Revista Cultura y Ocio

Entrevista a Jaume Cabré

Por Mientrasleo @MientrasleoS
Entrevista a Jaume Cabré     Jaume Cabré es un autor fundamental en el panorama actual. Licenciado en Filología Catalana por la Universidad de Barcelona, catedrático de Lengua y Literatura en diversos institutos y profesor de Narrativa Audiovisual en la Universidad de Lleida. Ha trabajado como guionista de cine y televisión y colaborado en diversos medios de comunicación y literariamente se ha centrado en la novela y el relato. Pese a ello encontramos con su firma obras de teatro y reflexiones sobre la lectura y escritura. Cuenta con premios como el Víctor Catalá en 1973, el Fastenrath en 1980, el Crítica Serra d'Or en 5 ocasiones,... la crítica española también le dió su premio en 1992, la lista es larga. Ayer os presentaba su último libro, Yo confieso, y hoy conocemos al autor.
     - Yo confieso tiene un toque personal en las calles, en los tratos y en el amor por el arte y la música. Con muchas referencias culturales. ¿cuánto hay del autor en ese amor por el arte?     - El libro tiene muchas referencias cultas por el protagonista. Si escribe como piensa de toda su vida con libertad en esta gran carta, es natural que las haya, forman parte de él. La música forma parte de Adriá; dentro de lo que le toca vivir, con esos padres que tienen una connotación negativa pero que también le dan un gran apoyo cultural.     En cuanto a si hay parte del autor, por supuesto que la hay. Siempre he sentido un gran interés por la música, incluso más que por la literatura, pero mi propia biografía me empujó hacia la literatura, a componer una narración. Mi visión de la literatura es por medio de una composición global, exactamente igual que pasa con la música. No se tiene todo delante sino que hay que ir recordando y moviéndose en el tiempo de lo ya plasmado y por eso se necesita tener una visión de todo el conjunto. No es así por ejemplo con la pintura, ya que se tiene siempre delante el cuadro en que se trabaja.     - Novela complicada, con un narrador omnisciente que es capaz de saltar de época en época y moverse con la misma soltura que si estuviera en el presente, ¿empieza a ser un rasgo característico de su obra este tipo de narradores?     - Es un poco por lo comentado antes de concebir la literatura como una composición global. Llego a ella sin ver la novela realmente, tengo algo un punto de partida y empiezo a trabajar porque lo necesito. Sin saber cómo es la historia y cómo evolucionará.     Hay fusión de tiempos dando señales para que el lector no se pierda y un narrador totalmente libre con personas gramaticales también libres. Realmente hay un borde con el caos en el que procuro moverme.     - ¿Es importante la ubicación elegida entonces a la hora de escribir una novela?     - Parto de un lugar conocido que podría ser mi casa, yo nací en El Eixample, para así buscar un lugar familiar puesto que la novela en sí parte de dos personajes separados por más de quinientos años. Aunque una vez que aparecen y tienen mi interés, esa separación me pareció algo anecdótico. Relativizo el tiempo y el espacio (Cataluña y Polonia) y me encuentro con alguien que busca refugio en un monasterio…. Todos me gustaban y todos tenían que contar su historia. Así que necesito a alguien cercano, un niño en este caso un poco mayor que yo y que vive en mi piso.A partir de ahí hay grandes divergencias, Adrià es un niño solitario, hijo único y con unos padres excesivamente autoritarios, características que no comparto con él.     La ubicación es por tanto muy importante ya que el autor tiene que verlo verosímil para que lo pueda ver el lector y es muy importante que el entorno que ve el autor lo sea.      -Los silencios son una parte muy importante de Yo confieso, se nos indica que se saben interpretar, se escucha a escondidas, ¿es difícil utilizar el silencio para dar énfasis?     -El silencio es una figura capital en la música, sobre todo en el sentido técnico. En la literatura en cambio lo tienes que decir y por lo tanto el lector no nota y es fácil que pierda el significado. Hay que percibirlo captando la importancia de los momentos en que se compone ese silencio. Son los diálogos que no se dicen pero que están.     Decía Zweig algo así como que él escribía la historia y luego iba quitando las partes sobrantes hasta que se desmorona.  Es  muy importante ese punto, vigilar que no sobra nada cuando se escribe un libro. Y dirás que eso lo digo yo que precisamente he escrito una novela muy larga (y eso que he quitado todo lo necesario para que no sobre una frase, ni un solo adjetivo)     - En realidad esta era mi siguiente pregunta. Estamos en un momento en que los libros parecen escritos al peso, de 300 a 450 páginas y usted se desmarca con una novela de novecientas, ¿se planteó la extensión en algún momento?     - No, no pienso en esas cuestiones porque cuando la escribo lo que me importa es encontrar un personaje que me enamore, una situación que me provoque curiosidad y un paisaje que me enamore igualmente. Empiezo sin saber si es una novela o un cuento o relato, lo que hago es buscar a alguien que camine y me indique el camino a seguir. Y creo que es lo que hacemos todos, o casi todos     - Tiene muchísimo éxito en Alemania, ¿a qué cree que se debe?     -  Alemania es un mercado totalmente diferente, con unas cien millones de hablantes entre varios países tiene una industria editorial sumamente potente que hace apuestas seguras y fuertes. Interesan los personajes y que no habían visto una forma de escribir así, es una nueva forma de escritura para ellos.
