Once upon a time… in Hollywood (Quentin Tarantino, 2019. EEUU & GB /CHINA): muy esperado y aburrido noveno largometraje (el título es un homenaje a uno de los títulos – original, claro- más representativos de la filmografía de Sergio Leone, Hasta que llegó su hora) de Quentin Tarantino (él mismo ha admitido que no le quedan muchos más antes de retirarse del cine), ambientado en el fascinante período de finales de los años 60 en California, por todo lo que ocurrió y lo que estaba por ocurrir en la industria del cine, además de en términos de moda y estilo de vida (los hippies y tal). Tarantino centra la historia en tres personajes: un actor de televisión cuya carrera está en decadencia (Leo DiCaprio), su amigo, compañero de casa y doble de escenas peligrosas (Brad Pitt) y la vecina de ambos, que no es otra que Sharon Tate (la ascendente Margot Robbie), esposa de Roman Polanski, el cineasta más en forma del momento, y que fue asesinada en 1969 a manos de la secta de Charles Manson. Aquí (casi) todo es estilo en un director que ha perdido el interés, digamos el cool, que sí atesoró hasta hace casi una década con Djando desencadenado, ya que el guión es bastante soso y posee secuencias sin el menor sentido. Mejora en el violento y último y violento tercio, pero jamás se acerca al mejor Tarantino, ya que cuenta entre muy poco y nada. Si acaso, se agradecen la colorida fotografía, la “intromisión” de Leo DiCaprio en La gran evasión, famoso film protagonizado por Steve McQueen, y el momento de Brad Pitt contra Bruce Lee. Por cierto,Pitt se lleva la palma en un reparto donde también están presentes pesos pesados como Al Pacino, Kurt Russell o Dakota Fanning.