La ciencia enseña que es el espermatozoide quien rompe el óvulo, cuando es en realidad el óvulo quien rompe la membrana dándole paso al espermatozoide. El óvulo diría "pasa tu guapo, ¡si tu!, no quiero a otro".
Enric Corbera explica esto en sus conferencias. Esto me llevó a preguntarme cómo es posible que sea el espermatozoide más fuerte e inteligente el que fecunda el óvulo y nazcan bebés con trastornos cognitivos, con problemas de salud, deformaciones, etc. Acá está su explicación, el óvulo no es fecundado por el más fuerte como nos vienen enseñando, es fecundado por resonancia materna. Si una madre, al momento de concebir, no ha resuelto conflictos y trastornos, no es de extrañar que por resonancia atraiga al espermatozoide con más problemas.
Esta explicación que hace Corbera responde el porqué nacen bebés enfermos. Es el resonar, es la ley de vibración. Atraigo según este vibrando, desde el padre que da el espermatozoide hasta el óvulo elegido es atraído por vibración y sintonía. Por ello es fundamental concebir en un estado de consciencia casi superior, es mucho lo que depende. Por otra parte, cuando nace un bebé con problemáticas, es el mártir inmolado que el clan eligió para resolver partes no sanadas.
El óvulo de la madre elige por resonancia
¿Qué quiere decir esto ?. Que no es el espermatozoide quien penetra al óvulo, es el óvulo quien quiebra y debilita su propia membrana, dándole paso al espermatozoide elegido por resonancia. No llega el más fuerte, todos en el camino trabajan y cooperan juntos, se ayudan, desterrando con eso la idea darwiniana de que es el más fuerte quien llega. Todos juntos cooperan, somos hasta en nuestros orígenes seres cooperativos.
Qué dice Alejandro Jodorowsky
Los espermatozoides son como una manada de gorilas, mordiéndose y luchando para llegar a esta bola idiota que tienen que violar. Entonces yo parto de que vamos a cambiar la imagen del óvulo. El óvulo no es una bola idiota. El óvulo es un ser potente que está ahí ejerciendo un influjo, ¿no cierto?, como un imán. Está tratando de atraer al ser que lo va a completar.
Entonces, los espermatozoides, que también son millones, están divididos en fértiles y no fértiles, que son los ayudantes. Ellos van a ayudar a que se haga el camino iniciático de llegar hasta el óvulo. Y ese camino iniciático tiene dificultades que van a fortalecer al espermatozoide. Son las dificultades necesarias. Y cuando llegan al óvulo no llega el campeón. Sino que llegan cien, por lo menos ayudados por todos. Es un trabajo de equipo total. Y se clavan los cien en el óvulo. Se clavan así. Y son colitas vibrantes. Entonces, el óvulo empieza a girar. Entonces, ahí se va formando la energía doble. Y cuando ya se formó la energía, entre todos le dicen: -"Tú eres, entra tú". -"¿Yo? ¿Yo?" -"¡Sí, tú!". -"¡Bueno, qué maravilla! ¡Puedo entrar!". -"Sí". -"Voy a perder mi colita". -"No importa. ¡Entra! Aquí estamos nosotros." ¡Bum! Entra y su cabeza estalla. Y se mezcla.
Ovulo y espermatozoide ya son un solo ser, mujer y hombre. Macho y hembra. Y se empieza a crear el ser con células masculinas y femeninas. Es una colaboración absoluta. No somos hijos de la guerra. Somos hijos de la colaboración absoluta. Es que todo está unido, ¿no cierto?. Los óvulos de María no son los óvulos de Josefina. Son diferentes porque en el óvulo está todo el ser también. No podemos diferenciar el ser de la carne, el ser de la materia. El espíritu de la materia está totalmente unido. Entonces, sus óvulos contienen toda la historia genética de la familia. ¿Comprendes eso?. Es increíble.
Bueno, entonces el espermatozoide también trae ya una marca. Se van a unir los dos, pero se van a unir en realidad dos corrientes psicológicas ya muy marcadas que vienen del pasado. Yo digo ¿hay reencarnación?, ¿hay otra vida?. Yo digo: no sé. Yo sé que fui algo antes de nacer. No sé qué. Y sé que seré algo después de morir. No sé qué. Pero algo fui y algo seré. Entonces, ese algo que fui es una potencia increíble que viene de los deseos del universo.
Que la vida se multiplique ¿para qué?: Para producir conciencia.
Alejandro Jodorowsky