Si alguien pensaba que Chris Evans no iba a dar la talla físicamente para interpretar a Steve Rogers/ Capitán América, que vayan pensando en otra cosa porque por ahí no hay donde rascar. Puede ser que su rostro no convenza a algunos (cada uno tiene su casting particular para mil y un personajes), pero el cuerpo ya es otra cosa. Y es que en películas de este tipo (recordemos a Hugh Jackman como Wolverine) los preparadores físicos son capaces de cambiar el cuerpo de un actor en cuestión de pocos meses. Aunque eso sí, los pobres acaban hasta las narices de las dichosas dietas. Pero no hay recompensa sin esfuerzo.
Los que tengais en mente al actor de “Los Cuatro Fantásticos” o “Push”, olvidadlo. Ahora es un mazorquillas con unos bíceps que quitan el hipo, unas espaldas que ni en el campeón mundial de natación y un pecho que ríete (salvando las diferencias claro está) del de Pamela Anderson.