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Érase una vez el espacio (Albert Barillé, 1981)

Publicado el 14 octubre 2021 por Zangol
Érase una vez el espacio (Albert Barillé, 1981)*****
Después del enorme éxito televisivo de  "Érase una vez el hombre" de los estudios Procidis, su creador Albert Barillé, se atrevió con una serie que iba a rebufo de aquella y que a lo largo de 26 episodios de algo menos de media hora de duración continuaba la propuesta anterior pero avanzando cronológicamente hacia un posible futuro en el que una Confederación Galáctica trata de mantener la paz en la Galaxia. La serie recoge muchas influencias de la literatura de ciencia-ficción y le da forma de aventura espacial utilizando los personajes prototipo marca de la casa incorporando otros tan logrados como Kira o Copito. La recepción en su día fue buena, pero quizás al no tener el tono didáctico que si tienen otras series de la marca "Érase" ha quedado injustamente arrinconada cuando posee suficientes puntos de interés para resultar muy atractiva para un público mayoritariamente adolescente.
"Érase una vez el hombre" fue emitida por primera vez en Francia a partir de septiembre de 1978 y se convirtió en una serie de alto impacto en las televisiones de medio mundo. En España RTVE la emitió por primera vez las tardes de los sábado a las 19:30 entre el 20 de enero y el 7 de julio de 1979.
Debido probablemente al éxito conseguido, los estudios Procidis se plantearon una segunda serie casi a modo de continuación contando de nuevo con Albert Barillé al frente de un extenso equipo de animación con el que colaboraron las televisiones de Holanda, Italia, Japón, Canadá, Argentina, Suiza, Suecia y España. Se emitió por primera vez en Francia a partir de octubre de 1981 y a España llegó a caballo entre 1981 y 1982.
La serie mantenía las buenas intenciones de la primera pero con un enfoque hermanado con la ciencia-ficción más tradicional apostando por la evolución del hombre en un entorno espacial, defendiendo la naturaleza y la esencia humana frente a la deshumanización de las máquinas, criticando la intolerancia y la ambición, alertando sobre algunos problemas que pueden surgir en el futuro y sugiriendo que el Universo está poblado de razas y mundos más y menos avanzados para los que trabaja una Confederación Galáctica encargada de velar por la paz y la concordia en el Universo. La acción se traslada nada menos que al año 3023 y, lógicamente, y a diferencia de la primera serie de la saga "Érase" el argumento es completamente ficticio.
Centrándose en los personajes de Pedrito, Kira y Copito la serie cuenta sus andanzas por diversos planetas a los que acuden para dar informes a la Confederación. Dos terceras partes de la serie se dedican a ello y adopta un tono claro de aventura espacial especialmente idóneo para el espectador adolescente, no obstante y conforme se va llegando a los últimos episodios sale a la luz una trama principal más adulta que recorre la serie entera y que se basa en una amenaza secreta para la Confederación. Ese peligro se hace palpable en el episodio 15 "Los anillos de saturno", pone a prueba a los personajes en el episodio 16 "La amenaza imparable" y va aflorando in crescendo a lo largo de los últimos episodios logrando un clima de tensión y dramatismo bastante conseguido. El caso es que desde el capítulo 21 "Los humanoides" el espectador queda completamente enganchado a un desenlace de la historia que es muy atractivo para el amante de la ciencia-ficción (y ya sin importar tanto la edad) y tanto es así que se aprovecharon los últimos cuatros capítulos para lanzar en Francia una película que se tituló "La venganza de los humanoides".
Una de las moralejas que la serie parece transmitir es que, a pesar de sus evidentes errores, incluso errores relacionados con un exceso de celo por cuidar de la propia humanidad (véase la explicación que se da en el capítulo 24 "El gran ordenador"). el ser humano merece la pena por todas sus capacidades. Aunque hay un profundo poso de melancolía en la serie, de una cierta tristeza por lo que los hombres pueden llegar a hacer, también hay un canto a la esperanza centrado fundamentalmente en la esencia divina del hombre, creado a imagen y semejanza de Dios. En un momento de la serie una voz explica: "Al principio de todo el hombre no existía más que en espíritu. Por hastío de lo intemporal fue proyectado a las formas que llamamos humanas. Ustedes deben cerrar el ciclo, volver a ser lo que fueron....Vuestra especie sólo es superficialmente humana. Los que han vencido sus apetitos, los que respetan a los demás, a todos los demás por diferentes que sean, esos son los humanos. Desarrollen su conciencia hasta incluir al prójimo en ella...Vuestro destino os pertenece, la verdad carece de sentido cuando es inculcada y no descubierta por el propio dolor. Buscad vuestro camino".
También es muy interesante como la serie se plantea los peligros del futuro, en especial el derivado del progreso de la inteligencia artificial y la robotización, haciendo suyas algunas preguntas que ya se habían hecho los grandes del género como Isaac Asimov. En este caso la serie plantea un tema muy interesante derivado de todo ello ya que compara a los seres humanos y a los robots y parece querer dar a entender que el hombre es libre y debe ser siempre libre, mientras que los robots quedan siempre supeditados a un creador que determina su funcionamiento y objetivos.
Su apuesta por la ficción y la aventura espacial no eludieron una cierta comicidad (buscada casi siempre a través del robot Copìto), cierta deriva romántica (con un personaje tan fascinante como Kyra que tiene poderes extrasensoriales y se maneja siempre desde el amor y el respeto por los demás, lo que le permite estar en un estado más avanzado por así decirlo) y en su tramo final un desenlace dramático intenso. Narrativamente es una serie de calado porque incorpora ideas muy avanzadas para la época (comunidad galáctica, telepatía, recuerdo de otras vidas, viajes astrales, desarrollo de la conciencia...) y está teñida de una profunda melancolía. Para ello y para su desarrollo dramático es muy importante una banda sonora de Michel Legrand que cabe calificar como inolvidable.
Siempre he pensado que esta serie había sido injustamente tratada y arrinconada y mucho más me lo sigue pareciendo a día de hoy tras un tercer revisionado. Es cierto que la animación, especialmente en lo referente al movimiento de los personajes, no es muy avanzada; pero en compensación el diseño de personajes, naves, lugares y ambientes es magnífico queriendo ocupar un lugar importante en el imaginario colectivo sobre el futuro sin nada que envidiar a películas más o menos recientes que había puesto el género de moda como "2001, una odisea en espacio" (Stanley Kubrick, 1968), "La guerra de las galaxias" (George Lucas, 1977),  la serie "Galáctica, estrella de combate" (1978), "Star Trek, la película" (Robert Wise, 1979) o "El imperio contraataca" (Irvin Kershner, 1981).
Pero sin duda lo que la hace especial es su mensaje, el trasfondo (en este caso muy humanista, espiritual, existencial y trascendental) que toda gran obra de ciencia-ficción debe tener y esta serie no sólo consigue trasmitirlo a la perfección sino que se las arregla para hacerlo mediante una narración muy entretenida.
EPISODIOS
01. El planeta Omega02. Los saurios03. El planeta verde04. El sector de Andrómeda05. Los cromagnones06. La insurrección de los robots07. El planeta Mythos08. El largo viaje09. Casiopea10. El planeta despedazado11. Los náufragos del espacio12. Los gigantes13. Los incas14. El hogar de los dinosaurios15. Los anillos de Saturno16. La amenaza imparable17. Tierra18. La Atlántida19. El extraño retorno hacia Omega20. El desquite de los robots21. Los humanoides22. Un mundo hostil23. La ciudad voladora24. La gran computadora25. Combate de titanes26. El infinito del espacio

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