Nada que sea piadoso y conduzca a las buenas maneras, puede ser llamado profano. El primer lugar debe concederse a la autoridad de las Escrituras; pero, no obstante, en ocasiones encuentro algunas cosas dichas o escritas por los antiguos, e incluso por los paganos y aun por los poetas mismos, tan castas, tan santas y tan divinas, que no puedo evitar pensar que, al escribirlas, contaban con la inspiración divina…Libre y entre amigos, confieso que no puedo leer lo que dice Cicerón sobre la edad antigua o sobre la amistad…sin besar el libro.