Seguramente todos los seguidores del mundo del atletismo hemos presenciado los últimos metros de cualquier Maratón olímpico por televisión, cuando entran en un estadio tras los cuarenta y pico kilómetros, primero y segundo lucharon por ganar y las palabras del comentarista diciendo que el segundo no tenía demasiadas posibilidades de superar al atleta que iba en cabeza, ya que éste estaba acostumbrado a entrenar en pista…
Todos los corredores populares nos hemos imaginado alguna vez como ese ganador olímpico, cruzando la meta, alzándose victorioso en una prueba así.
La pregunta es muy simple, pero supone una incógnita para el runner callejero, ¿Es mejor correr en pista de atletismo? o en cambio ¿es mejor hacerlo en la calle, sobre asfalto o la acera?
Particularmente decir que mis registros como atleta popular mejoraron cuando descubrí la pista de atletismo, eso sí, siempre bajo la tutela de un entrenador y de las series, que permiten mejorar la velocidad y también la resistencia si se entrenan de una forma adecuada.
Entrenar en una pista de atletismo tiene ventajas, por ejemplo, a nivel de seguridad, no debemos estar pendientes de coches, semáforos, otros peatones, etc., simplemente nos centramos en correr y podemos hacer sprints, cambios de ritmo y demás sin depender del entorno, mientras que en la calle estamos algo más “desprotegidos”.
Otro punto notable y que no debemos olvidar es que la pista de atletismo está hecha para correr, en otras palabras, realmente estamos ante una superfície que es mejor para nuestras articulaciones, que el asfalto puro y duro.
Por contra, entrenar siempre en pista nos puede provocar el síndrome “hamster”, dar vueltas y vueltas puede ser muy aburrido para un popular, y entrenar en la calle, bosques o la playa, nos puede aportar sensaciones distintas, puede que ahí es donde está el secreto, sobre todo si perseguimos pasarlo bien corriendo, buscar la variedad, puede ser una buena idea visitar la pista una o dos veces a la semana, alternando con otros terrenos, en los que podemos realizar sesiones más amenas, ya sea en grupo o solos, con música o simplemente acompañados del sonido ambiente.
También deberíamos preguntarnos cuál va ser el terreno en el que vamos a competir, si lo que haremos serán carreras en la calle, lo más interesante sería enfrentarnos a ese mismo tipo de terreno, con sus curvas, cuestas y otros elementos imprevistos que puedan aparecer, ahora bien, si lo haremos en pista, entonces la respuesta es otra totalmente distinta, pero como complemento está claro que ayuda a que mejoremos como corredores.