Una vez que hemos reseñado las novelas que componen la exitosa trilogía de Marco Duarte, entrevistamos a su autor, auténtica revelación de la temporada literaria y premio Icue negro por la primera entrega de la citada trilogía.
P. ¿Qué podemos saber de Javier Marín?
R. Soy de San Javier, Murcia. Lector desde que tengo uso de razón, primero con mis cómics de Astérix y después, como casi todos los de mi quinta, con “Barco de vapor” J. Fiel a los géneros de ciencia ficción, terror y, por supuesto, novela negra. Estudiante de Derecho y desde pequeño jugador de tenis. Hoy en día intento combinar la afición por la escritura con mi trabajo… aunque de momento sigue ganando en tiempo lo segundo.
P. ¿Qué ha supuesto en tu trabajo el premio Icue negro?
R. Un reconocimiento, una manera de creer en que es posible, no solo para mí, para todos los autopublicados que, como yo, buscan lectores y hacerse un hueco en este difícil mundo de la escritura. Sin duda, el momento más feliz de mi cortita carrera literaria. Ojalá se repita alguna otra vez porque la emoción y el torbellino de sensaciones cuando oyes tu nombre es algo indescriptible.
P. Podrías decirnos qué hay de noir y qué de policial en tus novelas?
R. El noir se caracteriza por desarrollarse en un ambiente de misterio y eso es lo que he intentado en mis novelas, que los crímenes estén envueltos en ese halo de incertidumbre que hace dudar de cada detalle. La parte policial creo que es evidente, quienes llevan el peso de la investigación son policías y muchas escenas importantes tienen lugar en la comisaría. En conjunto, y a mi modo de ver, la historia se encaja en el género negro más tradicional.
P. ¿Crees que el ambiente que reflejas en Tablero mortal es prototípico de lo que ocurre en las comisarías españolas?
R. Creo que es más ficción que realidad, no digo que no haya escenas que se den, pero en general y por lo fluido que tenemos que intentar plasmarlo para no aburrir, nos alejamos un poco de la realidad.
P. ¿Hay diferencia entre la novela negra mediterránea, la del norte de Europa y la americana? ¿Dónde encuadrarías a Marco Duarte?
R. Aunque, como es lógico, todas tienen elementos comunes —uno o varios crímenes, la violencia, la denuncia social o el conflicto humano, por ejemplo—, sí que noto algunas diferencias entre los autores nórdicos, los americanos y nosotros. Quizás aquí nos acerquemos más al modelo americano, al que estamos acostumbrados a ver en las películas, encuadrando las historias en cierta marginalidad y marcando más la crudeza del lenguaje y la violencia. El manejo del tiempo también creo que es una diferencia importante, aquí queremos ir contrarreloj, las cosas pasan rápido y, de ese modo, es más fácil que al lector se le pasen por alto detalles importantes. La novela del norte de Europa, a mi modo de ver, es más pausada.
P. ¿Hay algún escritor con el que te sientas identificado?
R. Eso deberían decirlo mis lectores, seguro que serían muy chulas las comparaciones, fuera quien fuera con quien me compararan. Ojalá a alguien le recuerde a Jeffery Deaver, para mí uno de los magos de la novela negra americana y el número uno en sorprenderte al final de los libros.
P. ¿Cómo nació Marco Duarte?
R. Espero que no te rías mucho, pero después de leer dos libros policiacos que no me gustaron nada, (me reservo los nombres) dije “Yo lo puedo hacer igual de mal que estos dos”. Y después de haber escrito muchos relatos, intente escribir algo más largo y que pudiera servir de carta de presentación para un grupo de jóvenes investigadores. Marco Duarte fue el resultado y sus compañeros fueron apareciendo a su lado.
P. ¿Hasta qué punto estás mediatizado, en tu literatura, por el cine?
R. Es curioso, pero no me atrae tanto el cine como otro libro. Desde luego cuando escribo alguna escena siempre recuerdo alguna película o serie, pero pienso más en otros libros.
