- ¿Proyecto 333? Hecho.
- ¿O mejor vivir con seis prendas? Hecho.
- ¿Cambiar los libros por un lector electrónico? Hecho.
- ¿El reto de las 100 cosas? Hecho.
- ¿Discusión con la pareja sobre el número de pertenencias en la estantería? Hecho.
- ¿Comentarios con aires de superioridad ante a los colegas del trabajo? Hecho.
- ¿Discusiones sobre la superficialidad de la sociedad en general? Hecho.
Enhorabuena, te has convertido en una persona con el síndrome del minimalista obsesivo. Pero ya es hora de que salgas adelante.
El síndrome del minimalista obsesivo
Casi todos pasamos por esta etapa antes de darnos cuenta de que el minimalismo no es una meta en si, sino una estrategia para encontrar lo que es lo más importante para nosotros mismos. Este camino requiere mucha reflexión e introspección. Encontrarte contigo mismo, buscar lo que da sentido a tu propia vida no siempre es fácil, especialmente cuando va en contra de lo que has aprendido a lo largo de tu vida. La reacción más normal es juntarse con otros minimalistas, compararse los unos con los otros para ver quién es el mejor, y infravalorar el estilo de vida de las otras personas.
Lo importante es que tarde o temprano reconocerás que ya no necesitas compararte con todo el mundo. Llegará el día que te darás cuenta de que lo más importante para ti quizás no sea importante para tu vecino. Y que eso no significa que las prioridades de tu vecino tengan menos valor que las tuyas. Pero lo más importante es: solo por el hecho sentirme superior a los demás, no cambiaré las acciones ni las creencias de nadie. Si realmente quiero mostrarle a mi vecino mi modo de ver el mundo, primero tengo que aceptar que me muestre su propio mundo y sus razones por las cuales hace las cosas de una u otra manera. Después de haber encontrado mi propio camino, la humildad es mi mejor aliada.
Vivir y dejar vivir
Siempre habrá una persona que viva con menos cosas que tú. Siempre habrá alguien que sea más organizado que tu, o que parezca que ha llegado más lejos que tú. De la misma forma que siempre habrá alguien que necesite más cosas que tu, que no sea tan bien organizado como tu, o que esté batallando para avanzar en este mundo. No hay verdades absolutas, ni posiciones inamovibles . Basta con que aprendas de los que pueden ayudarte, y que ayudes a los que quieren saber más, pero no obligues a nadie que siga a tus creencias. Sería desperdiciar tus energías y tu buen humor.
Así que, no te obsesiones con el minimalismo: intégralo en tu vida, poco a poco. Así podrá echar raíces y darte la estabilidad necesaria para servir de apoyo a otros que buscan ejemplos e inspiraciones. Obsesiónate contigo mismo para poder dar lo mejor de ti mismo.
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Imagen: heathbrandon / flickr