En la página de entrevista central de Perú 21, Gonzalo Pajares entrevista al músico y líder de Leuzemia, Daniel F., con motivo de la presentación de Manuskrito desde una calle vedada, este domingo en la Feria del Libro Ricardo Palma:
¿Está feliz?
Sí (ríe). Hace muchos años estoy viviendo una cosa bastante buena. Lo digo en mis canciones: alguien está moviendo mal los hilos pues hoy siento emociones muy gratas… y todo el tiempo. Antes tenía tendencias suicidas, depresiones constantes, soledad. Felizmente, todo eso se ha ido.
Una de las canciones de Leusemia se llama No futuro. ¿Sí hay futuro?
Sí. A pesar de que suene tonto, yo le canto a la esperanza, le canto a la vida.
Ahora se abraza con Gian Marco, alaba un disco de Libido, comportamientos extraños para quienes lo seguimos desde los 80. ¿Qué ha pasado?
Soy alguien que puede ver más allá de las propias ideologías, que no se hace líos por cosas absurdas. No hay razones para pelearse con ellos.
Pero usted fue muy agresivo con Frágil, con Gerardo Manuel...
Estábamos en los 80 y, entonces, había que entrar a pelear. Pelábamos contra la gente que cantaba en inglés, que no quería interpretar temas propios. Estas cosas hoy nos parecen absurdas, pero entonces fueron nuestro caballito de batalla. Ese rollo ya fue.
¿Ahora no hay por qué rebelarse?
Sí. Hay que mandar a la mierda a ciertos políticos, a quienes hacen daño a gente inocente, a los animales, etc.
¿Por qué muchos tenemos la sensación de que el F rebelde no existe más?
Eso es una cuestión de percepción, de saber qué estoy haciendo en mi vida privada y qué no. Yo no necesito figuretear, dar siempre la cara. No será que, por estar feliz, lo molestan menos cosas.No, me siguen jodiendo las mismas cosas. Mientras no haya un equilibrio dentro de la sociedad, no podré estar bien. Lo que pasa en la sociedad subleva y eso me hace salir a la calle. Ahora, no hace falta que siga insultando en el escenario porque allí le estoy hablando a gente que ya conoce mi rollo. Es como si entrara a la Trinchera Norte y gritara: “Viva Lolo”. No hace falta… El día que haga falta, lo haré.
Muchos creemos que sus mejores discos son los primeros, cuando estaba mal. ¿No será que la felicidad le ha quitado creatividad?
No creo en esa teoría tan egoísta. La mejor prueba de que la felicidad hace bien es Tom Waits, quien ahora hace los mejores discos del mundo. Si no les agrado a muchos, no es mi problema.
Usted no bebe alcohol ni se droga...
Puedo acompañarlo con un trago, pero nunca probé drogas por miedo.