Mazzantini y Algabeño
Don Luis Mazzantini, ya en el declive de su gran personalidad artística, toreó una corrida en la plaza de Tudela, mano a mano con José García “Algabeño”, en plena juventud y notabilísimo estoqueador. El éxito mayor fue en toda la tarde para Algabeño. Acabada la corrida, don Luis fue personalmente a la oficina de Telégrafos, donde puso un telegrama para uno de sus amigos. El despacho decía: “Carriquiris, regulares. Algabeño, regular. Yo, muy bien». “Peterete”, el mozo de espadas de Algabeño, por encima del hombro leyó la comunicación y sin poderse contener dijo a Mazzantini: “don Luis… eso no es verdad.” Mazzantini, impertérrito, se limitó a contestarle: “¿Es que va usted a pagar el telegrama?”
Fuente: Fernando García Bravo, en “Tauromaquia Añeja: historias”. Edición: Los Sabios del Toreo. Madrid, 2000.