Revista Cocina

¿Es un bocata de paté de atún una ración de pescado?

Por Naira



Parece que para la Piara sí. Es lo mismo un bocata de paté de atún que una ración de pescado y no solo es lo mismo sino que además, vas a ser "mejor madre" porque es "sin colorantes ni conservantes" "100% natural "¿qué más se puede pedir?
¿Es un bocata de paté de atún una ración de pescado?Siempre tiene que haber algún escéptico. No me entiendan mal, ya sé que la industria alimentaria lo hace todo con muy buena intención pero...qué queréis que os diga, me resulta difícil de creer que un bocata de paté de atún sea lo mismo que comer el lomo de atún...
Si vamos a la página web de esta marca veremos que por cada 100g de producto contiene:
166kcal, 11g de grasa, 1,3 g de grasa saturada, 1 g de azúcar y 1,3 g de sal. ¿Y cuáles son los ingredientes? lomos de atún (46%), crema de patata y tapioca con leche (41%) aceite de girasol (11%) y "otros ingredientes naturales" que me pregunto yo cuáles serán....
Si comparamos esto con 100g de porción comestible de atún fresco veremos la siguiente composición (base de datos BEDCA):

ComponenteValorUnidadFuente

Proximales

alcohol (etanol)trazag61

energía, total496 (119)kJ (kcal)236

grasa, total (lipidos totales)3.3g61

proteina, total22g61

agua (humedad)67.3g61

Hidratos de Carbono

carbohidratostrazag61

fibra, dietetica totaltrazag61

Grasas

ácidos grasos, monoinsaturados totales0.65g61

ácidos grasos, poliinsaturados totales1.32g61

ácidos grasos saturados totales0.96g61

colesterol28mg61

Vitaminas

Vitamina A equivalentes de retinol de actividades de retinos y carotenoides26ug61

Vitamina D7.2ug61

Viamina E equivalentes de alfa tocoferol de actividades de vitámeros E1mg61

equivalentes de niacina, totales12.8mg61

riboflavina0.13mg61

tiamina0.1mg61

Vitamina B-124ug61

Vitamina B-6, Total0.4mg61

Vitamina C (ácido ascórbico)trazamg61

Minerales

calcio16mg61

hierro, total1.3mg61

potasio400mg61

magnesio33mg61

sodio47mg61

fósforo230mg61

zinc (cinc)0.7mg61

¿Ven alguna diferencia? Yo sí: en 100g de paté de atún tenemos más grasa, más sal, más azúcares , más calorías y muchos menos micronutrientes que en una ración de 100g de atún fresco.A esto además, habría que añadir que en una latita de 75g de paté apenas un 40% de lo que estamos consumiendo es pescado. Dicho de otra manera: menos de la mitad del paté está constituído por pescado y la otra parte, mayoritaria dicho sea de paso, son féculas, aceite, azúcares y sal; Por si no ha quedado claro lo explicaré de otra forma: solo  1/3 de lo que hay en cada latita es pescadoSi a esto le sumamos que en cada bocata estamos añadiendo aproximadamente 30g de paté imagínese qué ración de pescado estaría consumiendo su hijo....No hace falta que imagine, ya se lo digo yo ínfima, insignificante,ridícula. Sin embargo no es nada despreciable la cantidad de sal, grasa y calorías que acompañan a esta ración. 
Me siento estafado...¿esto cómo se puede tolerar?
En realidad es intolerable. Desde la OMS se insta a los gobiernos a que establezcan políticas de regulación sobre el márketing y la publicidad utilizados para la promoción de muchos alimentos que instan en mayor o menor medida al consumo de productos que hacen un flaco favor a nuestra salud.
En España contamos con un Comité de Autorregulación que fue creado allá por el año 1995 por las principales empresas anunciantes, agencias y medios de comunicación pero que hasta la fecha no se ha percibido que haya impuesto ninguna sanción ni establecido ningún requerimiento.
Como dato curioso mencionar que la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) junto con la fundación ALIMENTUM (constituída por los principales dirigentes de multinacionales alimentarias) ha lanzado una campaña publicitaria en televisión para la promoción de hábitos saludables.
¿Es esta política de autorregulación una buena manera de proteger la salud pública?

La Industria alimentaria no vamos a olvidarnos de que es una empresa y que como tal, busca su beneficio. Evidentemente, si un producto es más palatable va a venderse mucho más y si a esto le sumas una campaña publicitaria  convincente y llamativa, el éxito estará más que asegurado.
Tiznar a la industria alimentaria de oportunistas por querer que sus productos se vendan bien me parecería tan absurdo como decir de Amancio Ortega que es el mismísimo diablo por comercializar prendas inspiradas en los gustos de sus clientes.
Sin embargo, cuando el beneficio ya no solo supone obtener un beneficio de su producto sino que supone  lucrarse a  expensas de un daño en la salud pública -daño que supone ya la friolera de 2,5 millones de euros al sistema sanitario español y a nivel mundial implica 35 millones de defunciones al año- ¿hay que seguir dejándolo a manos de la propia industria?
Desde mi punto de vista esta política es insuficiente y está mal direccionada. En esta liga jugamos todos y desde luego la Industria no tiene porqué ser excluída, soy partidaria de que participe en este cambio pero no siendo la protagonista.
En primer lugar es necesaria una Educación nutricional: hay que educar al consumidor para que sepa elegir conscientemente y no sea una mera marioneta de los intereses lucrativos de la industria. Esto se  podría incluir incluyendo al profesional dietista-nutricionista en el Sistema Sanitario y también, en las aulas. Si estudiamos física, matemáticas, literatura ¿por qué no se estudia nutrición? Con la educación estamos desarrollando un juicio crítico para analizar los productos del mercado y la publicidad que los acompaña.
Por otra parte, aunque dotemos de herramientas al consumidor para saber elegir, tendremos que darle opciones saludables entre las que poder elegir. Un surtido de productos ricos en grasa, sal y azúcares es intolerable; el entorno tiene un papel fundamental y relevante para la promoción de hábitos saludables. Por este motivo, tienen que existir normativas o reglamentos que protejan la salud del consumidor y le permiten tener opciones para poder poner en práctica esos hábitos saludables.
¿Y dónde incluímos a la industria en toda esta película? la industria, tal y como he mencionado antes, busca sus propios intereses. En este caso su interés es el dinero del consumidor, por tanto, si formamos al consumidor en materia nutricional éste buscará productos que sean más saludables y descartará aquellos que se alejen de este objetivo. La industría tendrá que adaptarse a las nuevas necesidades del consumidor y sacar a la venta aquellos productos que se estén demandando.
Esta y otras muchas cuestiones fueron debatidas en el segundo  hangout "la influencia de la Industria Alimentaria" del grupo dietética sin patrocinadores al que tuve el placer de asistir junto con otros siete compañeros más y que os recomiendo echéis un vistazo si os interesa esta temática


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