El pre-acuerdo entre la Unión Europea y Turquía es vergonzoso, no tiene sentido y atenta contra los derechos humanos. Con este pre-acuerdo se pretende frenar el flujo de refugiados con el cierre de fronteras para evitar que los refugiados procedentes de Siria y de otros países en conflicto puedan alcanzar Europa. Se quiere llevar a cabo la devolución masiva a terceros países de esas familias que huyen de la guerra y luchan por sobrevivir, se niega el derecho al asilo, etc.
Desde la Plataforma de Infancia se expresa la preocupación por la nueva situación y se advierte que es necesario proteger a la infancia migrante, hay que tener en cuenta que uno de cada tres refugiados son niños. El año pasado un millón de personas llegaron a Europa huyendo de la guerra de Siria, nada menos que 290.000 eran niños, ahora, por primera vez desde que se inició esta crisis, en Europa hay más mujeres y niños que hombres en tránsito.
Muchos niños mueren o desaparecen cayendo en manos de las redes de trata de seres humanos, la protección con la que cuentan los niños es prácticamente nula y ahora, con este preacuerdo, la situación se va a complicar mucho más para las personas migrantes y especialmente para la infancia.
La Plataforma de Infancia considera que este acuerdo es un pacto de la vergüenza, advierte que nos encontramos ante la mayor crisis de refugiados desde la II Guerra Mundial, lo que debería obligar a los políticos de la Unión Europea a llevar a cabo las acciones oportunas que eviten que la actual situación se convierta en una guerra contra los derechos humanos.
Merece la pena leer el informe presentado por Unicef bajo el título No es un lugar para niños. El impacto de cinco años de guerra en los niños sirios y en su infancia, en su lectura podréis conocer el precio que han pagado los niños por estos cinco años de conflicto, tanto para los que siguen en el país como para los que han salido de él. En este informe podréis ver que el número de niños en situación de necesidad de Siria y de países vecinos ha pasado de los 2’3 millones en el 2013 a los 8’4 millones en el 2016.
La organización Plataforma de Infancia explica que muchos niños refugiados enfermos están muriendo, y los medicamentos que necesitan se encuentran cerca de ellos, al otro lado del puesto de control fronterizo. Se ven obligados a comer cualquier cosa, comida para animales, hojas y hierbas, a pesar de que se encuentran a pocos kilómetros de almacenes de comida, es una situación lamentable que muchos países están permitiendo al no poner en marcha medidas como las que han solicitado muchas organizaciones humanitarias.
Os invitamos a leer este artículo de la Plataforma de Infancia y toda la información aportada por Médicos Sin Fronteras y Save the Children, para hacerse una idea de lo que realmente está ocurriendo con millones de niños que han huido de un drama, para entrar en otro, algo que ya comentábamos en este post sobre los trastornos adaptativos de la infancia de Siria.
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Es necesario proteger a la infancia migrante