¿Eres el perfil que busca la empresa?
¿Te ha pasado alguna vez que dejaste pasar una oportunidad de trabajo por creer que no tienes el perfil que la empresa necesita? Es posible que hayas sentido que los requerimientos se alejaban de tus capacidades, a pesar de que el empleo captara tu atención, ¿Te preguntaste que hubiese sucedido si hubieses postulado de cualquier manera?
Lo cierto es que a pesar de existir una estructura definida del tipo de candidato que la empresa requiere, siempre hay un margen donde una persona puede encajar a pesar de no contar con el perfil idóneo en su totalidad. Especialmente si pensamos en que una persona se puede adaptar a las condiciones solicitadas durante el tiempo, y que esta cuenta con previa experiencia en cargos similares.
Como persona y trabajador, eres capaz de transformarte en el perfil que la empresa busca. Además, siempre podrás aportar con otras cualidades, y demostrar de esa forma que la flexibilidad en una contratación es algo muy efectivo.
Siempre debes mantenerte en tu línea de interés. Es decir, si posees aptitudes para la venta, y en ese campo te has desarrollado toda tu vida, no sería óptimo que postularas a una empresa de moda, al menos no hasta que tengas cierto manejo comprobable en este rubro. Básicamente porque sería difícil que un empleador te considere si no tienes respaldo alguno que ofrecerle. Pero si te has desarrollado como un agente de venta, y te has encargado de organizar a tus compañeros de equipo, podrías intentar postular a un puesto de gerencia en ventas, sin haber sido gerente antes.
¿Eres el perfil que busca la empresa?
Muchos reclutadores consideran que lo más valioso de un postulante es que tenga el deseo de superarse a sí mismo, a pesar de no ser un total experto en el cargo. Pues este, luchará por perfeccionarse y no creerá que tiene todo bajo control.
Claramente, el candidato debe manejarse en el área de trabajo, pero sí existe el espacio de oportunidad.
Piensa también que si ya eres parte de la fuerza laboral -aunque estés desempleado actualmente-, es evidente que sí posees un perfil apropiado. Quizás no el perfil determinado por cada empresa, pero sí uno estándar, con el cual se puede llegar lejos. Lo importante aquí, es que confíes en ti, en tus capacidades, y en que puedes lograr todo lo que desees laboralmente hablando.
La invitación que hacemos es a que te animes, des el paso y respondas al anuncio de trabajo a pesar de no contar con todas las características de perfil especificadas. A fin de cuentas, ¿Qué hay por perder? ¡Nada! Toda experiencia debe ser bienvenida. Y es que son los desafíos los que nos impulsan a ser mejores trabajadores y generar nuevas oportunidades para nosotros mismos. Imagina las posibilidades si aciertas en el trabajo. Dejarás de buscar empleo, estarás obligado -pero positivamente- a crecer, y tu vida laboral tendrá un nuevo reto por cumplir. De no atreverte, quizás te des por vencido si no encuentras un empleo en el corto-mediano plazo, lo que podría incluso llevar a que termines trabajando en un área que no te apasione.
Un riesgo es algo que siempre debemos estar dispuestos a enfrentar. Y es verdad, un riesgo no presenta certezas. Pero puede traerte beneficios que ni siquiera tú imaginas. Seamos optimistas, y tengamos la convicción de que podemos hacer grandes cosas.
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