Revista Opinión

¿Es la masonería una secta?

Publicado el 25 mayo 2015 por Habitalia
MasoneríaHOY/ Orlando S.·.M.·.

Respuesta ultracorta: no.

Obviamente, nadie, por muy sectario que sea, respondería a esta pregunta con un sí. Por lo que cualquier organización sobre la que pese la mera sospecha de ser una secta se ve en la tesitura de tener que demostrar que no lo es.

¿Es la masonería una secta?

Secta, en el sentido en el que se usa normalmente de secta destructiva, es un movimiento religioso en el que se practica el control mental, alienando a los practicantes y resultando en un grave perjuicio de sus relaciones familiares, sociales, su libertad de pensamiento y acción, y su patrimonio. Son organizaciones muy jerarquizadas, muy autoritarias, donde la crítica y el pensamiento independiente se reprimen fuertemente, donde se aísla al adepto de los ajenos al culto, se controla la información que reciben y se fomenta un culto desmesurado a la secta y a sus líderes.

Vamos a ir viendo paso a paso estas características, y si aplican o no a la masonería.

La masonería, para empezar, no es un movimiento religioso. Si buscamos en internet una lista de masones reconocidos públicamente, veremos que ahí habrá católicos, protestantes, anglicanos, judíos, agnósticos, ateos... De hecho, el principal motivo de oposición de algunas jerarquías religiosas a la masonería es éste: que se reúnen personas de diferentes religiones y se consideran "hermanos".

La masonería no practica el control mental. De hecho, la masonería es la única organización conocida que no reúne a personas por lo que tienen en común, sino que buscan a personas cuanto más diversas, mejor. No tiene ningún sentido reunirse para practicar respeto a la diversidad y a la libertad, para luego ejercer un control mental. Por otra parte, sería difícil controlar mentalmente a personas a las que les atraen precisamente estos valores de diversidad y libertad.

La masonería no perjudica por sí misma las relaciones personales de sus miembros. Es más, se desaconseja expresamente a los que solicitan el ingreso el hacerlo sin contar al menos con el conocimiento o aceptación de la familia directa, aunque obviamente se respeta la decisión del candidato, que no deja de ser una decisión íntima y personal, de dar a conocer su intención de ingresar en la masonería a quien estime oportuno. Por otra parte, salvo a las reuniones propiamente masónicas, es muy frecuente invitar a las familias de los miembros a las actividades que organiza la masonería (almuerzos, eventos culturales, conciertos...).

La masonería no está fuertemente jerarquizada. Al menos, la que yo conozco, emplea el sufragio universal para la elección de los cargos, y hay limitación de mandatos, incompatibilidad de cargos, órganos independientes encargados de la interpretación de los reglamentos y la resolución de conflictos.

La masonería no es autoritaria. Justo al contrario, debido a la necesidad de respetar la libertad de pensamiento y la diversidad de sus miembros, tiene graves problemas para emitir opiniones oficiales respecto a la inmensa mayoría de los asuntos. En ningún caso, la masonería puede tomar una posición determinada en el debate político partidista, ni sancionar una creencia o falta de creencia como adecuada o inadecuada.

La masonería no reprime la crítica y el pensamiento independiente. Muy al contrario, la masonería busca incitar a sus miembros a pensar por sí mismos, y a pensar sobre cuestiones que quizás nunca antes se habían planteado. La masonería debe ser un lugar donde se practique de forma continua el pensamiento crítico.

La masonería no fomenta el culto desmesurado a la misma y a sus líderes. Partiendo de la base de que los líderes suelen tener limitado el mandato, basta con darse una vuelta por los blogs masónicos para ver cómo los masones no se cortan en criticar todo lo que les parece que lo merece dentro de la casa.

No sé cómo lo veis, pero como secta la masonería se lo monta francamente mal...


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