     - Parte de la riqueza del libro está en las formas, comparado con Thomas Mann, con Vargas Llosa en sus comienzos, con Pla, un tanto más cercano geográficamente, ¿De dónde bebe Jaume?¿Cuáles han sido sus maestros?     - Hay muchos en realidad, me gusta Márquez y Vargas Llosa sobre todo en sus comienzos, y Carpentier y Rulfo. Me interesa mucho la literatura alemana, Thomas Mann… su Doctor Faustus es un libro para idolatrar. Hay muchos autores catalanes también que no son Pla, como Villalonga y Rodoreda, grandes maestros también Llull y Martorell. Me atraen también los grandes clásicos, la Divina Comedia, no sería quien soy sin ella. No hay un maestro concreto, estoy leyendo permanentemente y releyendo, en este momento pensando en releer a Anna Karenina. Toda la literatura influye, toda es leída, bebida, trabajada. Incluso la que no gusta, aunque sólo sea por pensar, “yo nunca haría algo así a mi personaje”. Aprovecho para leer más en los períodos entre novelas, pero siempre hay un regusto triste porque tengo 65 años y cuando entro en una biblioteca descubro todo lo que aún me falta por leer.     - ¿Cree usted que las nuevas tecnologías fomentan la lectura o que esos lectores que iban a acercar los libros a los jóvenes al final no lo hacen porque los jóvenes que no leían prefieren usar la tecnología para jugar al Angry Birds?     - Yo creo que el lector normalmente lo es porque proviene de una familia lectora más que por las tecnologías. Los padres que leen convierten en lectores a sus hijos. También puede darse en el entorno. Como profesor de bachillerato me he encontrado con chavales lectores y otros que sin tener entorno se sienten atraídos. Cuando la literatura es tu pasión y consigues transmitirla, los alumnos ven una chispa, una llama como si hubiera gato encerrado, y entonces muchos se descubren queriendo saber el color del gato. Es una edad difícil pero siempre engancha alguno o bien analizan su pasión por la tuya.     - Un final impactante el del libro:     “Di por definitivamente acabada esta novela el 27 de enero de 2.011 aniversario de la liberación de Austwitz”     Seguido de una dedicatoria genérica, o casi, pero completa.     - Estoy agradecido a mucha gente. Piensa que llevo dando la lata 8 años pensando en la verosimilitud. Por ejemplo en cuestiones médicas, pedía que lo leyeran y una vez la respuesta que obtuve fue “Esto jamás lo diría una enfermera” y justo eso era lo que yo buscaba, la crítica que me ayudara a conseguir que fuera real. Por eso no pongo nombres en el agradecimiento, son muchos y no quiero dejarme ninguno por el camino o primar unos sobre otros.     En cuanto a la fecha es la real en que lo finalicé, recuerdo incluso la hora, fue a media mañana. La historia comienza antes de la publicación de Las voces del Pamano, es decir que empieza en 2.003.     Es curioso además que las primeras frases de la novela son lo que escribo al final. En este caso, lo último que escribí fue     "Hasta anoche, andando por las calles mojadas de Vallcarca, no supe que nacer en semejante familia había sido un error imperdonable."Buscando además que esa frase fuera perfecta para casi resumir y enganchar la curiosidad del lector, la necesidad de saber.     - Aunque luego está llegar al final. Esos finales que ya sabemos no van a ser felices y edulcorados.     - El final formaba parte de esta composición en que la historia se engulle a si misma, como una Botella de Klein, y si conseguía eso, tenía el imposible hecho novela. Es mas, lo abandoné por un tiempo, pero cuando finalmente me encaré con el final estaba decidido a darle ese giro .     - Muchas gracias, ha sido un gran placer hablar contigo y descubrir al autor tras la obra.     - Gracias a ti, también ha sido un placer.     Quería daros también las gracias a todos por pasar, por leer, por dejar vuestras impresiones sobre lo que vais encontrando y con ello una muestra de vuestro paso. Gracias, de verdad.     Bibliografía (Completa aquí):     - La telaraña     - Fra Junoy o la agonía de los sonidos     - Libro de preludios     - Señoría     - Las voces del Pamano     - Yo confieso

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