Es Navidad
Los católicos y otros cristianos celebramos la venida de Jesucristo cada 25 de diciembre desde el siglo IV de nuestra era. Según el Evangelio de Lucas, el Angel Gabriel le anuncia a María, sierva del Señor, que dará a luz a un niño, Jesús, Hijo del altísimo y que lo llamarán “Hijo de Dios”. Jesús nace en un pesebre rodeado de José, María, los ángeles y de algunos pastores quienes alababan al Señor. Así se representa en los pesebres o nacimientos por todo el mundo. La Navidad es la conmemoración de la venida de nuestro Señor Jesucristo quien vino a abrir las puertas del pueblo de Jacob al cielo, redimiendo nuestros pecados, Jesús Salvador, y que también brevemente enuncia el misterio de la “encarnación” de Dios mismo.
Celebramos la venida de Jesucristo, la renovación de la fe, y la validez del mensaje cristiano cientos de siglos después de su venida. En el comienzo del cristianismo la navidad implicaba la celebración de tres misas, una en la mañana, otra al medio día y otra en la noche, de allí precisamente la palabra “Christmas”, literalmente misa de Cristo (Conferencia Católica de Obispos Canadiense), vale decir, la navidad se celebra con la Liturgia de la Eucaristía. Al expandirse el cristianismo sobre una Europa pagana, muchas de las costumbres de los pueblos que abrazaron al cristianismo, de alguna manera se incorporan a la celebración de la navidad. Así, en el imperio romano se estableció el nacimiento de Jesús, el día 25 de diciembre, el mismo día en el cual celebraban el festival del Sol (fiesta del solsticio de invierno), quien como Cristo era la luz que vencía todas las sombras. También en Escandinavia se celebraba el festival de Yule con árboles ornamentados, desde nos viene la costumbre no cristiana del árbol de navidad. También se han agregado a la celebración costumbrismos como San Nicolás en base a la leyenda de San Nicolás de Bari, o la nórdica de Papá Noel, quienes repartían favores a niños o personas necesitadas. Así mismo, en la gran mayoría de las naciones de efectúa una “cena de navidad” en tanto que se parece a los festivales y fiestas paganas. Hoy en día se adornan casa y calles con luces de todos los colores. En realidad ninguno de estas tradiciones tiene nada que ver con la navidad ni con el mensaje cristiano, aunque si tienen valor al llamar la atención sobre la fecha. Muchos no cristianos también celebran “la navidad” en los centros comerciales comprando cuantos regalos puedan adquirir.
Interesante como es, Jesús vino al mundo en una familia humilde, y nadie vestía ropas de gala en el día que vino el Señor. Si señala el evangelio la visita de tres sabios con presentes para el hijo de María: oro, incienso y mirra. Pero no había presentes ni regalos para nadie más, mucho menos para adultos. Tampoco hubo fiesta ni celebración, simplemente la adoración a Dios. La navidad con sentido cristiano, es un tiempo de reflexión y meditación, de reconciliarse con el prójimo “antes de llevar ofrendas al altar”, tiempo de recobrar el verdadero sentido de las palabras y del mensaje de Jesucristo. La navidad se celebra con la Liturgia de la Eucaristía y reencontrarse muy a nivel personal con Jesucristo mismo; quien seguramente si hubiera tenido que dar un regalo, habría dado un don espiritual o le hubiera dado pan a quien lo hubiera necesitado… ¡Feliz Navidad!
Natividad del Señor