Este tipo de comedia ligerita de echar unas risas mirándonos al espejo ha sido históricamente una apuesta segura, muy del gusto del espectador de a pie en España, que es el que marca el éxito de una película y el que de verdad importa por consiguiente, que diría aquél. Quien suscribe se sabe marciano, ni mejor ni peor que aquel con el que se cruza por la calle, pero sí distinto en el gusto por el humor de desconexión rápida, indolora e insípida; es por ello que cuando me atrevo a consumir uno de estos productos, lo hago por si acaso con la nariz tapada y el vello erizado, pero en el caso que nos atañe, sin llegar a la satisfacción, debo reconocer que la cosa ha resultado funcionar algo mejor de lo esperado.
Carlos Therón nos propone una hilarante e inverosímil historieta que coloca a tres concuñados de rostro muy familiar para el espectador (nada menos que José Coronado, Javier Cámara y Roberto Álamo) en la tesitura de lidiar con uno de los mayores temores de un padre, si no el mayor: que tu hija tenga como novio un tipejo indecente, impresentable o algo peor…
Con semejante panorama, a los tres gañanes no les queda otra que aliarse en su demencial y torpe cruzada para alejar a estos ladrones de hija ajena, lo que les llevará a un sendero de delirio y sainete hispano plagado de altibajos de interés, con momentos divertidos, situaciones ridículas y bastante menos zafiedad de lo esperable, lo que ya de antemano supone una aplaudida oxigenación en el cine de carcajada idiota tras chiste escatológico del que bien podríamos ir olvidándonos en pleno siglo XXI.
Siguiendo la tónica de la irregularidad imperante está el poderoso reparto encabezado por estos tres grandes de la escena española. José Coronado realiza el trabajo más meritorio como “cerebro” de las operaciones y “papá forrado que no quiere como yerno a un perroflauta”, riéndose a carcajadas de su imagen de galán y saliendo claramente de su zona de confort, eso sí, desde el rol del tipo serio desbordado por la situación. Javier Cámara hace de absoluto tonto del culo con cierta gracia pero sin la convicción necesaria y esperada para un actor de su calibre. Y finalmente Roberto Álamo, otro que tal baila, interpreta al cuñado más bruto, divertidísima piel con la que se viste a la perfección, aunque empiece a convertirse en un papel demasiado repetido (y sobre todo, en demasiado poco tiempo), algo muy, muy peligroso en esta profesión.
El previsible devenir de los acontecimientos propuestos, con tintes de costumbrismo conyugal y amigoteo masculino español típico y tópico, no deja lugar a mucha imaginación, y ello da un poco el cante en uno de los mejores momentos del cine español en lo que se refiere a calidad y originalidad, pero supongo que de todo ha de haber en la viña del Señor, y los hábitos generales solo pueden ser cambiados poco a poco, lo que implica no renunciar a una pequeña dosis de lo de siempre de vez en cuando, que tampoco hace daño.
Dirección: Carlos Therón. País: España. Duración: 93 min. Género: comedia. Intérpretes: José Coronado, Javier Cámara, Roberto Álamo, Pilar Castro, Carmen Ruiz, María Pujalte, Silvia Alonso, Georgina Amorós, Andrea Ros, Miki Esparbé, Luis Mottola, Miguel Bernardeau, Manolo Solo, Luis Callejo, Manuel Burque, María Hervás. Guión: Manuel Burque, Josep Gatell. Música: Javier Rodero. Fotografía: Miguel P. Gilaberte. Estreno en España: 24 febrero 2017.