No creo que nunca llegue a entender a los periodistas, en general a los europeos y en particular a los españoles. Desde que empezaron a usar el término “Islamista Moderado”, para aplicarlo entre otros a Erdogán, que mantengo que se trata de una inmensa contradicción, al nivel del que lo sería la expresión “Anarquista Conservador”. Los Islamistas Moderados no existen porque su religión y en consecuencia su ideología política no admite la moderación.
Al Sr. Erdogán lo califican como Islamista Moderado desde el primer día, y le siguen dando la misma calificación a pesar de que ya ha dado pruebas creo que sobradas de que sus métodos distan mucho de ser los de un gobernante moderado.
En Mayo del 2010 Erdogán el moderado organizó y se implicó a fondo en la famosa flotilla a Gaza que partiendo de Turquía intentó completar su viaje a pesar de que los israelitas habían ofrecido dos posibilidades de suministro (por tierra y a través de un puerto fuera de gaza) con la sola condición de inspección, que por otro lado practican siempre porque en lo único que Israel bloqueaba Gaza era en el comercio de armas. Pero a Erdogán el moderado le funcionó porque Israel y los periodistas europeos cayeron en la trampa. Los primeros interceptando la flotilla de manera violenta y asesinando a 9 activistas, y los periodistas creyéndose la historia ingenua y acaramelada que contaban los organizadores de la flotilla y armando un sonoro escándalo contra la estúpida acción israelita. Curiosamente no he oído ninguna voz importante de los mismos periodistas haciendo ni tan solo comentarios cuando hace unos meses se hizo público que el activista que fue el mayor instigador y organizador de la flotilla está ahora en Siria dirigiendo uno de los grupos salafistas más radicales que se han apropiado de la revolución contra Assad.
En Diciembre de 2011 Erdogán el moderado reaccionó de forma que faltó poco para que fuese violenta ante la absurda propuesta del parlamento Francés de condenar la negación del genocidio armenio. En aquella ocasión todavía no tenía el blog pero mandé a mis amigos la nota que adjunto “El cabreo armenio del Sr. Erdogán”. Como podéis comprobar en la nota la razón de su cabreo fue que para un islamista normal, es decir radical, es perfectamente lícito acabar con un grupo de infieles que se opone a la aplicación de la Ley Coránica. A pesar de tamaña demostración ni un solo periodista dejó de calificarlo como moderado.
Desde que recuperó el poder para el Islam y contra los laicos, Erdogán el moderado ha completado ya lo que podría considerarse la primera fase del regreso al Islam. Ha restaurado la forma islámica femenina de vestir, como paso previo a su imposición, ha empezado a limitar la libertad de la mujer con permisos paternos para determinados trámites, ha iniciado el cerco al alcohol limitando cada vez más las zonas donde puede consumirse, todavía no ejecuta a los apostatas del Islam o a los que se atreven a hacer o decir algo que les pueda parecer insultante, pero de momento los mete en la cárcel y ha impuesto a los medios de comunicación unas limitaciones propias de una dictadura, islámica por supuesto.
Y a pesar de que Erdogán el moderado lleva algo así como una semana demostrando día a día que su moderación está en paradero desconocido los periodistas siguen otorgándole el nunca ganado calificativo de moderado. Fijaros en el artículo que os adjunto publicado en La Vanguardia el martes 4. ¿Alguien puede explicarme como se puede calificar a Erdogán de moderado después de lo que se dice en el articulo?
Al final de la I Guerra Mundial Turquía entró en un período crítico con la descomposición del Imperio Otomano, pero Kemal Ataturk, un militar del ejército otomano, consiguió la total independencia de Turquía, primero del Califa y después de los aliados que habían ocupado el país al fin de la Guerra Mundial, y en 1922 instauró la República Turca, totalmente laica sin ni rastro de Ley Coránica y que seguía el modelo de los países democráticos de Europa. Erdogán el moderado quiere volver a implantar el régimen que Ataturk finiquitó, aunque ya no se le pueda llamar Imperio Otomano… de momento.
Por más que lo intente jamás comprenderé porque los periodista europeos que en otros temas son en ocasiones sumamente agresivos en defensa de la libertad y los derechos humanos, se niegan a llamar a las cosas por su nombre, única y exclusivamente cuando se trata del Islam. La cosa es tan incomprensible que la única manera de entenderlo creo es pensar que el Islam radical va sobrado de petrodólares.
La Vanguardia ha tenido la amabilidad de proporcionarme en su edición del viernes 7 un buen ejemplo de lo que digo, que también os adjunto. Se trata de un artículo de Ian Buruma, periodista y escritor holandés, autoexiliado en USA, y digo autoexiliado porque se fue a vivir a los USA y una vez allí no pierde ocasión de criticar duramente a su país y en general al continente europeo en base, entre otras cosas, pero sobre todo, por su intolerancia ¡¡con el Islam!!. Es autor de un verdadero panfleto en forma de libro (que no he leído) con el largo título “Asesinato en Amsterdam. El asesinato de Theo Van Goch y los límites de la tolerancia”, sobre el productor cinematográfico que fue acuchillado en plena calle por un musulmán por haber producido un film sobre el trato a la mujer en el Islam, y con el que Buruma inició su cruzada sobre la intransigencia europea contra el Islam al considerar al propio Van Goch como responsable de su asesinato por no haber sido respetuoso con el Islam y haber traspasado los límites de la tolerancia (que no existían antes de la irrupción del Islam en Europa, y afortunadamente solo se aplican al trato al Islam). En el artículo adjunto discrepa profundamente de los que creemos que la batalla en Turquía es entre el Islam y el laicismo, y mantiene que se trata de la simple lucha de clases entre urbanitas europeizados y la verdadera Turquía rural. Es probable que el conflicto de clases esté también en la base del problema, pero negar el regreso del Islam al poder y el eventual fin del régimen laico que persigue Erdogán el moderado tiene narices, por no decir otra cosa.
En el artículo el Sr. Buruma suelta algunas preciosas perlas, como que el gobierno de Erdogán el moderado es de mayor nivel democrático que el anterior gobierno laico, que por supuesto no era ninguna maravilla, que el Islam ha llegado al poder gracias a su respeto por la democracia, y que en los países gobernados por musulmanes aumenta el nivel democrático. Todavía no conozco ningún artículo de Ian Buruma donde les de toda la razón a los terroristas islámicos y diga que los verdaderos terroristas son sus víctimas, pero no pierdo la esperanza.
El cabreo armenio del Sr. Erdogan
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