Entrevista a James Nava

La última novela de James Nava, "Coraje de patriotas" es la tercera de una saga con la que está recorriendo la historia de Estados Unidos, continuación de "El sueño del Oeste" y "Jinetes de honor", con la singularidad de ofrecer una visión de los presidentes y personajes más relevantes y su impronta en el país mientras se conquistaba el Lejano Oeste. Con una hábil mezcla de ficción e historia, el autor nos brinda un relato apasionante que está cosechando excelentes críticas.

Es oportuna la entrevista en este momento porque prepara usted la cuarta novela de esta saga histórica. ¿Cómo lo lleva?

Bien, estoy en la fase de correcciones y la documentación final de algunos detalles. Después entraré a coordinar las ilustraciones de las cubiertas de la novela, que siempre son originales y adaptadas al contenido de cada una de ellas, y la edición final. Es un proceso bastante laborioso si se quiere hacer con el máximo rigor posible. Soy muy exigente con cada fase, que superviso personalmente, de modo que lleva bastante tiempo terminar todo. Confío avanzar lo posible este año para que la novela esté disponible para los lectores cuanto antes. No le digo cuándo exactamente porque aún no está decido.

¿Para quién escribe James Nava?

En primer lugar, escribo para mí, por la satisfacción que me proporciona en todos los sentidos, es algo que disfruto en cada paso. En segundo lugar, escribo para mis lectores fieles que no me fallan nunca y a los que respeto enormemente. Siempre intento ofrecerles la máxima calidad, emociones y entretenimiento posible.

Sus últimas novelas están ambientadas en un territorio narrativo que se enmarca en el siglo XIX, concretamente, en la conquista del Oeste y las presidencias de Lincoln y Grant. ¿Qué tiene de atractivo esa época y personajes para usted?

Es una época fascinante de construcción nacional, llena de desafíos, actos heroicos, muy rica en detalles, con un protagonismo destacado de la naturaleza salvaje y un vigor y mérito extraordinario de las gentes que la vivieron. Lincoln y Grant fueron grandes presidentes que impulsaron de forma decisiva el avance de los Estados Unidos. Sus vidas y presidencias estuvieron llenas de grandes acontecimientos que dan mucho juego literariamente. En este punto, debo decirle que a partir de la cuarta entrega de esta saga asistiremos a la parte final de la presidencia de Lincoln, descubrimientos importantes tras su asesinato, y la llegada de Grant, eventos determinantes, y algunos presidentes posteriores. La novela cubre un extenso período de tiempo crucial para Estados Unidos.

¿Siente el peso o responsabilidad de ser uno de los pocos escritores de éxito en lengua española que se ha convertido en una referencia importante para los conservadores?

No siento ningún tipo de peso o responsabilidad. Disfruto escribiendo y me encanta compartir mis valores conservadores, aunque jamás los impongo a nadie. Para mí es motivo de orgullo que tanta gente se sienta identificada con mis planteamientos y mi visión de la vida. Afronto esto con la misma naturalidad y sencillez con la que escribo, sin alardes intelectuales.

¿Cómo se lleva con la narración de las escenas románticas?

Bastante bien, no me suponen ningún trauma (risas). Me gusta sembrar las novelas de este tipo de escenas porque humanizan a los personajes, no todo debe ser acción, misterio, violencia o tramas complicadas, siempre dejo espacio para cierta dosis de romanticismo, de una u otra manera, porque es algo que está presente en la vida de las personas. Y cuando hablo de romanticismo no me refiero exclusivamente a relaciones sentimentales, sino también a momentos especialmente emotivos que conmueven. Quien quiera descubrirlos, ahí tiene las novelas a su disposición (guiño de ojo).

Su saga sigue un orden cronológico mientras avanza por la historia del Oeste. ¿Cómo están evolucionando sus personajes? ¿Mantendrá este esquema en su próxima novela o en las siguientes, si las hay?

Es cierto, intento que la historia fluya cronológicamente para que el marco histórico se desarrolle tal y como sucedió. Los personajes ficticios están creciendo y sus vidas siguen evolucionando al ritmo que el país se expande y todo cambia a su alrededor. Los personajes reales se presentan tal y como eran en los momentos en los que aparecen en las novelas. Si, este esquema narrativo se mantendrá en la cuarta entrega de la saga. Y como veo que me intenta sonsacar sibilinamente si habrá futuras secuelas (risas) le daré una exclusiva: sí, habrá una quinta novela y en ella esa narrativa cronológica se ceñirá a una época muy concreta de las vidas de los personajes, acotada en el tiempo.

Le importan los personajes secundarios y lo animales, es algo que todos los lectores percibimos.

