Entrevista a Rian Johnson, guionista y director de Looper

Charlamos con Rian Johnson, guionista y director de Brick (2005) y Los hermanos Bloom (2008), acerca de su nueva película, Looper, un thriller de ciencia-ficción con viajes en el tiempo protagonizado por Joseph Gordon-Levitt, Bruce Willis y Emily Blunt.

Ha trabajado con Joseph Gordon-Levitt en todas sus películas, incluyendo un cameo en Los hermanos Bloom, ¿se conocían antes de Brick? ¿Cómo ha visto su evolución como actor?

Le conocí en el casting de Brick y nos hicimos íntimos amigos. Le conozco desde hace bastantes años y para mí es difícil decir cómo ha cambiado, ya que yo también he cambiado mucho estos años, pero se ha mantenido firme en su convicción de elegir papeles sólo por una razón: siente verdadera pasión por el guión y quiere trabajar con las personas involucradas en el proyecto, ya sean películas independientes como Brick y Mysterious Skin, o la nueva de Batman.

Hablando de Joe, para su papel en Looper estudió todas las películas de Bruce Willis para conseguir hablar y andar como él, ¿cómo fue el proceso de caracterización?

Joe pasó mucho tiempo con Bruce Willis, vio muchas de sus películas y escuchó con detalle una y otra vez el audio de Sin City, que llevaba consigo en su iPod. Además, Bruce grabó las líneas de diálogo de la voz en off  de Looper y se las envió a Joe para que escuchara cómo las decía. Joe no se fijó en Bruce de joven, no vio Luz de luna ni la primera Jungla de cristal; sino en el Bruce actual. Creo que esto fue muy inteligente por su parte, ya que así no estaba imitando a Bruce Willis de joven, sino creando una versión joven del Bruce actual que resultase creíble.

Looper tiene géneros muy marcados, ¿cuáles fueron sus referencias literarias y cinematográficas?

Mientras escribía me vi influido por un par de obras que tienen poco que ver con la ciencia ficción. Macbeth fue una de ellas, por raro que parezca, pero las brujas de la obra funcionan como el viaje temporal en Looper, dan un poco de información acerca del futuro al personaje que le lleva a cometer actos horribles con tal de que se cumpla la visión del futuro que le ha sido revelada, como hace el viejo Joe. También me influyeron Temor y temblor, de Kierkegaard, por la dinámica del sacrificio de Isaac a cargo de Abraham; Cuatro cuartetos, de T.S. Eliot, por la relación entre el presente, el pasado y el futuro, y Haruki Murakami, mientras escribía, leía El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas. Muchas obras bien diferentes, en resumen.

¿Cómo ha trabajado en el guión con todo este material como base? ¿Cómo construye una narración con tantos referentes y giros radicales?

Me paso mucho tiempo escribiendo en cuadernos y haciendo esquemas, planos y diagramas. Si tardo un año y medio en escribir el guión, al menos un año lo dedico a esta fase de los cuadernos. Hacer esquemas y planear en detalle me parece muy práctico para el componente de ingeniería de la escritura de un guión. Luego, cuando llega el momento de escribir el guión en sí, resulta más fácil, está casi listo.

¿Qué le llevó a escoger este reparto?

Joe y yo somos grandes amigos y queríamos volver a trabajar juntos, además, sabía que su papel requeriría una gran transformación, y eso es algo en lo que Joe es muy bueno y que le gusta mucho hacer, le encanta desaparecer y convertirse en el personaje. En cuanto a Bruce, le considero un gran actor, no le da miedo arriesgarse y mostrarse vulnerable en pantalla, como en Doce monos. Además, me encanta lo que supone su presencia en una película, cuando aparece en pantalla el público espera que salve el mundo enfrentándose con el malo a tiros. Eso mismo viene a hacer en Looper, sólo que llega un punto en el que te das cuenta de quién es el verdadero malo y se genera cierta ambigüedad moral, lo cual me interesaba mucho.

Como director, ¿qué diferencias encuentra a la hora de trabajar con viejos amigos como Joseph Gordon-Levitt y con grandes estrellas como Bruce Willis o Jeff Daniels?

Es muy distinto, pero no sé si porque son estrellas o porque cada actor es diferente del resto. Cada actor necesita algo distinto, y parte del trabajo del director es escucharles e intentar descubrir cómo puedes apoyarles. Son todos muy diferentes, pero Joe y yo tenemos una relación única al ser tan buenos amigos, es más bien como si fuéramos dos cineastas colaborando que la relación tradicional entre actor y director.

Looper partió de una idea para un cortometraje y acabó convirtiéndose en película, ¿en qué consistía el cortometraje original?

Creo que acabaré colgando el guión del corto en Internet. Comenzaba con la voz en off del principio de la película, y luego el corto se centraba en la persecución entre el looper y su versión del futuro, mientras una voz en off nos hablaba del dilema moral que esto plantea. Terminaba con un enfrentamiento en la playa, y no aparecían los personajes de Sara y Cid, pero sí la mujer de Joe.

