Quedo con Ingrid García Jonsson en un bar de la calle La Palma en Madrid. Ella llega muy pronto, confiesa haberse equivocado con la hora. Resulta cercana, mucho, te hace sentir cómodo desde el minuto uno. Le dejarías las llaves de tu coche mientras vas a pagar el ticket de zona. Nos sentamos, le doy la enhorabuena por su premio en Toulouse por su interpretación en la película Hermosa Juventud. Le pregunto que qué tal con las entrevistas, y dice que bien, pero que le gustaría ser más concisa, que habla mucho y de cosas muy comprometidas. Comprobémoslo. Tienes 23 años, y en Internet se mencionan trabajos tuyos como actriz cuando tenías catorce. ¿Este temprano acceso a la interpretación llega desde casa? ¿O es cosa tuya?
No, es cosa mía. Bueno, mi madre nos apuntó a mi y a mi hermana al conservatorio, y yo tuve que dejar de bailar porque soy negada para el baile. Mi profesor me dijo directamente: "tu para bailar no vales, pero para el teatro sí".
En mi familia no hay ningún actor, mis padres sí son artistas: mi padre fotógrafo y mi madre escultora. Pero interpretación soy la primera loca que se dedica a ello. Si que creo que en mi familia hay mucho teatreo.
¿Ahora vives de ser actriz?
Ajá. Ahora en verano he rodado con Filmax, Sweet Home, una película de género por la que me han pagado muy bien. Desde julio para acá no he tenido que poner copas. Pero me planteo volver, lo único que este mes ha sido muy intenso: el lunes marcho a San Paulo, ahora he estado en Toulouse, tengo reportaje aquí y allá... y entonces no tengo tiempo para comprometerme con ningún trabajo.
¿Qué te parece que esto resulte interesante para la prensa, algo como que hayas trabajado en un bar?
Es verdad que muchas veces lo cuentan como "¡oh, ahora eres actriz y antes trabajabas en un bar!" y queda muy bonito, parece que a todas las modelos las descubren por la calle y que todos los actores éramos camareros.
El que en Madrid des una patada y salgan mil camareros que son actores, profesores, fotógrafos, etc, me parece resultado directo de lo difícil que es ahora entrar en la industria. Y que, por supuesto, hace falta dinero para comer.
Por otro lado el trabajo de camarero para un actor es muy cómodo: yo trabajaba dos o tres noches a la semana y no me quitaba tiempo para hacer castings, tenía días libres... Y el salario era bueno, catorce euros la hora, aunque ahora ha empeorado.
Hablas de lo difícil que resulta entrar en el mundillo. ¿Cuál crees que ha sido tu hecho diferenciador, lo que te ha permitido entrar a ti?
Haber aguantado. Además creo que una vez que se me ha presentado la oportunidad, he defendido bien el trabajo, he ido a por todas. Y aunque suene a cliché, haber estado en el lugar adecuado en el momento adecuado, tener la suerte de haber tenido la prueba con Jaime Rosales.
Hombre, suerte, pero también eres echá pa'lante, como se suele decir. Porque si no me equivoco, te hiciste pasar por una chica de barrio para sorprender a Jaime Rosales en la película.
Claro, también. Pero mira, justo antes de esto, estaba ya un poco cansada de poner copas y de ver que había mil actrices buenísimas que no llegaban a ningún lado. Y de pronto tuve la sensación de que iba a estar así estancada toda la vida. Y me dije que si de aquí a final de año no conseguía nada lo dejaba y retomaba la carrera de arquitectura.
Y de pronto me llamaron para ir a trabajar a Argentina. Y me pareció que algo, el destino, llámalo como quieras, quería y haría que fuese actriz. Y me ayudó a darme cuenta de que no tengo nada que perder, de que tengo que ir a todo con todo.
Y en el caso de la mentira a Jaime Rosales, cuando fui ya tenía el "no", no daba el perfil y me habían echado para atrás. Así que fui con todas mis armas, sin miedo a nada porque ya parecía que no tenía ninguna oportunidad...y funcionó.
"No quiero hacer, a no ser que la historia lo merezca, de "rubia tonta"."
