La mayoría de las personas que solo se fija en el precio al elegir un plan de pensiones, al final escoge mal y no saca la mayor rentabilidad a su inversión.
El Gobierno por fin acomete la reforma del sistema de pensiones. Pero lo que ya podemos adelantar es que las cuantías de las futuras pensiones no serán tan generosas como las actuales. Por ello, tendremos que contar con ingresos extra, como un plan de pensiones privado. Y de los pocos que ya invierten en este tipo de productos, la mayoría no eligen el producto más rentable.
La mayoría de las personas que ahorran en planes de pensiones aporta dinero sólo en el último mes del año, por el efecto fiscal. Este es un grave error. Para empezar, la selección del plan de pensiones no debería producirse solo porque exista una ventaja fiscal. Además, al final sale más caro reunir todas las aportaciones en diciembre. El ahorro periódico nos beneficia en el largo plazo, gracias al efecto del interés compuesto: mes a mes vamos obteniendo una rentabilidad que, reinvertida, puede incrementar nuestro ahorro. Otro frecuente error es no analizar en profundidad la gran oferta de planes de pensiones que hay a nuestra disposición, dejándose llevar por planes de pensiones de grandes compañías por la simple razón de que reciben a cambio un regalo.
¿Cómo escoger bien?
Es primordial dedicarle más tiempo al estudio y análisis de las opciones, al fin y al cabo será una de las decisiones financieras más importantes que tomemos. El dinero que ahorremos durante la fase de acumulación nos permitirá mantener el nivel de vida en las 2 ó 3 décadas que vivamos jubilados. Es muy conviene que investiguemos lo que nos pueden ofrecer entidades independientes y gestoras, como Ores&Bryan, para así elegir el plan que más se amolde a nuestras necesidades de rentabilidad, perfil de riesgo y plazo de la inversión.
La edad: un factor a tener en cuenta
El plazo de la inversión es concluyente a la hora de decidirse por un producto u otro, puesto que a mayor plazo, más riesgo podremos asumir. Cuanto antes comencemos a ahorrar mejor, porque un plazo de inversión más largo nos permitirá tener que hacer un esfuerzo de ahorro inferior.