Gracias a la participación de los lectores en el blog, hemos decidido hacer este nuevo post acerca de los materiales que se usan para envasar y para conservar en casa, nuestros alimentos. Toda la mitología que rodea este tema da para muchas líneas ya que cada nuevo estudio refleja mejores o peores propiedades dependiendo del producto del que se habla, pero sencillamente trataremos de poner orden entre todas las posibilidades que el mercado nos ofrece y trataremos de exponer que pros y que contras tiene cada uno.
Como envase más simple tanto para la industria como para nosotros mismos tenemos los materiales como el papel y cartón. Sus cualidades son el bajo coste, su producción es muy económica y son reciclables. Se degradan fácilmente así que no son un problema para el medio ambiente. Por otro lado son envases que tienen poca resistencia al rasgado, no son un buen aislante de gases porque permiten la permeabilidad tanto de entrada como de salida, nuestro plato puede absorber olores ambientales si está envasado en papel o cartón. Tampoco es buen aislante al vapor de agua, si trasladamos con cartón o papel un plato caliente, el vapor empapará el envase y posiblemente pierda fuerza estructural y se rompa. Suelen usarse como bolsas o como parte de un envase más complejo, también como envase de alimentos secos, azúcar, sal, harina…
El vidrio es uno de los materiales más antiguos que siguen usándose aún para almacenar alimentos. Todo son, a priori, ventajas para usarlo, puede calentarse tanto en microondas como en horno, también puede congelarse comida en él, es un material totalmente inerte pues no cederá ni absorberá ningún compuesto externo a él, así que aísla perfectamente nuestro alimento del exterior siendo un material de alta barrera para los gases que puedan alterar nuestro alimento. El vidrio puede reutilizarse tantas veces como se quiera, se limpia y ya no se alteran sus propiedades. Como contra, el precio, para la industria es un material muy caro para usar a gran escala y muy pesado en comparación con nuevos materiales, lo que conlleva un gasto en transporte, más peso en el mismo espacio. Para nosotros es un buen material para trabajar y conservar en casa pero igualmente incomodo y caro para trasladar la comida al trabajo.Tampoco es positivo el hecho de que pueda romperse y “desconcharse” dentro de nuestro puré de verduras o nuestros macarrones y sin darnos cuenta comerlo y cortarnos o hacernos daño. A nivel medioambiental no es un material degradable así que el tiempo lo mantiene prácticamente intacto aunque por sí solo tampoco es un contaminante.
El metal y sobretodo el aluminio es uno de los envases estrella, siendo más ligero, más barato y más reciclable aunque no reutilizable que el vidrio. Por otro lado es un contaminante importante si se lanzan al mar o al bosque ya que tardarían años en ser degradados por el tiempo y las condiciones ambientales. Hoy en día se usa sobre todo para almacenar alimentos enlatados que se pasteurizaran gracias a la resistencia a temperaturas altas. Las latas ofrecen un aislamiento perfecto de la luz, la humedad, una alta barrera contra gases y en general a la contaminación externa. A estas características hay que añadir que es un material que ofrece otras formas muy útiles en el día a día, el papel de aluminio, ofrece una maleabilidad muy cómoda para proteger nuestros alimentos, desde bocadillos a pescado cocinado al papillote. Como todo tiene también algún contra conflictivo que ha causado su retirada en otros países, se sabe que la conservación de alimentos usando el aluminio como material de envase puede ocasionar la migración especifica lo que se describe como: “la cantidad de una sustancia concreta e identificable que es transferida al alimento y presenta un interés particular ya sea por sus características toxicológicas”. (“INTERACCION ENTRE LOS ENVASES POLIMERICOS Y EL ALIMENTO”, Ismael Povea Garcerant)hacia el alimento de algunas sales de aluminio pudiendo llegar a ser tóxico. Según el REGLAMENTO (UE) N o 380/2012, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), recomienda reducir la ingesta semanal tolerable (IST) de aluminio a 1 mg/kg de peso corporal por semana, gran parte de este aluminio proviene de la alimentación sobre todo vegetales, una pequeña parte de aditivos que contengan aluminio o por los envases donde la migración es muy pequeña. Se ha descubierto que esta migración es algo más elevada en alimentos ácidos o en temperaturas altas.El material más usado actualmente es el plástico, plástico es un nombre demasiado genérico, así que usaremos el
