Éramos unos niños de Patti Smith No soy muy entusiasta de las biografías. Soy fan de músicos por sus canciones. Sé apenas nada de la vida de artistas a los que adoro desde hace muchos años. Y aquí estoy, rendida a los pies de Patti, de lo que cuenta en este maravilloso libro. Me ha fascinado. Por cómo lo transmite, con infinidad de detalles (objetos, prendas de ropa). Por esa amistad que empieza en pareja, en apoyo mutuo en el avance hacia formas artísticas que les apasionaban. Por su afán de crear. Por el cariño y el humor. Por su fuerza e inseguridad. Por sus dibujos y poemas que se fueron haciendo canciones. Por las referencias culturales. Por ese Nueva York que nunca duerme. Por los muertos y sus tumbas. Por las malditas casualidades. Por todo. Imprescindible.
304 págs.Editorial: LUMEN, 2010.ISBN: 9788426414052Traductor: ROSA PEREZ PEREZ
Fue el verano en que murió Coltrane. Los hippies alzaron sus brazos vacíos y China detonó la bomba de hidrógeno. Jimi Hendrix prendió fuego a su guitarra en Monterey. Fue el verano del amor. Y en aquel clima cambiante e inhóspito, un encuentro casual cambió el curso de mi vida: fue el verano en que conocí a Robert Mapplethorpe. Era el mes de julio de 1967 y eran unos niños, pero a partir de entonces Patti Smith y Robert Mapplethorpe sellaron una amistad que solo acabaría con la muerte del gran fotógrafo en 1989. De eso habla este espléndido libro de memorias, de la vida en común de estos artistas, los dos entusiastas y apasionados, que cruzaron a grandes pasos la periferia de Nueva York para llegar hasta el centro neurálgico del nuevo arte. Fue así que acabaron instalándose en el hotel Chelsea y se convirtieron en los protagonistas de un mundo hoy ya perdido donde reinaban Allen Ginzberg, Andy Warhol y sus chicos, y se creaban las grandes bandas de música que marcaron los años finales del siglo XX., mientras el sida hacía estragos. Lejos de ser un libro triste y nostálgico, es un homenaje a la amistad sin trabas, y sus páginas cargadas de vitalidad y humor nos devuelven el sabor de esa gran ciudad donde hubo un tiempo en que casi todo era posible.
Cuentos en verso para niños perversos de Roald Dahl
Al terminar de ver la película me entraron unas ganas tremendas de leer el libro. Es una gozada, de un tirón, muy divertido. Muy recomendable, para cualquier edad.
64 páginasAlfaguara Infantil Y Juvenil, 2015Colección: ALFAGUARA CLASICOSISBN-10: 8420482935ISBN-13: 978-8420482934
Una particular revisión de cuentos clásicos en la que Cenicienta acaba “casada con un señor que hacía mermelada”, Blanca Nieves hace autostop, los tres osos se comen a Rizos de Oro y Caperucita Roja se hace un abrigo con el lobo y… ¡con los tres cerditos! Un libro divertidísimo de un autor muy querido por los niños.