Equipos históricos: Newell’s 2004, el último leproso campeón

Ya habían pasado doce años desde la última vuelta olímpica, allá por 1992 de la mano de Marcelo Bielsa. Habían pasado varios entrenadores, campañas irregulares y muchas decepciones.

Newell's || Campeón 2004 || El último campeón de Rosario ||

La necesidad de sumar para no sufrir con los promedios y formar un plantel de jerarquía con un entrenador de la casa: el elegido fue Américo Rubén Gallego, quien contó con figuras como Rubén Capria y Ariel Ortega para darle brillo al equipo de la mitad hacia arriba. A ellos los acompañaron dos de las revelaciones de aquellos tiempos, como Fernando Belluschi y Guillermo Marino.

Para la defensa, llegó Julián Maidana y aparecieron valores desde las inferiores como Germán Re, Luciano Vella y Sebastián Domínguez. En la delantera, explotaron más juveniles, una marca registrada de ese plantel, como Ignacio Scocco e Iván Borghello.

Newell’s se había metido de lleno en el culebrón Ortega-River-Fenerbahce y decidió

El arranque tradicional de Ortega

hacer una fuerte apuesta al poner la plata para que el jujeño pueda desvincularse del conjunto turco y así llegar al “Leproso” para ser dirigido por Gallego, uno de sus padres futbolísticos.

El entusiasmo era el de siempre para la mitad de rosario que se viste de rojo y negro. El 15 de agosto fue el debut como local ante Vélez con derrota 0-1, pero aún faltaba mucho. Nada estaba perdido.

La segunda fecha, el 22 de agosto, fue ni más ni menos que contra Rosario Central en el Gigante de Arroyito. 1 a 0 con gol de Maidana y la insólita renuncia de Víctor Púa como entrenador “Canalla” apenas iniciado el Apertura ’04.

Fue la renovación de energía necesaria para enderezar el rumbo en un torneo que sería durísimo. Huracán de Tres Arroyos también fue víctima del equipo del “Tolo”, ya que perdió en Rosario por 1 a 0. El equipo comenzaba a levantar vuelo, a sumar y a mirar con cariño lo más alto de la tabla de posiciones, aunque los empates con Colón y Banfield indicarían ciertas dificultades para esperanzarse con el gran objetivo.

Sin embargo, desde que en la Argentina los triunfos dan tres puntos al vencedor y uno a los que igualan, las pequeñas rachas muchas veces alcanzan para volver a la pelea grande. Argentinos e Instituto nada pudieron hacer frente al “Leproso” con sendas derrotas 2-1 y 3-0.

En la octava fecha fue el turno de enfrentar a River en Núñez, donde rescató un punto valioso sobre el final del certamen tras un apasionante 2 a 2.

Estudiantes y Racing cayeron en Rosario y Arsenal no logró sumar de a tres en Sarandí frente a los rosarinos. La lucha por el título era casi un hecho, la campaña permitía soñar con llegar a las fechas finales con serias chances de conseguir un nuevo logro a nivel nacional.

Marino y Ortega sentenciaron el 2 a 0 frente a Quilmes, previo a la segunda y ante última derrota en el campeonato: 0-1 con Almagro. El empate con Lanús en la 14º fecha fue un volver a empezar y la victoria sobre San Lorenzo de visitante fue determinante.

A cuatro fechas del final Newell’s estaba ahí, peleando palmo a palmo con Vélez y River. Igualó con Olimpo de local y consiguió seis de seis en sus duelos con Boca y Gimnasia.

La última fecha se jugó el 12 de diciembre y el rival era Independiente, ex equipo de Gallego. Durante la semana previa se dijo de todo y se especuló como pocas veces con incentivaciones para que el “Rojo” vaya a menos para no arruinarle la fiesta a Newell’s en Avellaneda.

El Tolo, ovacionado en el último partido antes de ser campeón

River, fuera de carrera, apenas sacó un punto en Tres Arroyos y Vélez, que recibía a Arsenal, dejó escapar insólitamente un punto por el recordado blooper de Gastón Sessa. En el sur de la provincia de Buenos Aires, Independiente tiró por tierra cualquier especulación y le salió a jugar con todo al Newell’s casi campeón. De hecho, lo pasó por arriba y le ganó claramente por 2 a 0.

Fue, tal vez, el peor partido de la campaña, pero poco importó cuando todo había llegado a su final. Newell’s gritaba campeón por quinta vez en su historia de la mano de un hijo de la casa como Gallego, que seguía haciendo historia, consiguiendo títulos en cada club que dirigió (River e Independiente fueron los anteriores).

Los diez triunfos, seis empates y tres derrotas lo convirtieron en uno de los campeones con menos puntos y menor cantidad de goles a favor, poquito más de un gol por partido. Pero al momento de los festejos, fueron solamente fríos números en medio de un festejo caliente.

Joyita de archivo: La intimidad del plantel