Ernesto Grassi
Entrevista al Dr. Emilio Hidalgo-Serna, Codirector de la Serie ATT Humanismo en Anthropos donde se vienen publicando diversas obras de Ernesto Grassi y de Giambattista Vico.1. Usted nos dice que Arte y mito es uno de los libros fundamentales de Grassi. ¿Cuál es el contexto especulativo de esta obra? La meditación que Grassi nos propone en Arte y mito es la continuación de la experiencia itinerante que el intérprete del Humanismo había comenzado en su Viajar sin llegar. Un encuentro filosófico con Iberoamérica (Anthropos – colección Humanismo, vol. 11, 2008). El filósofo italiano renuncia en ambas obras a las categorías que en la tradición occidental han conformado el criterio de objetividad científica, confronta la creencia en la validez universal de la preeminencia de la realidad histórica y, al analizar el arte y el mito, la aísthesis, la empeiría o la téchne en la filosofía griega y en el pensamiento contemporáneo, nos muestra cómo y por qué en el nuevo continente –“nuevo” también para él, porque supone una desconcertante experiencia de la alteridad y un valioso descubrimiento filosófico– la naturaleza no se agota ni puede ser reducida exclusivamente a experiencias objetivas de carácter lógico, racional y demostrativo.
2. ¿En qué radica la originalidad de Arte y mito? De acuerdo con la tradición latina y con el Humanismo filosófico renacentista, que Grassi revaloriza en la línea del humanismo retórico, filológico e histórico, el autor argumenta inventivamente y sustituye el insuficiente lenguaje abstracto y el discurso lógico-demostrativo por un discurso ingenioso, pasional y poético que le permite expresar el mundo a-lógico del mito y del arte, meditando a partir de sus propias vivencias en América Latina el devenir metamórfico de la realidad y el origen de fenómenos poiéticos como la pintura, la música y la poesía. Arte y mito, fruto de esa anterior experiencia vital latinoamericana, responde a la necesidad de entablar un fructífero coloquio filosófico con una realidad nueva y señala los peligros de aplicar las nociones de la cultura y de la técnica europeas cuando se pretende juzgar la condición mítica, arcaica y existencial del arte. Es original el modo en que los contenidos de este libro –al hilo de los textos de la filosofía griega– abarcan la realidad originaria, la naturaleza aún no “humanizada”, la reshistórica, y la multiplicidad de manifestaciones primordiales que cristalizan en el mito y el arte. Y no menos original resulta la confrontación que de sus tesis sobre el mito realiza Grassi con los principales autores y especialistas en su propia época (E. Cassirer, W.F. Otto, H. Blumenberg, K. Kerény, M. Eliade, etc.).
3. Esta edición en español incluye un ensayo posterior que el autor añadió en 1990 a la última edición alemana de Arte y mito. ¿Cuál es la aportación de Grassi en este nuevo capítulo? En primer lugar quiero advertir a los lectores que entre el estudio conclusivo de Grassi sobre La inversión de la concepción tradicional del arte. La palabra metafórica (cfr. Cap. VII, pp. 115-147) y la primera edición de Kunst und Mythos(1957) median treinta y tres años de fecunda lectura y singular interpretación del humanismo filosófico. Como en sus últimos libros –La preeminenza della parola metaforica (1987), Vico y el humanismo (Anthropos, colección Humanismo, vol. 5, 1999), La metafora inaudita (1990), o su obra póstuma Il dramma della metafora(1992)–, en este nuevo texto el autor nos asegura que la problemática del arte en el Humanismo tiene sus raíces en la pregunta por la palabra poética y en la concepción de la metáfora como lenguaje originario. Grassi atribuye a la palabra metafórica la función filosófica de la desocultación histórica del ser. Así, por ejemplo, la palabra poética y metafórica, el arte y los mitos expresados por el arte poética pasan a desempeñar en Dante el protagonismo que anteriormente tuvieron el problema de lo ente y la determinación racional del mismo. Apoyado en los textos de Mussato, Bruni, Valla o Vico, Ernesto Grassi –heterodoxo discípulo de Heidegger– constata las semejanzas y diferencias entre el Humanismo y la filosofía heideggeriana. Aunque ambos condenan la metafísica tradicional que parte del problema de lo ente y afirman en cambio la función originaria de la palabra poética, Heidegger niega que la palabra poética sea una metáfora, cree que la concepción humanista del arte presupone una metafísica y se declara anti-humanista sin haber analizado los clásicos del humanismo italiano. En este último capítulo incluido por el autor en la última edición alemana de la obra, Grassi muestra frente a Heidegger que, para la tradición humanista, el mito y el arte son formas originarias del desvelamiento de lo ente en su historicidad y representan no sólo la inversión del pensamiento tradicional, sino la afirmación de la preeminencia de la palabra metafórica en la construcción de la realidad, aunque también –y no menos importante– en la interpretación filosófica de la misma.