Dentro de la mezcla de géneros de la película, llama la atención su sentido del humor, que es muy sutil. ¿Tiene algún referente en este aspecto?

Me encanta el humor que acompaña de forma natural al género negro. Por ejemplo, una de mis películas favoritas, Muerte entre las flores, es muy seria y oscura, pero a la vez muy divertida, no porque haya bromas en ella, sino por el tipo de situaciones de la película, me encanta esta mezcla extraña.

¿Cómo se involucró Joseph Gordon-Levitt al ser también productor de la película?

La idea de que fuera productor de mi próxima película surgió hace tiempo, cuando presentamos Brick en Sundance, así que estuvo muy involucrado en esta película.

En las películas de viajes en el tiempo suelen quedar muchos cabos sueltos, pero no en Looper, ¿cómo lo consiguió?

Como narrador, no se trata de que todo tenga sentido en una historia de viajes en el tiempo, sino de transmitir la ilusión de que todo tiene sentido, así que, si lo he conseguido con los espectadores, estoy muy contento con mi trabajo.

La película mezcla una visión triste con otra más esperanzadora, ¿es ésta la idea que tiene acerca de lo que nos espera en el futuro?

Me pareció la combinación más sincera. En la vida hay cosas muy tristes, momentos muy duros, las cosas son buenas a veces, otras malas, y todo lo que puedes hacer es tener esperanza, tener esperanza en que si nos portamos bien con la próxima generación, ellos harán del mundo un lugar mejor, y eso lo he querido transmitir en la película.

Hay ciertos aspectos de la película, como los ataques de vagabundos o la insistencia de un personaje en viajar a China y no a París, que se tratan de forma pasajera, ¿estaban más desarrollados en otras versiones del guión y tuvo que dejarlos fuera del montaje final?

Me encanta hacer alusiones a algunas cosas y no explicarlas, dejarlas así. Recuerdo cuando era pequeño y en Star Wars, en la original, mencionaban las Guerras Clon, que nunca llegabas a ver, así que me imaginé toda una fantasía que desde luego me parecía mucho más emocionante que cuando rodaron las Guerras Clon y nos las mostraron en las precuelas. Creo que ahora hay cierta tendencia a explicarlo todo, a hacer precuelas de cómo surgió todo, pero creo que es mucho más interesante dejar pequeños cabos sueltos a la imaginación.

¿Qué le resultó más complicado al escribir y dirigir?

Mientras escribía, lo que más me costó fue desarrollar los viajes en el tiempo, crear todas las reglas y un sistema que funcionase en la película, y después vino la parte de cómo salir del paso sin explicar todo en detalle, es decir, siempre hay cierta tentación de demostrar qué listo eres explicando todo el sistema al público, pero creo que eso es muy aburrido e innecesario, encontrar el punto medio fue uno de los grandes desafíos a la hora de escribir.

Lo más difícil de rodar fue la escena de la cafetería, cuando Joe y Bruce mantienen una conversación muy larga. Aunque en cierto modo era la más simple de rodar, también era la más compleja, me dio mucho más trabajo elegir los ángulos desde los que rodar la conversación que una escena de acción, ya que aquí no podías esconderte detrás de ningún efecto, sólo eran dos actores hablando uno con otro.

¿Puede compartir con nosotros alguna anécdota del rodaje?

Es una lástima que no sucediera nada terrible, ojalá hubiera pasado algo como en los rodajes de Terry Gilliam, pero sí que puedo contaros algo bonito. Joe cumplió treinta años mientras rodábamos la escena en que se cae de una ventana. No usamos ninguna pantalla verde, sino que le hicimos caer cuatro pisos sujetado por cables mientras le seguíamos con la cámara. Así que estaba allí arriba, colgado a 10 metros del suelo, cuando trajimos una tarta al plató y empezamos a cantar el cumpleaños feliz.

En sus películas siempre encontramos personajes femeninos muy fuertes, ¿cuál fue su inspiración para el que interpreta Emily Blunt en Looper?

Me dio la sensación de que no llegué a entender del todo de qué iba la película hasta que no desarrollé el personaje de Sara (Emily Blunt). Se trata de una madre muy fuerte que intenta conectar emocionalmente con su hijo Cid, que es muy distante. Recuerdo haber escuchado en la radio historias sobre padres con hijos autistas con los que no pueden conectar, pero aun así les hacen llegar el amor paternal que todo niño necesita. Esta historia me llegó mucho y me pareció un tema muy poderoso.

Joe, Kid Blue, trabucos, revólveres, gabardinas… casi parece que estamos en una película del Oeste, ¿de dónde provienen estas referencias?

Hay una gran atmósfera de western en la segunda mitad de la película, cuando llegan a la granja. La película obliga a Joe a tomar una gran decisión, debe elegir entre el modo de hacer las cosas de la ciudad y el de Sara. Así, hay una división entre estos dos ambientes: mientras que la ciudad es un escenario de género negro, con la ambigüedad moral que eso conlleva; la granja es un western con un sentido muy marcado del bien y del mal, lo cual me interesaba mucho. Claro que hay muchas influencias del western, me encanta este género, incluso hay un homenaje a Raíces profundas.