En Hermosa Juventudtienes escenas íntimas y un compromiso muy fuerte a nivel personal con tu personaje... ¿Te planteas algún papel al que puedas decir que no?
En general todos los papeles que contribuyan a una visión machista de la mujer no me interesan. No quiero hacer, a no ser que la historia lo merezca, de "rubia tonta". Estar ahí porque sí, una vez me ofrecieron hacer de una camarera que se enamoraba de uno y se acostaba con él (risas) y me pareció un personaje totalmente vacío, dije que no.
¿Y como justificas tu personaje en la webserie Con pelos en la lengua, que a primera vista puede resultar precisamente este tipo de mujer a la que te refieres?
Para nada, para mí Sara era alguien alocado, que me interesaba mucho, y con la que me divertí mucho interpretando. Además era comedia, estaba construida de otra forma y aunque resulte una línea muy fina, aquí no se trataba a Sara como mujer objeto.
Dices que te encantaría ser amiga de Jennifer Lawrence...
¡Sí! (risas) ¡Me cae muy bien! Hace lo que le da la gana.
¡Y tú también! En Twitter eres muy natural, ¿te das cuenta de lo distinto que resulta tu perfil público del perfil público de actriz al que estamos acostumbrados en España?
¿Sí? Pues no soy consciente, además creo que los actores somos iguales que el resto de personas, por supuesto... aunque mole mucho mi curro (risas).
A mí Twitter me gusta, y me gusta seguir a la gente que hace chistes. Cuando me sale tuitear me salen cosas naturales, y no pasa nada porque publique cosas como que salga una mariposa del váter (risas). No estoy nada cómoda con lo típico, el "hoy me he puesto no sé qué", aunque llegue a tener que hacerlo algún día porque me paguen por ello.
En Twitter pasas de largo a mucha gente. ¿No te pasa? Con amigas, o gente que en realidad sigues por compromiso que saltas, y te acabas parando en tres o cuatro.
¿Y recomiendas algún tuitero?
Me hace mucha gracia @masaenfurecida cuando no hace retuits y Malcafé, @akavania. Este último no deja de meterse en líos y buscarse enemigos, pero siempre tuitea cosas interesantes.
Otra tema por el que Jennifer Lawrence ha estado presente en los medios recientemente: las fotos filtradas. ¿Qué opinas?
Creo que está muy claro lo que se debe opinar y ella lo ha dejado muy claro en la última entrevista que ha hecho: es una violación. Una violación de nuevas generaciones, sin su consentimiento, que ha atraído un revuelo mediático absurdo, pues quien más quien menos ha hecho eso para enviarle una foto a su pareja.
Muchas actrices, actrices consideradas muy atractivas, confiesan tener complejos sobre su cuerpo, lo que resulta irónico a veces. ¿A ti te ocurre esto?
Claro. Tengo un montón de complejos, conmigo se metían en el colegio, y me daban mucha caña en clase. Y por eso hay cosas de mí que no me gusta contar, como que tengo unas orejas de duende y una frente que si me peinas hacia atrás solo puedo hacer El señor de los anillos (risas).
¿Y no crees que hay un tipo de prensa que ejerce mucha presión sobre vosotras, y muy poca sobre los hombres?
Mira, Hollywood es una industria. Y las actrices, es verdad que más que los actores, se han convertido en publicidad andante, en un reclamo. Es terrible que lo que lleves puesto sea más importante que tu trabajo, es cierto. Y a mí no me hace especial ilusión. Si sirviese para vender me habría hecho comercial, pero yo soy actriz.
Pero también me parece de rigor devolver el favor: creo que si te prestan un vestido para una noche, lo menos es hacer publicidad. Si te tuvieses que comprar un vestido para cada alfombra roja sería imposible, a mí no me llega ni para uno.
¿De quién era el que llevabas en Cannes? Muy chulo, te quedaba genial.
Bonito, ¿verdad? Era de Pedro del Hierro, me lo prestaron y estoy eternamente agradecida.
Te atrae la primera línea de actuación, la fama, ¿o no piensas en ello?