REAL DECRETO 118/2003 para definir que es un plástico alimentario y aditivo:- “Materia plástica el compuesto macromolecular orgánico obtenido por polimerización, policondensación, poliadición u otro procedimiento similar a partir de moléculas de peso molecular inferior o por modificación química de macromoléculas naturales. A dicho compuesto macromolecular podrán añadirse otras sustancias o materias, consideradas aditivos” - “Se entiende por aditivo toda sustancia incorporada a los polímeros durante los procesos de síntesis, elaboración o transformación, con el fin de facilitar dichos procesos y/o modificar convenientemente las propiedades finales del producto acabado. Estos aditivos, con excepción de los colorantes, deberán figurar en las correspondientes listas positivas.”Así pues de podemos encontrar envases y embalajes desde tuppers, films, bolsa de frutos secos, envases de congelados… hechos con alguna variedad de polímeros con características generales y cada uno con sus propiedades especificas podemos dividirlos en :
Poliolefinas. o Polietileno (PE) Polietileno de baja densidad (LDPE). Polietileno lineal de baja densidad (LLDPE). Polietileno de alta densidad (HDPE). o Polipropileno (PP) Polímeros radicales o Poliestireno (PS) o Cloruro de polivinilo (PVC) o Copolimeros de Etileno - alcohol vinílico (EVOH) Polímeros de condensación o Polietilen tereftalato (PET) o Poliamidas (PA) o Policarbonato (PC)Los compuestos que forman los envases deben por ley ir indicador en el envase, así pues encontraremos un símbolo en el que nos indicara cuál es su naturaleza dándonos la información sobre sus características y propiedades incluso si el envase es una multicapa el conjunto debe ir indicado. Como propiedades positivas respecto al resto de envases típicos, muy importante su bajo coste de producción, la ligereza y la flexibilidad, fácil de decorar y marcar, termo soldaduras que garantizan un aislamiento correcto, algunos pueden utilizarse en microondas, lavavajillas lo que les da una comodidad extra, versatilidad de formas, tamaños, colores… y muchas propiedades diferentes para cada necesidad, incluso combinando materiales se consiguen nuevos y mejorados para nuevas necesidades.
Como todo, la industria del packaging va evolucionando y después de hablar de los materiales más usados para la conservación y almacenaje de alimentos daremos 2 pinceladas sobre nuevas tendencias que en otro post profundizaremos más. Las nuevas tendencias sobre envases unidas al cambio de mentalidad sobre el cambio climático, el reciclaje… han empujado a empresas, centros de investigación y gobiernos a fomentar el desarrollo de materiales biodegradables que no produzcan un shock ambiental tan grande. Así pues se han desarrollado un tipo de plásticos biodegradables que son digeribles por encimas propias de bacterias u hongos. Por ahora son caros. También se trabaja con r-PET, plástico reciclado que se puede usar como envase alimentario de este modo y siguiendo las nuevas directrices sociales se encuentran y se mejoran técnicas para el reciclaje correcto de productos plásticos.
Los materiales compuestos están actualmente en uso más que habitual Tetrabrik®que usa cartón, polietileno y aluminio. Otros envases mezclan plásticos mencionados anteriormente para mejorar sus propiedades o para evitar alguna desventaja puntual como por ejemplo la permeabilidad.
Conclusiones
Para seleccionar una manera de conservar nuestros platos deberíamos conocer las propiedades de los alimentos y de los posibles envases. La legislación española y europea respecto a los envases permite una migración segura. Los estudios realizados para asegurar el respeto de esos límites certifican cierta seguridad en esos materiales. La migración específica de sales de aluminio en latas, envases o papel de aluminio es muy pequeña como para considerarla peligrosa ya que el exceso de aluminio que pueda llegar a ser tóxico, vendrá en mayor medida de otras fuentes como la alimentación, los aditivos alimentarios o material de cocina en mal estado como ollas…
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