Esa que nola ahora late

¿Cuántos álbumes (sería mucho más cómodo si se dijera álbunes) de figuritas podrías haber llenado cuando eras pibe si tan sólo hubieras conseguido esa figurita? Esa que todos “nola”.

Acordate cuando tenías 6, 7, 8 (no te pongas político), 9 ó 32 años y te faltaba la figurita difícil. Veías pasar el pilón y decías late, late, late, y nunca aparecía la que nola. Hubieses dado la vida por conseguirla (sabemos que esto es una exageración, pero pensalo como una “vida” del Candy Crush). Porque soñabas con llenar el álbum y no había nada más importante que eso. Sobre todo esas figuritas hologramas que valían doble.

Entonces he aquí la solución que el mundo viene pidiendo a gritos y Sprayette no fue capaz de hacer: Falsificar las figuritas difíciles y vendérselas secretamente a los padres. Los pibes no tienen que enterarse de nada.

Analizándolo un poco más en detalle, el diseño e impresión no debe ser complejo (imaginate, si se falsifican billetes y entradas de todo tipo) esto es pan comido. Y además no sería un ilícito ni nada por el estilo. Venderíamos felicidad para niños. ¿Decime dónde es eso ilegal?

Sería ideal para esos padres desesperados que queriendo ayudar a sus hijos a llenar el álbum, gastan fortunas comprando miles y miles de paquetes para que aparezca esa figurita que nunca va a aparecer y terminan apilando todas las consecutivamente repetidas. Esto sería tan fácil como ir al mercado negro (o blue) de figuritas y conseguir la tan ansiada presa.

Incluso podríamos armar algunas ediciones retro para aquellos que aún conservan álbumes viejos sin llenar y le pagan la universidad a los hijos de sus psicólogos. Ya no más. Pare de sufrir. Amigos, nosotros llegamos para reparar ese pasado.

Está todo muy verde igual, eh. Y estamos buscando inversores, si querés poner unos mangos avisá.