Revista Cine

Entrevista a Martín Shanly

Publicado el 10 diciembre 2015 por Srinterrogante

Martin Shanly, director de cine, me "recibe" en su ordenador. La entrevista es por Skype, la primera que ambos hacemos. Resulta atropellado al principio, pero luego poco a poco este joven realizador suelta reflexiones sobre su película que ayudan a entenderla de forma más exacta.
P: ¿Ahora estás en Argentina rodando, cierto?
R: Estamos por rodar la película de un amigo, que se llama Lucas. Estoy ayudando con la producción.
Claro, porque en Juana a los doce además de escribir y dirigir, produces. ¿Con qué te encuentras más cómodo?
Escribir, producir es algo que no me divierte mucho (risas).
Supongo que tuviste que hacerlo por necesidad.
Claro, yo conocía a todo el mundo, también en las localizaciones, porque era gente de mi infancia, así que no quedó otra que cargarme eso. Pero sí, aunque tuve mucha ayuda del resto de productores.
¿Qué edad tienes Martín?
Tengo 27.
Pensaba que sería mayor, estoy sorprendido. Pero agarro mi profesionalidad y sigo adelante con la entrevista. 
Entrevista a Martín Shanly
Hasta qué punto querías con Juana a los docecrear una crítica o simplemente te interesaba contar una historia.
No con maña... sí quería representar un lugar y plantear ciertos interrogantes, pero no quería ensañarme con cierto de estilo de vida. Me parecía mejor mostrarlo con todos sus matices, con sus cosas buenas y malas, y que luego cada espectador saque su opinión y decida.
Lo curioso fue que después de ver la película hubo opiniones muy diversas con respecto al mundo que la cinta representa, y eso me hizo sentir bien. La idea era mostrar un lugar y generar una discusión sobre si eso está bien o mal. Plantear una pregunta.
Normalmente las películas que hablan de adolescentes o de niños, están contadas por adultos que intentan ser honestos pero no lo consiguen. Pero esta película es muy directa y sincera, e incluso tiene escenas idénticas a cosas que me han llegado a ocurrir. ¿Esta dosis de realidad se consigue en el guión gracias a la documentación o a recuerdos de tu infancia?
¡Gracias por pensar eso! Fue algo muy natural a nivel de guión, había ciertos recuerdos que yo conservaba desde chico, pero también esa sinceridad de la que hablas creo que la aportan los actores. Les dejé mucho espacio para que hicieran lo suyo, especialmente a los niños. Tuve mucha suerte porque eran increíbles.
Uno de los primeros recuerdos que me vienen es del chico que hace de Torcuato celebrando la nota del examen cuando se lo entregan, eso lo hizo él y yo no le dije nada. Fue genial, y de cosas así nace la realidad que la película tiene, de no sentirse intimidados por las cámaras. 
¿Por qué una niña y no un niño? ¿Por qué Juana y no Juan?
Es una buena pregunta, en las primeras versiones del guión era un niño. Pero después me ofusqué bastante en que quería que fuera mi hermana la que protagonizase la cinta. Es la que interpreta a Juana y mi madre interpreta a la madre de Juana, es una película muy familiar (risas).
¿Y eso fue el detonante, la facilidad del casting?
Fue lo que activó todo, porque mi hermana tenía la edad de la protagonista y había que asegurarse que lo que teníamos no se perdía.
Siendo una niña, piensas en otros cineastas que han tratado el paso a la adolescencia, como Brian de Palma y Carrie y te das cuenta que aquí no hay momentos en los que hagas referencia a una cuestión puramente femenina de esa evolución. El único momento, y dime si es intencionado o no, es cuando la madre de Juana la maquilla para ir a una fiesta de disfraces.
No sé hasta que punto fue intencionado. Me siento muy cómodo escribiendo personajes femeninos, nunca sentí la necesidad de hacer nada concreto al respecto, me parece que esa normalidad es la mejor forma de retratar a las mujeres.
Los disfraces: ella va de drácula, otro de Robin... ¿hay algo ahí?
Si lo hay es muy inconsciente, aunque es verdad que desde que escribí el guión sabía que uno iba a ir de Robin, aunque nunca entendí por qué. Me hacía gracia la idea de que quisiese ser el segundo, el subordinado (risas). Lo de drácula fue porque yo una vez de chico acudí a una fiesta disfrazado de drácula. Una fiesta a la que mi mamá me invitó, igual de terrible que en la película (risas).
Aparece Frida Kahlo en la película, artista que también tuvo una infancia complicada por enfermedades y situaciones familiares.
Sí, no es accesorio, me acuerdo mucho del impacto que causó en mi uno de sus cuadros cuando era chico. Me gustaba el diálogo que se crea entre la escena de Frida Kahlo con aquella en la que la madre de Juana pinta platos y su hija le dice que "son demasiado lindos". Creo que con Frida Kahlo a Juana se le abre un nuevo mundo en ese aspecto y además, ella que estudia en un colegio inglés, por primera vez recibe una introducción a Latinoamérica, que es el lugar donde vive y del que no sabía nada. Descubre que el dolor y el sufrimiento también puede ser bello. 
Entrevista a Martín Shanly
¿Crees que esta película podría ayudar a niños o adolescentes con problemas como los de Juana, que puede normalizar comportamientos de este tipo?
Si alguien puede ver mi película y sentirse identificado, dejar de sentirse sólo, sería buenísimo. Por cierto, hace poco me ha pasado algo muy lindo, recibí una carta de un niño tras la proyección en el festival de Sevilla. Decía que le había gustado mucho, y luego cosas como "¿por qué hablan todos en argentino?" (risas).
Te preocupa la corrección política alrededor de este tipo de comportamientos, el lenguaje, las conductas.
Es curioso, mencionabas Carrie y hay otras como El Exorcista , abundan las películas de terror sobre niñas que no se comportan como deberían, a las que no les gustan sus muñecas. La película empieza como un misterio, nos preguntamos que irá mal con esta chica, pero luego nos damos cuenta de que quizás no es tanto la chica sino las cosas que los adultos proyectan sobre ella. Porque Juana simplemente es una chica particular en un momento complejo de su vida. Eso quería generar, empezar como un misterio y que luego se fuese por otros lados.
Seguimos hablando sobre nuevos proyectos, Martín quiere hacer otro largo, pero muy distinto a su primera película. Su hermana no quiere ser actriz. El cine argentino tiene muchas voces actualmente que escuchar, cada vez más internacionales, y la de Martín Shanly es de las más interesantes.

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