Me ha llevado tanto trabajo llegar hasta aquí, me ha costado tanto, que con mantenerme como estoy me contento. De verdad. Cuando trabajé en argentina sentí en mis carnes lo que es ser muy famoso, porque hasta te tiran del pelo para hacerse una foto contigo. Y no me atrae. Me encantaría estar como ahora, que como mucho me paseo por Madrid tranquilamente y de vez en cuando alguien me felicita y me hace muchísima ilusión, pero eso no impide que lleve una vida normal con mis amigos. Ojalá siguiese así para siempre, pero no creo.
¿No crees?
No. Creo que o subiré o bajaré, por la notoriedad que atrae hace un par de películas grandes en España. Ahora mismo todavía no se ha estrenado la segunda, y estoy en una especie de limbo. Un limbo un poco extraño.
(Durante la entrevista, una chica se sienta en una mesa cercana a la nuestra y se queda escuchando la entrevista. Cuando hablamos con ella, admite no saber quién es Ingrid, como si algo en Madrid quisiese demostrarnos que es cierto, que Ingrid está en un momento muy atractivo de su carrera, pero que todavía le queda mucho por correr)
Cambiando de tema, sobre el #littlesecretfilm Todos tus secretos. ¿Cómo conoces a Manuel Bartual?
¡Es una historia muy buena! Llegué a Madrid desde Sevilla y empecé a hacer castings. Una de las primeras cosas que hice fue unas pruebas de cámara para un programa de televisión en Cuatro, que al final no salió nada. En esas piezas me vieron los de Mostacho Tv y me llamaron para participar en un largometraje que grabamos con Antonio Resines también y en el que no tenían un duro. Y en este largometraje, donde yo hacía de "choni", tenía que darle una torta a un personaje.
Pero el actor que interpretaba a este personaje vino muy borracho ese día, venía de empalme (risas) y no era capaz de mantenerse en pié. Y tuvieron que cambiarle por Manuel Bartual, que estaba haciendo un favor como figurante en la película. ¡Y me tocó darle un bofetón! Le pegué una vez flojo, y como no funcionó le pegué la siguiente fuerte y supongo que le dejé tocado, porque al tiempo me llamó para trabajar en su película.
Gran historia (risas).
Sí, ¡no me lo habían ni presentado y ya le estaba pegando!
¿Qué te parece su trabajo como dibujante?
Me gusta mucho, es alguien muy inteligente. Ahora ha empezado en Orgullo y Satisfacción, que demuestra valor por querer empezar de cero y hacer algo nuevo. Además tiene muchas ganas de hacer cine, sabe mucho de cine. Sus cortos me gustan mucho y su próximo largo va a estar muy guay y eso que a mí ya este me parece novedoso y muy ingenioso.
"... aquí hay muchísimos actores que se preparan y se entregan de tal forma que no tienen nada que envidiarle a los americanos."
Otra cosa que he podido leer sobre ti: has sido doble de Cameron Díaz. ¿Cómo surgió esto?
Pues estaba trabajando muy de vez en cuando, y vi que buscaban dobles para un rodaje. Tuve que acudir varias veces a la oficina, primero porque me había olvidado unos papeles, luego estaba cerrado, y a la tercera por fin hablé con la directora.
Y me cogieron al principio para ser solo doble de luces, pero una vez allí me cogieron para hacer más cosas, como escorzos, me usaron un poco para todo.
Fue muy guay, me lo pasé muy bien. Además yo en esa época no había hecho cine todavía y aprendí mucho. ¡Y estaba en una superproducción! ¡Con Tom Cruise! Que comía a mi lado, ahí, su comida especial de la cienciología (risas). Flipé, la verdad. De hecho esto es la clave de todo: si alguna vez no me bien la cosa como actriz yo sé que estaré en el cine, de algo, lo que sea. Pero yo tengo que hacer películas. Las películas son lo mejor del mundo.
Parece que al comparar en la calle actores americanos y españoles, se suele pensar que los primeros saben hacer de todo: cantar, bailar... ¿Crees que en España tenéis carencias con respecto a ellos?
