El seleccionado italiano campeón del mundo en Italia 2006 no será recordado por su juego vistoso o por su contundencia. Mucho menos por algún jugador que se haya destacado durante el torneo. Por el contrario, fue un equipo que llegó al certamen con una gigante lupa sobre sí, ya que muchos de sus integrantes estuvieron involucrados en el escándalo de corrupción que, por ejemplo, le costó a la Juventus el descenso a la Serie B.
Después del juicio inical, Juventus, Fiorentina y Lazio fueron descendidos a la Serie B para la temporada 2006/2007 con penalización en puntos para esa temporada en la Serie B, mientras que el AC Milán se le redujeron 44 puntos de su marca del 2005/2006, dejándolos a media tabla para finales de la temporada de 2005/2006.
Moggi estuvo implicado en los escándalos de corrpución de la Juventus y fue expulsado de por vida de la Federación
El juicio inicial también retiró los últimos dos campeonatos de la serie A para la Juventus, mientras que para el AC Milán, Fiorentina y Lazio se les negó su entrada a todas las competiciones continentales del 2006/2007 (debido a que su nueva posición en la tabla del 2005/2006 no era lo suficientemente alta para calificación en el continente).
Aquel seleccionado de Marcello Lippi, en consecuencia, no tuvo una preparación ideal, ya que once de los 23 futbolistas que integraron ese plantel pertenecían a equipos involucrados en aquel caso.
Marcello Lippi, estratega de la azzurra campeona
Luego de clasificarse primera en el Grupo 5 de la eliminatoria europea dejando en el camino a Noruega, Escocia, Eslovenia, Bielorrusia y Moldavia, Italia fue ubicado en la zona E de la Copa del Mundo junto a Ghana, Estados Unidos y República Checa.
El 12 de junio se produjo el debut de la Azzurra frente a los africanos, con victoria por 2 a 0. Luego, fue empate en uno contra Estados Unidos, expulsión mediante de Daniele De Rossi por un violento codazo a un rival. No era un equipo que transmitiera demasiado desde lo futbolístico, sin embargo, el triunfo por 2 a 0 ante los checos le aseguró un lugar en los octavos de final.
Italia es una de esas selecciones que casi siempre llegan. El “casi” es consecuencia de la temprana y vergonzosa eliminación en primera fase en Sudáfrica 2010.
Pero cuatro años antes, el fixture decía que en el camino italiano rumbo a la gloria se interponía el equipo australiano. El juego fue cerrado y desprolijo, incluso su desenlace: cuando iban cinco minutos adicionales a los 90 reglamentarios, el árbitro español Luis Medina Cantalejo le dio a los italianos un inexistente penal que cambió por gol Francesco Totti.
Más polémicas sobre las espaldas de un equipo que las tenía y de sobra.
El contundente 3 a 0 a Ucrania en los cuartos de final no logró desvanecer las sospechas sobre una posible “devolución de favores” a los italianos por tantas “molestias ocasionadas” en la liga.
Del Piero ingresó para amargar a los alemanes en su propia casa y dejarlos afuera de la final
La semifinal fue contra Alemania, equipo que eliminó en los penales al equipo argentino. Debieron ir a tiempo suplementario y allí apareció el inoxidable Alesandro Del Piero para sellar el pasaje a la final.
Final que debió disputar con Francia y que ganó por penales. Pero eso tampoco será lo más recordado de aquella tarde en Berlín. Ni el penal de Zidane ni el empate de Materazzi.
Aunque dichos futbolistas, más el árbitro argentino Horacio Elizondo, fueron los grandes protagonistas del episodio más saliente de aquella final: el tremendo cabezazo que le propinó el francés al italiano luego de que éste lo insultara.
Zidane cabecea a Materazzi, una imagen que recorrió el mundo
Otro escándalo que le dio color y algo para ser recordado a unaItalia campeona del Mundo que, de no haber sido por todo esto, no estaría en la memoria de nadie.
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