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Equipos históricos: el Bayern Munich del “Gran Eje”

Publicado el 16 febrero 2012 por Marianofusco

Equipos históricos: el Bayern Munich del “Gran Eje”

Competitivo, dominante y ganador, el Bayern Munich de finales de los ’60 y principios de los ’70 representó como ningún otro los viejos cánones del fútbol alemán e imponiéndose ante todos con un fútbol poco brillante pero muy efectivo ejerció un dominio incontestable tanto en su país como en el resto del continente europeo, en el que el reconocimiento llego de la mano de tres Copas de Europa consecutivas.

El arribo de Beckenbauer y la conformación del “Gran Eje”:

Más que cualquier otra cosa, lo que marcó el inicio de esa época dorada del cuadro bávaro fue la llegada de Franz Beckernbauer, quien siendo un ferviente admirador del Munich 1860 fichó por el club a los 14 años y en divisiones menores se unió a otros dos jóvenes de gran talento en los que el equipo también tenia depositadas muchas ilusiones: Sepp Maier, un arquero, y Gerd Müller, un delantero.

Aquellos no eran años fáciles para el Bayern. La guerra había dejado sus secuelas y tras la reunificación de las distintas Oberligas en un solo campeonato (1963) el club había sido relegado a jugar en la Segunda División.

Tercero en el primer año, el equipo recién logró el ascenso en la temporada 1964/65, entre otras cosas gracias al aporte de Maier, Beckenbauer y Müller, quienes habían debutado ese mismo campeonato y siendo aun muy chicos ya habían dado muestras de lo bien que se entendían.

Especialmente decisivo resultó Müller, quien paradójicamente fue quien más la tuvo que luchar para hacerse de un lugar en el once inicial, ya que en un principio el entrenador Zlatko Cajkovski no lo tenia para nada en cuenta y justificaba su suplencia con frases como: “No puedo colocar a un pequeño elefante entre purasangres” o “Este chico es un molinero gordito”.

Transcurridas diez jornadas, lo que cambió todo fueron las constantes lesiones de los otros puntas, las cuales obligaron a Cajkovski a incluir si o si a Muller. Debutando con un doblete ante el Friburgo el 18 de octubre de 1964, Gerd no desaprovechó la chance y teniendo apenas 18 años acabó el torneo convirtiendo 33 goles y siendo un futbolista igual de indispensable que Maier y Beckenbauer, con los que más adelante conformaría el conocido como el  ”Gran Eje”, columna vertebral de aquel legendario conjunto.

Equipos históricos: el Bayern Munich del “Gran Eje”

Los primeros años de gloria:

Consumado el ascenso, el Bayern disputó su primer año en la división de honor del fútbol alemán en la temporada 1965/66, en la que ya reforzado con presencias de otras jóvenes promesas como el defensa central Georg Schwarzenbeck y el mediocampista Franz Roth comenzó con su espectacular cosecha de títulos obteniendo la Copa de Alemania.

Ya en la campaña siguiente, el equipo obtuvo nuevamente la Copa e inició su conquista de Europa obteniendo la Recopa luego de derrotar en la final a uno de los mejores Rangers de la historia con un gol en tiempo extra de Roth, quien con aquel tanto comenzaba con su particular costumbre de marcar en los encuentros importantes.

Transcurrida aquella temporada, el combinado modificó por primera vez el entrenador (en total fueron cuatro veces) y pasó a estar al mando del yugoslavo Brnko Zebec, quien diferenciándose de Cajkovski impuso mano dura y prohibiéndole muchas cosas a los jugadores (entre ellas el consumo de cerveza) trabajó de forma metódica y dotó al equipo de disciplina y rigor táctico.

Todo aquello resultó, ya que comenzando a forjar su estilo altamente competitivo y ganador el Bayern obtuvo el doblete al conquistar la Bundesliga y la Copa en año 1969, únicos dos títulos obtenidos por Zebec.

En 1970 llegó otro cambio y el cuadro bávaro paso a ser dirigido por Udo Lattek, quien continuó el camino trazado por su antecesor de forma menos estricta y fortaleció aun más el plantel incorporando a Paul Breitner y Uli Hoeness, quienes también siendo jóvenes e iniciando sus respectivas carreras se sumaron con total naturalidad.

Aderezado con dichos componentes, el equipo pasó a ser tremendamente poderoso y efectuando un juego mucho más físico, disciplinado y táctico que vistoso acabó con la supremacía que había comenzado a imponer el Borussia Mönchengladbach de Jupp Heynckes y Berti Vogts levantando tres Bundesligas seguidas (temporadas 1971/72, 1972/73 y 1973/74).

Equipos históricos: el Bayern Munich del “Gran Eje”

El triplete europeo:

También en la campaña 1973/74, el Bayern paseó su contundencia por Europa e iniciando su espectacular triplete continental obtuvo su primera copa de Campeones de Europa, sobreponiendose a un comienzo de torneo cargado de dudas y derrotando en la final de Heysel al Atlético Madrid, al que con dobletes de Hoeness y Müller goleó 4-0 en el encuentro desempate (el primer había terminado igualado en uno).

Aquella primera Orejona había llegado en el momento de mayor consolidación. Los años habían transcurrido y con los jugadores gozando de mayor experiencia el equipo se había perfeccionado de forma tal que el entendimiento era sublime, especialmente entre Beckenbauer y Müller, protagonistas de una sociedad única.

Dotado de un técnica exquisita, Beckenbauer lo manejaba todo desde su posición de libero, demarcación que el mismo había popularizado y desde la cual ejercía de líder y capitán haciendo gala de una inteligencia suprema tanto para abortar cada uno de los intentos ofensivos del rival como para iniciar los avances de su propio equipo. Siempre levantando la cabeza e invitando al respeto.

Müller también lo era todo, aunque en el área contraria. Bajito y corpulento, era un goleador de los que ya no abundan. Dueño de una fortaleza física envidiable y de un oportunismo mágico para convertir en gol absolutamente todo lo que tocaba y hacer valer muy bien ese apodo de Bombardero.

En pleno apogeo continental, no se modificó prácticamente nada con el nuevo cambio de entrenador y la llegada de Dettmar Cramer. El equipo siguió funcionando de la misma forma y en la dos temporadas siguientes defendió el titulo europeo de forma autoritaria; en 1975 venciendo en Paris al Leeds United (2-0, goles de Roth y Müller) y en 1976 doblegando con mayor dificultad al Saint Etienne en Glasgow (1-0, gracias al solitario tanto de Roth).

Gracias a aquella última gesta europea es que el equipo tuvo nuevamente la chance de disputar la Copa Intercontinental, de la que participó tras negarse en el ’74 y ’75 obteniendo el titulo ante el Cruzeiro.

El fin de la era:

El fin de aquellos años dorados llegó principalmente con el adiós de Beckenbauer -en 1977 y ya con 32 años emigró a Estados Unidos para jugar en los New York Cosmos-, a lo que además se unieron los retiros de Maier y Hoeness (lo obligó una lesión de rodilla cuando solo tenia 27 años) y la también dolorosa partida de Müller al Fort Lauderdale Strikers en 1979, quienes junto al gran Káiser habían conformado la gran base de aquel legendario conjunto y también de la selección alemana que alzó la Copa del Mundo en 1974.

Modificada para siempre por aquellos hombres, la historia del Bayern ya contaba con su legado más grande.


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