Revista Cine
Estamos convocados en un céntrico hotel de Madrid para charlar con JoshRadnor que presenta su película. Aunque es su segundo día de entrevistas, no se le nota demasiado cansado y se muestra especialmente encantador y con ganas de hablar de su trabajo. Cuando empieza a hablar dejamos de ver al personaje para ver a la persona, alguien con un gran bagaje cultural que desprende sin resultar artificioso ni pretencioso. Hablamos de Liberal Arts o como se va a llamar aquí, Amor y letras y Josh Radnor vuelve a estar en su triple faceta de director, guionista y actor protagonista. Nos cuenta que en esta película tenía una mayor confianza de que la iba a hacer, porque con HappyThankYouMorePleaseno lo tenía tan claro. En la primera película consiguió rodearse de un gran equipo que le ayudó a terminarla porque no sabía cómo hacerla. Había una voz que le decía que no lo podría hacer pero el estaba convencido de que lo logaría y de que podría mejorar. Si con su primera película está un 60% satisfecho con esta segunda un 95%. Algunos días estaba muy cansado de estar delante de las cámaras y luego irse detrás y le hubiera gustado centrarse más en la dirección y estar menos tiempo en pantalla. Ser director ya es suficiente trabajo como para además tener que actuar. Y no es que prefiera dirigir a actuar, le gusta participar en un proyecto de otros como en la película de Jill Soloway, Afternoon Delight; pero a la vez dirigir y que sea otro actor el que la protagonice. Aunque hay aspectos en los que debe mejorar, uno de los puntos fuertes como director es que sabe bien cómo tratar a los actores. Trata de escribir un guión vistoso para ellos aunque hay algunos que prefieren que se les den muchas indicaciones y otros prefieren que se les de libertad y buscan poca dirección, así como darle confianza. Hay que hablar con muchos actores y cada uno es distinto y lo complicado es saber qué es lo que cada uno necesita.
Al plantearse una nueva película no tiene muy claro qué es lo que quiere contar, al principio Liberal Arts era una historia de universitarios que hablan de música y de libros, entonces es cuando aparece el personaje del viejo profesor que está a punto de jubilarse, la vuelta al campus del protagonista y la trama empezó a hacerse más compleja. En unas escenas de la película el personaje de Josh Radnor critica duramente al interpretado por Elizabeth Olsen por leer una novela tan mala como la de unos vampiros adolescentes, no se menciona el título pero es fácil imaginarse que se trata de Crepúsculo. Nos confiesa que en principio no trata de atacar estos libros, de hecho el personaje de Zibby los defiende porque leer algo placentero es bueno para uno. A Josh Radnor estos libros le confunden porque no cree que sean buenos pero que en principio le gente debe leer cualquier cosa que le guste. Personalmente el lee libros más serios pero tiene buenas experiencias muy buenas cuando era más joven con otra clase de literatura. Estamos en un momento en el podemos leer o ver cualquier cosa que queramos, hay novelas como las de la saga crepúsculo o las cincuenta sombras de grey. Puedes elegir ver o no ver, que cada uno ponga sus filtros.
No tiene un guión sobre lo que quiere contar, sólo le gusta mirar e intentar ser emocionalmente honesto. Cada espectador hace su propia lectura de la historia y cada uno tiene un personaje con el que se siente más identificado. Además de una historia romántica, se habla del paso de la transición de la juventud a la madurez. En las culturas tribales hay una serie de cosas que haces en distintas etapas de la vida, cuando un joven pasa a ser un adulto lo sueltan cuatro días en la selva, o existen rituales de transición para superar distintas etapas de la vida y tener nuevas responsabilidades. En cambio, aquí no tenemos ese tipo de cosas, cada uno tiene que hacerlo por si mismo. Cuando se plantea un nuevo personaje, piensa en alguien que está en un principio indefenso, confuso, en un momento de crisis y que no saben ni quien es y piensa qué es lo mejor que puede hacer o cómo lo van a conseguir. Los personajes van creciendo a lo largo de la historia y aprendiendo cómo hacer las cosas. Lo más interesante es ver cómo evolucionan y se transforman. Los personajes de Liberal Arts son especialmente sofisticados. Uno de los más interesantes es el que interpreta Zach Efron al que conoció en un festival de cine y con el que tiene una gran amistad. Nat tiene una sabiduría no académica, algo que no ha aprendido de los libros. Es como un loco, un sabio, como un personaje salido de la pluma de Shakespeare, un payaso que se atreve a decirle la verdad a los demás. El personaje de Josh Radnor, Jesse Fisher es alguien que quiere hacer un mundo mejor y honesto. Hasta ahora siempre lo hemos visto interpretando a personajes amables con los que uno se iría de cañas aunque depende de las circunstancias podría plantearse hacer un personaje negativo, alguien al que el público pudiera odiar. No le gustaría de todos modos estar en una película de horror o especialmente violenta, prefiere contribuir con algo que tenga valor. Si es una historia importante no le importaría hacerla siempre que no se destrozaran los unos a los otros. Hay varios tipos de oscuridad, y algunas tienen que ver con la naturaleza humana. De todos modos, como actor le gustaría hacer distintos personajes.
Hay muchos directores de cine a los que admira, pero no trata de parecerse a ninguno, busca tener su propia voz e ir mejorando. Para el lo importante es seguir trabajando en nuevas historias y el éxito de una película determina que puedas seguir haciendo más.
Amor y letras