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¿Es hora de pasar al plan B?

Por Lorena White @lorenagwhite

Soy de las que piensan que no importa la cantidad de veces que tengas que cambiar un plan, si tienes claro el objetivo que quieres alcanzar. Mucha gente es capaz de renunciar si a la primera resulta que las cosas no eran como las había planeado, si todo le sale al revés o si cada vez que trata de ponerse en marcha, acaba todavía más perdido que al principio. Pues bien, si eres de esas personas, hoy vengo a pedirte un favor: NO CAMBIES DE META, CAMBIA DE PLAN.

5poderosasrazones

Eso sí, no quiero que se te haga tarde. Llega un momento en el que tienes que se realista y ser consciente de que por ahí, por el camino pautado por el que todo ha  comenzado, no vas bien; tienes que ser listo y saber que algo no funciona, que algo no marcha y tienes que aprender a ver esas señales que te dicen que es hora de volver unos pasos atrás y comenzar a caminar en otro sentido, hacia otro lado, pero con el mismo objetivo. Por eso, hoy te trigo 5 poderosas razones por las que pasar al plan B. Espero que te gusten ;)

1. Acepta que el plan A no ha funcionado (y que no pasa nada):

Piensa en la cantidad de cosas en tu vida que habrías abandonado de haber decidido tirar la toalla a la primera intentona. Piensa en la cantidad de cosas que te habrías perdido por no ser persistente, por no haber insistido. Ahora intenta simplificar todo lo que puedas la situación ante la que te encuentras: vale, estás ahí, frente tu objetivo (el cual todavía está un poquito lejos) y tienes un plan, un plan que parecía la octava maravilla del mundo en tu cabeza pero al que le has descubierto lagunas, que no funciona tan a la perfección como te figuraste y que, más que encaminarte hacia lo que quieres conseguir, te está haciendo perder el tiempo. Hay algo, lo sabes, que no termina de cuadrarte. ¿Pero es que acaso este primer plan es la única forma en la que tienes de intentar conseguir tu objetivo? ¿Es que acaso hay algo en el mundo que se pueda conseguir de una sola manera? Deja de lamentarte por tener que cambiar la estrategia y no te lo tomes como un fracaso. ¡No has fallado! Has aprendido ;)

2. Pon en visión lo positivo:

De la experiencia de tener que cambiar el camino hacia algo, la forma de hacerlo, habrás sacado algo positivo. Quizá, en un primer momento todas las alternativas te parezcan mucho, muchísimo peores que tu primera opción y creas que no vas a ser capaz de conseguirlo con un plan nuevo. Pero de nuevo, estás centrándote en los aspectos negativos de tener que desandar el camino y empezar de cero en vez de en otros aspectos positivos como lo que has aprendido ya, la experiencia que has conseguido y la confianza que deberías de sentir solamente por saber que muchos ni siquiera lo intentaron la primera vez.

3. El plan B no tiene por qué ser totalmente nuevo:

Cuando tienes que deshacerte de una idea inicial, es difícil que esa idea se vaya del todo. Intenta incorporar aquellas cosas que eres consciente, están bien penadas y que pueden ayduarte a esta segunda etapa de consecución de tu objetivo. Seguro que algo iba bien hasta que te diste cuenta de que no era el camino exacto. Haz los ajustes oportunos, a veces lo de hacer “borrón y cuenta nueva” no sirve para nada.

4. Cree en ti y aumentarás tu confianza:

Aunque tengas que intentarlo cien mil veces de  mil maneras diferentes, recuerda siempre todas aquellas cosas de las que no te creías capaz y que al final conseguiste, intenta buscar entre tus propias metas los motivos que te faltan para creer en ti, para ser consciente de que realmente puedes hacerlo. Y que no te dé miedo explorar cosas nuevas o hacer cosas que no hayas hecho nunca antes. La magia sucede fuera de tu zona de confort.

5. Después de plan B, puede venir el plan C y el plan D…

Sentirte mal por tener que cambiar de estrategia, por tener que seguir a base de pruebas y errores hasta dar con aquello que quieres, no te conducirá a nada salvo al puro desánimo y  quizá, al abandono. Dale a cada cosa la importancia que tiene y a cada plan, el protagonismo que tenga en su momento. El resto del tiempo preocúpate sólo por seguir aprendiendo de tus errores y también de tus aciertos y sobre todo, ¡no te agobies! Hay muchas letras en el abecedario ;)

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Hasta el lunes, almas cándidas :)


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