No. No. (risas)
Estados Unidos es una industria que, sencillamente, funciona mejor. Pero, por ejemplo, Natalie Portman no sabía bailar antes de Cisne Negro. Y cambiar esto es cuestión de prepararse y entregarse, más o menos. Y aquí hay muchísimos actores que se preparan y se entregan de tal forma que no tienen nada que envidiarle a los americanos.
¿Qué tal con Jaime Rosales? Yo he tenido la suerte de poder entrevistarle y resultó alguien muy interesante pero muy serio...
Da un poco de miedo (risas).
No, pero sí que es una persona que respeto mucho. Y tiene un ritmo que es completamente diferente del mío, él es alguien que... digamos que yo hablo más de lo que pienso y el piensa más de lo que habla (risas).
¿Y qué te parece su cine, lo anterior a Hermosa Juventud?
Me gusta mucho, me parece alguien muy valiente y que hace las películas que verdaderamente quiere hacer, un cine no convencional. Es una figura que hace falta en España. ¿Mi película preferida? Las horas del día.
Has mencionado que te gustaría trabajar con Alberto Rodríguez. ¿Has visto La isla mínima? ¿Qué te ha parecido?
Buenísima. La primera que vi de Alberto Rodríguez fue Siete Vírgenes y me pareció alucinante. Como Sevillano, me parece que retrata Sevilla de forma única.
Te gusta True Detective¿verdad?
¡Sí!
Pues el otro día leí un comentario en una web que hablaba sobre su parecido con La isla mínima y decía, literalmente: "la putada de esto es que nos suene más el paisaje del sur de los Estados Unidos que Doñana". ¿Por qué crees que ocurre esto? ¿Qué pasa aquí?
Porque los americanos son como los italianos: se venden muy bien. Y además en Nueva York te dan mucha facilidad para rodar en la calle, cosa que aquí es casi imposible. Tu sabes perfectamente como es Times Square, como es Central Park, porque lo has visto en las películas siempre. Y aquí no es tan fácil, no es fácil enseñar Madrid, no es fácil enseñar Gran Vía. Es culpa de falta de permisos, creo que si el gobierno se diese cuenta de todo lo bueno que hace el cine todo esto cambiaría.
Mira Vicky Cristina Barcelona y la ciudad de Barcelona. Aumentó el turismo una barbaridad. El cine llega a un montón de gente y aquí seguimos pensando que no.
Además de True Detective ves muchas otras series, como Orange is the new black o Los Soprano. ¿Por alguna razón en particular?
Elijo las series sobre todo porque los trabajos de los actores son mucho más largos. Y aprendo más viendo a James Gandolfini interpretar a Tony Soprano durante siete temporadas, porque tengo más tiempo para analizar todos los matices, que en una película. Por eso veo series, tengo más material para estudiar. Bueno, y porque son más cortas, veo mucho a la hora de comer.
No hablo del momento de interpretar, ahí la escuela está en la calle. Más bien técnicas, miradas, posiciones... Gandolfini es, por ejemplo, un actor de técnica Meisner y me interesa desde esa perspectiva, conocer el trabajo de un actor de este tipo.
También veo Engranajes, The Wire, Juego de Tronos, Misfits...
¿Misfits? ¿Incluso la última temp...?
No, vale, la primera (risas). La primera.
Para acabar: ¿qué pregunta no te han hecho nunca y yo no te hecho hoy que te gustaría que te hiciesen?
Nada, la verdad. Eso sí: odio que me pregunten por mi próximo proyecto. ¡Me pone muy nerviosa!
Yo no le había preguntado eso, así que tranquilamente pude cerrar la entrevista. Nos levantamos, salimos del bar y nos despedimos. Y una vez separados, al cabo de unos instantes, toda la alegría, buen hacer y talento que desprendía Ingrid en esta entrevista dio paso a una sensación de lástima conmigo mismo, por lo definitivo de su final. Y pensé, "¡qué suerte tiene la persona a la que vaya a ver ahora!". Y eso sigo pensando. Supongo que así será para todos estar con Ingrid: demasiado bueno para ser verdad.
Hermosa Juventud se puede ver en Filmin
Madrid, Octubre 2014.