Revista Infancia

Es la hora de comer

Por Celia Garabaya @britishbubbles

niño que no comeLa comida la podemos encasillar en una de las mayores preocupaciones de las madres. Incluso de muchos niños que son glotones, pero de lo que no deben. En muchas ocasiones actuamos mal o simplemente nos tienen totalmente perdidos. Lo que quiero hacer hoy, es analizar la alimentación de los bebés y los niños. Dando como resultado algún consejo que nos pueda ser de utilidad para que nuestro hijo crezca sano.

Los niños y la comida

La comida es algo muy relativo. Ya que depende mucho de la persona. Hay personas que necesitan comer mucho y sin embargo hay otras personas que es todo lo contrario, con muy poco que coman ya están saciados y alimentados. Con lo que nos pueden surgir dudas en dos sentidos. Si nuestro niño come mucho o si nuestro niño come poco. La segunda es más común y más complicada de solucionar.

El primer consejo que os voy a dar, es que no toméis como referencia a niños de vuestro entorno. Como ya decíamos, no todas las personas comemos igual y mucho menos los bebés y los niños. Debemos tratar a nuestro pequeño como lo que es, un individuo y analizar sus situación propia.

Hoy en día el único método que tenemos para conocer si nuestro niño está alimentado, es a través de los análisis de sangre. Será donde nos indicará no si come mucho o poco, sino que nos indicará si le falta algún tipo de alimento en la dieta que está haciendo. Si el niño come muy poco pero tiene todos los niveles bien. Quiere decir que es un niño que necesita poco. Yo siempre fui una niña de poco comer, con lo que mi madre siempre estuvo obsesionada con mi peso y mi falta de apetito. Todos los médicos por los que pase, coincidieron en una curiosidad que me hacía mucha gracia cuando se lo decían a mi madre. Las personas que menos comen más viven.

Otro problema más importante pero que trataremos en un artículo individual, es cuando los niños son muy glotones, pero lo que comen son chucherías, chocolate… Y cuando hay algo de comer de verdad, no lo quieren ni en pintura. Además es preocupante pero tiene una solución muy fácil y rápida.

¿Cuánto debo insistir?

Cuando los niños son bebés, es fácil conseguir que coman biberón aunque no tengan mucha hambre. El mayor problema lo encontramos cuando introducimos los alimentos sólidos, donde tienen que masticar. Ya que está claro que si el niño no quiere no lo va a comer.

Recuerda no perder la compostura. No podemos forzarle a comer. Lo único que vamos a

no me gusta la comida
conseguir es que trague un trozo, que se ponga de los nervios él, nosotras. Conclusión un muy mal rato para todos. Y no conseguimos nada significativo. Nuestro juego tiene que ser de paciencia y de intentar convencerle. El hambre será nuestro mayor aliado. Evidentemente, si estamos intentando que el niño coma una comida y no quiere. Y en cuanto le quitamos el plato le damos una chuchería, patatas, chocolate, lo que sea. El niño lo sabe y nos va a resultar imposible conseguir que coma.

Lo más importante.

Cuando hablamos de nutrición, lo más importante tanto para niños como para adultos, es tener una alimentación equilibrada. Lo que quiere decir que no nos falte ningún tipo de alimento. Ya no es comer mucho o poco, es que el niño esté bien alimentado. Las frutas y las verduras son clave en la dieta de los más pequeños. Además a los niños al igual que a los adultos no tiene por que gustarle todas las comidas. Siempre habrá algo que no le guste. Si es un niño buen comedor, no debemos tratar de que coma de lo que no le gusta si tenemos alternativas para darle.

En muchas ocasiones nuestro cerebro nos juega malas pasadas con la comida. Así por ejemplo, cuando vemos un plato muy abundante, nos llenamos y nos desmotivamos si no nos apetece o no nos gusta. Es preferible que cuando le preparemos la comida pongamos menos y que el niño repita que ponerlo todo de primeras. Si ponemos poco el niño se motivará y verá más cerca el final.


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