Equilibrio de los factores abióticos
Los bioelementos y biocompuestos fluyen en los ecosistemas de manera que se mantienen en un equilibrio dinámico. Sin embargo en su afán por incrementar la producción de las cosechas el ser humano ha descubierto la forma de romper estos equilibrios para aumentar la biomasa de su producción. Eso cuando lo planea, en otras ocasiones simplemente la realización de actividades fuera del contexto biológico ha llevado a la pérdida del equilibrio de los ecosistemas sin siquiera saberlo.
Un ejemplo de incremento no planeado de materiales en un ciclo biogeoquímico es el carbono. Desde el inicio de la Revolución Industrial en la década de 1850, el ciclo del carbono se ha desequilibrado con una tendencia al incremento de la masa de carbono.
El incremento de carbono en la atmósfera altera todos los equilibrios, tanto biológicos como químicos. Por un lado, mas dióxido de carbono implica un efecto de invernadero más acentuado en la atmósfera lo que a su vez a incrementado la temperatura media del planeta en los últimos 150 años. Por otro lado al incrementar la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera se altera el equilibrio químico con las formas de carbono disueltas en el agua, incrementando los radicales carbonato y bicarbonato, junto con la consecuente dispersión de protones en el agua, lo cual ha aumentado la acidez de los océanos. Finalmente, el incremento de carbono en la atmósfera aunque puede ayudar a las plantas a incrementar su biomasa en el mediano y largo plazo, el problema radica en las alteraciones de los otros factores abióticos. El efecto de invernadero y la acidez causan alteraciones de temperatura, vientos, entre muchos otros, lo cual ha conllevado a la extinción en masa de una gran cantidad de especies.
Del mismo modo que con el carbono, las actividades humanas han alterado los ciclos mundiales del nitrógeno. Durante el siglo XX los humanos han duplicado las cantidades de nitrógeno fijado o accesible a los sistemas biológicos. A diferencia de lo que ocurre con el carbono esto ha sido completamente intencional, debido al deseo de incrementar la productividad de las cosechas por medio de los fertilizantes artificiales.
Ahora, ¿qué hay de malo en más nitrógeno? ¿No haría que existiera más biomasa y diversidad?, esto es si las comunidades y ecosistemas fueran lineales, y los efectos de un lado fueran recibidos equivalentemente por todos los miembros de las comunidades, pero a veces una especie tiene un impacto desproporcionado en un ecosistema.
El nitrógeno es una sustancia volátil que puede ser lavada por el agua con facilidad, una vez en un sistema acuático, el nitrógeno fijado estimula el crecimiento de las algas especialmente. Las algas se reproducen más rápido que los animales que las consumen, generando una capa de agua que cubre los cuerpos de agua. Sin luz los vegetales y algas del fondo se mueren y el cuerpo de agua pierde su oxígeno matando a los animales que se alimentan de las algas de la superficie. Esto tiene impactos negativos en los cuerpos de agua haciéndolos venenosos, e impactando negativamente en los pescadores de las zonas bajo este fenómeno.
A este fenómeno se lo denomina eutrofización. Sin embargo hay otra forma a parte de los fertilizantes para la alteración de los contenidos de nitrógeno fijado, y es la quema de combustibles fósiles impuros que contienen nitrógeno, esto libera óxidos del nitrógeno que son altamente tóxicos para la piel y los ojos. Esto por no contar que los óxidos del nitrógeno reaccionen fácilmente con el agua de la atmósfera generando ácidos nítricos y nitrosos, que al caer como lluvia general el fenómeno de lluvia ácida
Figura EFA-01. No solo los fertilizantes, también los jabones pueden causar eutrifización de los cuerpos de agua.
Análogo al nitrógeno el fósforo se ha empleado para incrementar la productividad de las granjas causando también el fenómeno de eutrofización. Sin embargo, el fósforo también presenta un problema, cuando se limpian terrenos no aptos para el cultivo, la ausencia de raíces nativas causa que la lluvia lave todo el fósforo enviándolo al océano. Una tierra sin fosforo es inútil para el cultivo.
Los biocompuestos hacen parte no solo de redes biológicas, también de redes químicas, el incremento del nitrógeno con fertilizantes puede tener un efecto en la alta atmósfera con lluvia ácida incremento en la temperatura y perdida del ozono. En tierra las aguas más ácidas pueden lavar a otros minerales del suelo, como el calcio, destruyendo los nutrientes y forzado a los agricultores a usar más fertilizante, más caro debido a que debe tener más componentes.
Figura EFA-02. Cuerpo de agua eutrofizado, no solo es tóxico, y sin vida, también es mortal, cualquiera que camina desprevenido puede terminar ahogado al pisar lo que parece tierra con plantas.
Del mismo modo los bioelementos y compuestos participantes de los ciclos biogeoquímicos pueden alterar a los demás factores abióticos, acusando cambios climáticos muy poderosos. PRINCIPAL
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