras destruyeron sus pasaportes, algunas se fueron a Chile y otras a Argentina, y al poco tiempo hubo golpes también allá. No podían mostrar pasaportes con sello rojo, era preferible decir: No tengo pasaporte... 
¿Exiliados y mujeres violadas están en duda, entonces?
Y torturados en general. No aceptaron la solicitud del hecho resarcible de exilio y en el caso de violaciones, definitivamente no aceptaron a nadie el hecho de la violación porque después de 40 años no es posible demostrar que fuiste violada. Y en el caso de tortura, lo mismo, a ninguna compañera aceptaron el hecho resarcible de tortura porque no teníamos certificados forenses, o algún certificado que diga cuántos días de impedimento provocó esa tortura. 
¿Y que han aceptado entonces?
¡Con una mezquindad admirable, han aceptado la detención! Se ha calificado por días de prisión, y se ha tratado de que sean los menos días posibles. Entonces si por ejemplo fuiste detenida en marzo, no te ponen el 1 de marzo, si no el 30 de marzo, y si fuiste liberada en diciembre, te ponen que saliste el 1 de diciembre, no el 30 o el 15… Ahí se ve el espíritu de la política del gobierno. Hemos investigado de dónde viene esa instrucción y viene desde la presidencia… ¡Y es que no puede ser, lo están decretando santo al dictador! Ahora parece que en las dictaduras de Bolivia no hubo víctimas, y las pocas víctimas no son nada, son de macanitas, no hubo tortura, no hubo violaciones, no hubo exilio, no hubo nada…  
¿Qué pasó con la memoria colectiva?          Tal vez las dictaduras en Bolivia fueron muy largas y traumáticas, todos querían ocultar que alguna vez fueron de izquierda porque si bien ahorita puedo hablar porque hay un gobierno democrático ¿qué me va pasar mañana cuando venga otro?... Entonces mejor nos mantenemos callados. Inclusive me acuerdo que una compañera de mi organización dijo: “Yo voy a testificar pero no quiero dar mi nombre verdadero porque ni mi marido ni mis hijos saben que yo estuve en las cárceles de la dictadura”… Como si hubiera hecho – realmente- algo malo… 
Como una vergüenza…
Sí. Por otra parte, la dictadura de Banzer fue un golpe muy duro para la izquierda, desmanteló las organizaciones guerrilleristas, se redujo mucho el número de militantes de izquierda, fue una especie de bombardeo donde todo lo edificado por la izquierda, se volteo. El golpe banzerista nos debilitó y más tarde organizaciones de izquierda transaron con las dictaduras como por ejemplo el MIR que pactó con el fascismo para coexistir, cogobernar y evitar todo juicio, y cuando Marcelo Quiroga Santa Cruz intentó hacer ese juicio, lo asesinó el siguiente dictador, García Mesa. 
¿Quién hizo la Ley 2640?
Se redactó en el gobierno de Sánchez de Losada y se promulgó en el Gobierno de Carlos Mesa. En la comisión hubo gente del partido de Banzer, el dictador, y gente de izquierda… No sé si hubo mujeres en la redacción de esta ley, pero si hubo, no les importó ser mujeres porque no se hace hincapié en la violación de las mujeres como parte de la tortura.
Pero se podría haber modificado…
¡Con seguridad! El gobierno actual hizo muchas modificaciones: el presupuesto para la gente que hacía las calificaciones, la composición de la comisión calificadora, los plazos. Cerca de cuatro enmiendas, pero no hubo interés suficiente como para enmendar lo sustancial. Nosotras –y los compañeros- nos habíamos propuesto que representantes de las víctimas también participaran y no sólo gente del gobierno, porque igualmente, hoy, representan al Estado, que fue en otro periodo, el poder victimador... Pero no nos aceptaron.
¿Con todo esto qué pasa con la salud mental de las mujeres torturadas?
La Ley 2640 prometía atención médica y psicológica gratuita, pero no se cumplió. Hay compañeras que han acabado en el alcoholismo, otras, cuyos traumas se han manifestado en la elección de una pareja que, prácticamente, reproduce la tortura, el maltrato, la degradación que sufrieron con sus torturadores... Es muy duro… Hay el caso de una compañera que el esposo, sabiendo que ella estaba detenida, le hizo una demanda por abandono de hogar, la sentencia salió contra ella, los declararon divorciados y él, claro, no le tenía que dar nada, ni pagar pensión, ni nada. El tipo al otro día se casó con otra… Muchas han sufrido también grandes culpas por el abandono a sus hijos e hijas a causa del encarcelamiento...
Cuando salió de la cárcel, Carmen estudió Filosofía, trabajó como docente en la Universidad, pero con el golpe de García Mesa quedó cesante y buscó otras alternativas de sobrevivencia “porque ya tenía una hijita”. Estudió administración de empresas y hoy trabaja en el sector privado. Es la vicepresidenta del Movimiento de Mujeres Libertad, también se ocupa de editar los documentos de la Organización como el Libro “LIBRES! Testimonio de mujeres víctimas de las dictaduras”*, que contiene cerca de 30 testimonios de mujeres presas políticas de las dictaduras en Bolivia entre los años 1971 (Banzer) y 1981 (García Meza). 
Mujeres “Libertad” es parte de la Plataforma de Luchadores Sociales que lleva casi 7 meses en Vigilia en carpas frente Instituciones de Gobierno como el Ministerio de Justicia y el Vice Ministerio de Igualdad de Oportunidades, en el mismo Prado (avenida principal del centro de La Paz). Carmen subraya: “Muchos de nuestros compañeros ya están en la tercera edad y siguen resistiendo en la Vigilia… ¡y qué insensibilidad, pareciera que el Gobierno está apostando a derrotarnos con la indiferencia! 
Por Victoria Aldunate Morales [email protected] La Ciudad de las Diosas
*“LIBRES! Testimonio de mujeres víctimas de las dictaduras”. Movimiento de Mujeres Libertad. Ed. Plural. La Paz 2010.

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