P. ¿Ves al equipo de tu protagonista en un thriller cinematográfico?
R. ¡Sería increíble! Sí que lo veo, de hecho cuando escribo, describo la imagen de lo que veo en mi cabeza, me pasa la película por delante de los ojos y solo tengo que pasarlo al papel.
P. ¿Por qué los personajes se mueven en una ciudad sin nombre, a todas luces española, y en la tercera entrega sabemos que el asesino actuó en Brujas?
R. Ni veía ni quería encuadrar la novela en ninguna ciudad en concreto, pensé que sería más bonito que cada lector tuviera en mente la suya propia. Lo de Brujas fue para los lectores que me criticaban eso precisamente, que no estuviera localizado ningún escenario. Minimizando críticas, se llama J
P. ¿Qué te lleva a hacer que un personaje involucione? En la primera novela Alejandra era la ganadora, atractiva, válida… ¿Por qué es una de las que sufre más, tanto en el plano personal como en el profesional?
R. La vida misma, la forma en que dos personas afrontan las adversidades de forma diferente, Alejandra involuciona, Miriam se crece. Esa dualidad quería reflejarla, poniendo a los personajes a prueba y haciéndolos evolucionar a lo largo de los tres libros. Unos mejor que otros…
P. ¿Qué diferencias encuentras, como inspectores jefe, entre Míriam Rueda y Marco Duarte? ¿Quién sería el idóneo para continuar la saga? ¿Piensas continuarla?
R. Míriam es más cerebral, Marco más emocional. La virtud de Marco no es ser un superpolicía, incluso creo que tiene más fallos que aciertos, pero consigue algo que puede resultar difícil, mantener la unión de todos los miembros del equipo, su respeto y que cada uno ocupe su lugar en él. Ese liderazgo es su poder. No quería que fuera un héroe sin capa, todo lo contrario, quería que tuviera sus luces y sombras. Creo que seguirá Marco como inspector jefe… a no ser que por el camino tenga algún problema… ya me conoces un pocoJ
P. ¿Puedes revelarnos algo de tu técnica al construir la trama? ¿Apuntas personajes, cuándo salen y desaparecen? ¿Cómo es la fase de documentación?
R. Pienso en la trama, los puntos fuertes, el posible final. Ya con eso empiezo a escribir, sin notas, sin apuntes. Del capítulo 1 hasta el final sin parar. Con las correcciones ya volveré a leer, cuando me pongo prefiero no parar hasta el final y durante el proceso lo tengo todo en la cabeza. Me voy documentando según las escenas y según lo que me pide la historia al momento. Al ser todo ficción no necesito tener esa fase de documentación propiamente dicha. Me estoy dando cuenta de que soy un mal ejemplo y cuando veo a otros escritores con todo lleno de Post-it miro con envidia J
P. ¿Te has planteado cambiar de género narrativo?
R. Si, me encantaría probar con algo de terror o paranormal y sobre todo ciencia ficción. Seguro que antes o después acabo haciéndolo.
P. Para terminar te pido una serie respuestas rápidas, casi sin pensar. Imagina que vas a emprender un largo viaje y debes llenar tu maleta con:
Una película..................................................... Seven.
Una canción..................................................... “Turnedo” Iván Ferreiro.
Un libro............................................................. Los asesinatos de Manhattan.
Un cuadro........................................................ El Grito, Munch.
Una palabra...................................................... Acho (es mágica) J.
Un sabor........................................................... Nata.
Un olor.............................................................. Tierra mojada.
Un color............................................................ Negro ;)
Una estación del año...................................... Invierno.
Un lugar donde perderte................................ Nueva York.
Una prenda de vestir...................................... Chándal de algodón.
Un consejo para ti mismo y para todos....... No dejes de aprender.
Con la bonita panorámica de este paisaje, donde se forjan todas las tramas de Javier, nos despedimos de él (hasta su próximo libro), con nuestro agradecimiento por su simpatía, su paciencia y los buenos ratos que nos ha hecho pasar con sus novelas. ¡Hasta pronto!