Mediados de mayo. No solo es la época de ver mujeres disfrazadas de abeja y hombres disfrazados de mujer por las calles, sino también de ver chicos y chicas con las becas de la universidad al cuello. Es una época bonita, especial, un cambio de etapa en la vida de alguien.
Tenemos asumido que las bodas son horteras. No pasa nada, es así. No le podemos explicar a yaya que su tocado de plumas moradas es horrible. Ni a nuestra tía que su traje azul eléctrico de satén parece de madrina ciega de los noventa. No lo van a entender. De hecho, a mi abuela le encanta ir a ver bodas ajenas para ver los vestidos que ella considera "lujosos". Se lo perdonamos.
Pero una graduación es de universitarios, gente joven. No es una boda. Los invitados no lo entienden, y los graduados, a veces, tampoco. Es un acto de protocolo, con profesores con birrete y coros cantando el himno de la universidad. El horterismo no tiene cabida.
Si os vais a graduar en breves y estáis leyendo esto, aquí van unos consejos para evitar a toda costa el horterismo de bodorrio que reina en muchos de estos eventos e intentar sustituirlo por un estilo fino y adecuado.
1- ¡No es una boda!: Sí, ya lo he dicho, pero hay que repetirlo más. Nunca vayas vestido como irías a la boda de tu prima la de Villa-algo. En las bodas se ven muchos trajes de colores, toreras de manga corta, telas de satén y vestidos con volantes a lo flamenca. No seáis excesivos, sed más finos a la hora de vestir en una graduación. Colores pastel, estampados florales suaves, o colores planos serán vuestros mejores aliados. Por lo general tampoco tenéis que gastaros el mismo dinero que para una boda. Si el vestido cuesta más de 200, dejadlo, es una señal.
¿Qué tal este modelo monocolor con relieve de la colección P/V 15 de Silvia Navarro?
2- Sois jóvenes, ¡aprovechadlo!: Traje juvenil, por favor. Esto va para chicos también. Un traje a rayas de ejecutivo no es juvenil, lo siento. Cuando entréis a una tienda de vestidos o trajes veréis muchos que os gustarán, pero no todos son para todas las edades. Hay vestidos de corte adulto y otros más juveniles. Son más frescos, ligeros, alegres, menos serios. Todos sabemos cuando un vestido es para mamá y cuando es para nosotras. Ya tendréis tiempo de llevar cosas más adultas, si cuando lo seáis querréis volver atrás.
Por ejemplo, el anterior vestido de Silvia Navarro es muy juvenil, y para que os hagáis una idea de lo que es precioso pero NO es juvenil, este vestido de Kate Spade NY:
3- Si queréis ir de largo, cuidado: Ir de largo no es malo, al contrario, hay muchas chicas a las que les queda genial. Pero, como he dicho, cuidado. Si sois bajitas, como yo, no os quedará tan bien como queréis. Aunque ese es un mal menor y los tacones están para algo, por lo que hay otro asunto que me preocupa. Si vais de largo no uséis los vestidos recargados de baile de promoción americano o alfombra roja. No sois Blake Lively en los Oscar ni Nancy cuando nombran prom queen y lo vuestro no es un Armani. Tenéis que tender a lo sencillo, nada sobrecargado, sin volantes ni demasiada floritura que dé volumen.
Este vestido de Sheinside es un ejemplo, pues es juvenil y atrevido sin dejar de ser serio. El rojo no es problema, es un buen color para las graduaciones, no pensáis que los tiros van por ahí.
4- Menos es más, siempre: Lo he dicho ya y lo repetiré, no hay que ir exagerado ni con demasiados adornos. El buen gusto está en los detalles, en el menos es más. Es la primera regla de la moda.
5- No seáis la Pedroche: No tengo nada en contra de Cristina Pedroche, pero era el ejemplo perfecto para decir que en una graduación no caben las transparencias como la que ella llevó en Nochevieja, las faldas muy cortas o los escotes de vértigo. Podéis pensar que vais a ser sexys, la envidia de todas las chicas o el objeto de deseo de los chicos, pero conseguiréis justo lo contrario, y pensarán que es de mal gusto. Hay otras formas de demostrar que sois preciosas. Que conste que no lo digo por tener una faceta monjil, sino porque la elegancia está en adecuar tu forma de vestir al evento, y este en concreto es uno en el que están los profesores y la familia. De fiesta salid como queráis, pero delante del decano hay que cortarse un poco. Es simple protocolo (y que abuelito os quiere ver sin que le dé algo).
6- Cuidado con el crop top: El crop top es una prenda que puede ser lo más bonito del mundo o lo más vulgar. Hay momentos en los que un buen crop top es la opción más elegante para un evento si está bien combinado, pero precisamente ahí está el reto. Tanto si se combina con pantalones o con falda, hay que elegir bien el conjunto para no caer en el pedrochismo o un outfit demasiado usual.
Un ejemplo encontrado en Chicisimo con pantalones palazzo. No es juvenil, pero sí es un crop top combinado de forma elegante:
7- Por último, un consejo: Dejaos aconsejar por el dependiente de la tienda a la que vayáis. A mí me atendió una mujer no precisamente joven que me supo asesorar perfectamente porque sabía de sobra cómo vestir a una chica para una graduación. Decidles qué evento es y cómo os gustaría ir. Os ayudarán de verdad.
¿Queréis saber qué vestido llevé yo?Pues...
¡EL MISMO VESTIDO QUE TIENE REESE WITHERSPOON! Esto.es.real.
Ella lo tiene en azul y yo en rojo con fajín (se lo incluí yo). Y, a aunque a ella le queda como MIL TRILLONES de veces mejor, estoy en una nube de felicidad.