El trastorno por déficit de atención con hiperactividad en adultos (TDAH) muestra un patrón de hiperactividad diferente de la que se observa en la infancia. El TDAH en adultos se inicia en la infancia y existen 2 grandes tipos de síntomas que lo definen:
- Dificultad en el mantenimiento de la atención.
- Hiperactividad (dificultad para el control de actividad motora) e impulsividad (precipitación excesiva en las acciones que emprende la persona).
Dentro de los síntomas de inatención destacan los siguientes:
- Cometer errores por inatención: este síntoma hace referencia a incurrir en errores por descuido y no repasar las tareas realizadas. A veces hay impulsividad en el control de los gastos.
- Dificultad para mantener la atención sostenida: hay dificultades para mantener la atención en una sola actividad durante periodos de tiempo largos, como concentrarse en películas, libros o conferencias por periodos largos de tiempo. También pueden aparecer dificultades tanto en el trabajo como en las actividades de ocio: dificultad para seguir conversaciones largas con amigos, prestar atención a órdenes que reciben sobre cómo realizar una tarea importante…
- Dificultad para escuchar cuando les hablan directamente.
- Tendencia a dejar cosas para más adelante: no acabar las tareas o dejarlas para el último momento: la necesidad de tener una fecha límite de entrega de trabajos es fundamental, ya que si no se dedica excesivo tiempo a realizar una tarea concreta o pasar de una a otra sin terminar ninguna de ellas.
- Dificultades de planificación: a menudo suelen llegar tarde a las citas y suelen tener desordenada la casa y el lugar de trabajo.
- Tendencia a no realizar tareas que requieran un esfuerzo mental: en algunos casos puede suponer un gran esfuerzo leer o concentrarse en una película y se retrasan los trabajos más minuciosos como realizar la declaración de la renta.
- Pérdida de objetos: se suelen perder las llaves, la cartera, la agenda o el móvil.
- Distraerse con facilidad: puede haber dificultades para evitar que estímulos irrelevantes interrumpan la atención y afecta a la tarea que están realizando en ese momento.
- Despistarse con frecuencia: se olvidan planes y horarios, no se suelen acordar de utilizar la agenda, llegando incluso a olvidarse de recoger a los niños del colegio.
Dentro de los síntomas de hiperactividad aparecen movimientos constantes cuando están sentados, dificultad para estar sentados durante algún tiempo, inquietud subjetiva interior, hablar permanentemente y dificultades para relajarse.
También hay otro grupo de síntomas que se engloban dentro de la impulsividad como precipitar las respuestas ante las preguntas, dificultad para esperar el turo e interrumpir conversaciones.
El tratamiento psicológico es totalmente individualizado, pero debe cumplir los siguientes objetivos: adaptar el entorno de la persona para conseguir que se ajuste a sus posibilidades y minimizar los obstáculos que presenta. Por otro lado, es fundamental conseguir desarrollar hábitos de conducta y estrategias que le permitan desarrollar hábitos de conducta y estrategias que le permitan realizar con éxito sus tareas cotidianas, obligaciones, proyectos y planes, así como disminuir los niveles de ansiedad y estrés.