Vale, me ha pillado (risas). Sí, me importan mucho. Lo reconozco. Creo que unos buenos personajes secundarios aportan mucho al argumento, le confieren realismo, profundidad, y pueblan las novelas con su presencia imprescindible para el desarrollo de las tramas. Y los animales, en fin, todos saben que me encantan, los valoro muchísimo y mi amor por ellos es infinito. En esta saga cobran un enorme protagonismo los lobos, algo que es una constante en todas mis novelas, pero también las águilas, el búfalo, y todo tipo de pájaros y fauna que habita en el Oeste americano. Su presencia pone el contrapunto a esa civilización que empuja y devuelve el magnetismo de la naturaleza y cuán grande es su influencia en las vidas de los personajes.

¿Ha evolucionado como escritor en estos años?

Desde luego, los años, el estudio y la experiencia te hacen aprender. En cada novela intento mejorar para que la experiencia lectora sea más completa, inmersiva e inspiradora. He depurado mis habilidades narrativas y estoy en constante búsqueda de la perfección literaria y de una mayor especialización.

¿Son un desafío estas novelas de western histórico?

Ya le digo yo que sí (risas). Son realmente complejas. Hay que combinar ficción e historia de tal forma que no rechine nada, con alguna licencia literaria para que todo transcurra bien, por supuesto, pero con suficiente información histórica y real para que las novelas tengan un fondo sólido argumental que las haga creíbles. Además, incluir detalles históricos poco conocidos o reveladores es un trabajazo del copón (más risas), aunque yo lo disfruto mucho porque así también descubro cosas nuevas y sorprendentes. También es complicado mantener el respeto por los cánones del género, pero hacerlo de forma innovadora para enganchar a los lectores actuales. Hay que hilar muy fino para reflejar la historia, pero narrar al tiempo argumentos que cautiven la atención.

Además del western histórico, ¿qué géneros le gustaría abordar en un futuro?

Uno de los proyectos que tengo en mente es un libro dedicado a la Navidad, ya sea novela, relatos cortos o ambos. El género navideño siempre me ha gustado y quiero aportar algo en ese sentido. Tengo algunas ideas para ello que se están elaborando dentro de mi cabeza y tomando forma. Serían historias muy humanas y conmovedoras. Pero también llevará tiempo porque quiero documentar y basar algunas de esas novelas o relatos en historias con inspiración real. También quiero abordar el género de espionaje, la política presidencial y de acción con una novela para la que tengo bastante material, basada en mi experiencia de estos últimos años y de otros amigos que han protagonizado eventos importantes.

¿Qué espera transmitir al lector sobre la vida en el Lejano Oeste?

La superación y adversidades que tuvieron que afrontar, la complejidad de una época fascinante por su enorme libertad, crudeza, épica, y cómo las vidas de todos se entretejen para formar el mosaico histórico y cultural que es Estados Unidos. También la importancia de la naturaleza y su impacto en las personas. No oculto mi mensaje de respeto y admiración por la naturaleza indómita y por esos animales, como los lobos, que tienen un especial significado que trato de difundir mediante algunas claves que salpican las novelas. Quien quiera averiguar más, lo tiene fácil: leyendo mis novelas (otro guiño).

¿Cómo ve el panorama cultural en Estados Unidos y en España?

Tanto en uno como en otro país, la cultura en general se ha deteriorado por la influencia de las políticas “woke” y socialistas en general, que censuran y coartan las libertades y la creatividad bastante, y premian la mediocridad. Hay excepciones de enorme calidad, por supuesto, ya sea en la literatura, el cine, el teatro, la danza, la música, etc, en las que encontramos joyas culturales de gran valor, pero también es cierto que cada vez con menos frecuencia. Hay mucha basura cultural amparada por los medios, la industria y los ejecutivos de tendencia socialista. Y de forma paralela, hay cultura de calidad que no encuentra proyección mediática ni acceso al público por esa censura e invisibilidad que se practica por parte de algunos y que utilizan las subvenciones y la política para controlar qué cultura se potencia.

En cualquier caso, la buena cultura enriquece a las personas y todavía hay “perlas” culturales que podemos encontrar y disfrutar. Sólo hay que saber buscar, seleccionar y sumergirse en ella sin tontos prejuicios. La clave es la calidad, la excelencia y el interés que suscita, no si es de una tendencia ideológica u otra.

Muchas gracias por atender a LETRA LIBRE con esta entrevista a pecho descubierto, como quien dice.

A ustedes por abrirme las puertas, dejarme expresarme en libertad y hacer que todas las voces culturales sean leídas y escuchadas. Ha sido un verdadero placer.