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Errores que No Debes Cometer con el Corrector

Por Aranchawp @MeigayCaldero

El corrector es una de las mejores herramientas de maquillaje. Puede (casi) hacer milagros con manchas, defectos, granitos y ojeras... salvo que no se utilice de una forma idónea. 

En este post quiero compartir contigo algunos de los errores más frecuentes a la hora de utilizar el corrector, así podrás evitarlos y sacarle todo el partido.

Errores que no debes cometer con el corrector

No preparar la zona que vas a tratar. 

Si tu piel no está completamente limpia y no está convenientemente hidratada, el uso del corrector empeorará el aspecto de la zona. 

Cuando la piel está sucia y seca el corrector no se extenderá y se difuminará bien. Y tampoco se integrará completamente con la piel. 

La exfoliación también es un paso importante. En general es recomendable exfoliar la piel de forma periódica para mantenerla libre de células muertas, aportarle luminosidad y permitir que los principios activos penetren mejor en su superficie. Pero también lo es de forma puntual, cuando se necesita eliminar piel descamada por cualquier motivo. Si hay pellejitos en la zona y aplicas directamente el corrector, el efecto puede ser totalmente desafortunado. Por lo tanto conviene que exfolies la zona, la hidrates y luego te maquilles. Un buen truco en este caso es utilizar un aceite ligero en esa zona en lugar de tu hidratante. 

Olvidar el primer

Las prebases sirven para preparar el lienzo que es la piel, de modo que el maquillaje que apliquemos después quede más uniforme, luminoso y jugoso, además de multiplicar su permanencia. Y eso también se aplica para el corrector. Si quieres que tu corrector o tu neutralizador funcionen, no te olvides del primer.

Confundir corrector con iluminador

Un iluminador es un producto que sirve para iluminar, valga la redundancia, es decir, para darle protagonismo a una zona del rostro. Y el corrector es justo lo contrario, ya que se utiliza para camuflar imperfecciones. ¿Es lógico entonces utilizar algo que está formulado para poner en primer plano una zona con el fin de esconderla? No, no lo es, así que el iluminador para iluminar y el corrector para corregir.  

Bases de maquillaje e iluminador
 

No emplear la luz correcta

Para escoger y aplicar la base, los correctores y los neutralizadores es imprescindible hacerlo con la iluminación adecuada, preferentemente natural.  El color cambia de manera radical según la luz, por lo que te puedes llevar más de un disgusto si te maquillas en un lugar oscuro o con una iluminación inadecuada y luego sales a la calle.

No elegir la textura adecuada

Dependiendo de la zona que quieres tratar y de tu tipo de piel, necesitarás un corrector u otro. 

En caso de que tengas la piel seca, necesitarás correctores más untuosos y ricos, de ese modo permanecerán mejor en la piel. La piel grasa requiere texturas sin aceites, livianas y mates. Si tienes arrugas, necesitarás correctores ligeros para que no las remarquen.  

Para la zona inferior del ojo, como regla general, es mejor usar texturas fluidas.

No escoger el tono ideal

No es lo mismo corregir que neutralizar, pero en cualquier caso debes escoger el tono adecuado. 

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Como normal general, el corrector debería ser lo más parecido posible que tu tono de piel, especialmente cuando se trata de los que se aplican bajo los ojos. Si son demasiado claros, terminarás con el temido efecto de oso panda. Y si son excesivamente claros, remarcarás el defecto en lugar de disimularlo. Lo mejor es contar al menos con dos tonos, uno más claro y otro más oscuro para las diferentes zonas del rostro, porque su color no suele ser uniforme en toda su superficie ni es el mismo todo el año.

Si lo que quieres es neutralizar, debes emplear el tono complementario de la zona a tratar para corregir el defecto. Por ejemplo, si la ojera es oscura, tirando a morado, tendrás que utilizar un tono entre amarillento y anaranjado. Para las bolsas puedes emplear un color melocotón, también para las manchas y venitas moradas o azules. En caso de que tengas rojeces, necesitarás un tono verde. Si tu piel es cetrina, los amarillos y dorados funcionan muy bien.

En cualquier caso, lo ideal es utilizar el neutralizador y luego el corrector del mismo tono de la piel para obtener un resultado más natural. 

Emplear demasiada cantidad

Si te aplicas mucha cantidad de corrector en la zona a tratar, el resultado no será natural. Demasiado producto no se extiende ni se difumina bien, no se integra con al piel y termina por marcar las arrugas y moverse con el paso de las horas. 

Usa primero una pequeña cantidad y luego aplica más poco a poco si lo consideras necesario.  

No aplicarlo del modo correcto

Si vas a corregir las ojeras, procura evitar la consabida media luna debajo de los ojos, porque no funciona. Lo mejor es hacer un triángulo invertido. Para trazarlo imagina que hay tres puntos, uno en cada extremo del ojo y otro entre medias de ambos y más abajo. 

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No usar la herramienta adecuada

Aunque hay quien aplica el corrector con los dedos, también puedes emplear una brocha específica para la zona o incluso una esponja que tenga el ángulo apropiado para determinadas zonas del rostro. 

Lo mejor es utilizar brochas finas o esponjas con punta o biseladas para poder controlar cómo se aplica y se difumina el corrector. 

En mi caso me gusta usar la brocha en general, pero en el caso de las ojeras, prefiero utilizar los dedos para integrarla mejor con la piel. 

Por cierto, uses la herramienta que uses, no frotes, porque arrastrarás el producto, y también porque irritarás la zona y el corrector no te servirá de nada. 

No difuminar

El corrector no es un pegote de masilla sobre una pared desconchada, es más bien una pátina sutil sobre una obra de arte. Eso implica que hay que difuminar el producto sobre la mancha o el área que se quiere camuflar. Lo ideal es hacerlo de forma delicada desde el interior hacia el exterior.

Mujer con dos brochazos de corrector sobre la piel

No utilizar polvos fijadores

Si quieres que el efecto del corrector dure, lo más recomendable es utilizar polvos fijadores, en todo el rostro o únicamente en la zona tratada. Eso sí, no te excedas, porque el efecto será poco natural y terminarás por llamar la atención sobre el lugar que has querido camuflar. 

¿Antes o después de la base?

Dejo este punto para el final, porque es controvertido. Hay quien opina que lo ideal es aplicar primero la base y luego el corrector, y otros afirman lo contrario.

En mi caso prefiero utilizar primero el neutralizador (si es necesario), luego la base y después el corrector del mismo color de la piel. De esa forma logro un resultado más natural. Si únicamente voy a utilizar corrector y base, lo hago según el producto. Cuando uso una base más cubriente, pongo primero ésta y después el corrector. Si voy a emplear una BB o CC Cream, aplico primero el corrector y luego la base, puesto que el efecto es más natural. 

Mi consejo es que pruebes todas las opciones dependiendo de tu tipo de piel, de su tono, de la época del año y de los productos que uses.

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La primera vez que apareció el post Errores que No Debes Cometer con el Corrector fue en el blog de La Meiga y Su Caldero. 

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