Belleza extraña la de Cuenca, una ciudad que nos va a pedir un paso sosegado para visitar, sobre todo, su casco histórico.
Cuenca, sin irnos más lejos, es una pintoresca ciudad enclavada entre dos hoces y donde sus casas se descuelgan hacia los barrancos desafiando la gravedad. Una armonía tranquila entre su historia, arquitectura y naturaleza que fue reconocida en el año 1996 como Patrimonio de la Humanidad.
Cuenca parece una doble ciudad porque para visitarla vamos a tener que recorrer su parte alta donde se encuentra su casco histórico medieval. Fue edificada en un espolón rocoso, por eso parece que sus calles no guarden una estructura planificada. Por su parte, la ciudad baja fue ampliándose con ensanches a partir del siglo XIX.
Más allá del recorrido tranquilo que podemos hacer por sus callejones para visitar otros edificios y lugares de leyendas vamos a conocer los ocho rincones más emblemáticos que no debemos perdernos en Cuenca.
1. LA PLAZA MAYOR DE CUENCA
No vamos a llegar a la Plaza Mayor con el coche. Lo vamos a realizar andando. Así podremos disfrutar de estas calles estrechas y en pendiente para irnos colando en la magia de esta ciudad de piedra, hierro y madera.
Porque desde este rincón abierto, con forma irregular y soleado vamos a salir hacia estrechos callejones para conocer otros enclaves que nos obligarán a regresar a la Plaza Mayor. Es un punto de encuentro y referencia para todos aquellos viajeros que la visitemos por primera vez.
Da igual donde nos coloquemos para observarla y fotografiarla porque siempre nos parecerá que tiene forma de triángulo con tres vértices monumentales: el Convento de las Petras, el Ayuntamiento y su Catedral.
Por cierto, el Convento de las Petras, que enseguida localizaremos por estar pintado con color rosáceo, es el protagonista de la leyenda del Cristo del Pasadizo. ¿Recuerdas? Inés, fue enclaustrada aquí después de haber sido declarada culpable de la muerte de dos muchachos que la pretendían. En este convento, purgó sus pecados y vivió el resto de su vida realizando penitencia.
Pero si hay algo que nos impone de la Plaza Mayor es…
2. LA CATEDRAL DE SANTA MARÍA DE GRACIA
No podremos evitar girar la mirada hacia esta imponente catedral que es única en España por su estilo gótico-normando. Porque su fachada ya nos parecerá fascinante aunque un poco estremecedora.
En contraposición con el Ayuntamiento que veremos cómo siguiente rincón, la catedral nos muestra el poder eclesiástico en la época de la Reconquista. Porque comenzó a ser edificada en un momento de transición entre el románico y el gótico durante el siglo XII y además, porque tiene restos arquitectónicos de otras épocas.
El derrumbamiento de una de sus torres en 1902 obligó a reconstruir la fachada que estamos viendo ahora.
3. EL AYUNTAMIENTO
En el vértice opuesto a la catedral vamos a poder contemplar el edificio del Ayuntamiento. Un rincón que nos muestra el poder civil del siglo XVIII en contraposición con los otros dos de la Plaza Mayor que representan el eclesiástico.
Dicen que fue complicado su diseño porque por una parte querían cerrar la Plaza Mayor pero por la otra pretendían que siguiera circulando su tráfico rodado. La solución a este problema nos va a encantar porque en la parte baja del Ayuntamiento existen tres arcadas de medio punto por las que podemos cruzar desde la Plaza Mayor hasta la calle de Alfonso VIIIdonde vamos a poder sentir ese cambio de arquitectura señorial que hemos podido ver hasta ahora. Sus casas pintadas con diferentes colores ya nos muestran la humildad de estos barrios que recorreremos en otra ocasión.
4. LA IGLESIA DE SAN PEDRO
Por algo esta iglesia es la más representativa de Cuenca ya que, según cuentan, fue la primera que se construyó en la ciudad. Y lo hicieron, como en muchos otros casos, sobre una mezquita musulmana. Rara forma su espacio octogonal que fue reconstruido en el siglo XVIII al haber sido destruida tres siglos antes.
Pero si este rincón es uno de los ocho más emblemáticos de la ciudad es porque sus escaleras de entrada forman parte de la propia historia de la Santa Inquisición.
Según dicen, está enterrada una mujer que quiso ‘colocarse’ al mismo nivel que Cristo y la Virgen. Fue condenada, ejecutada y enterrada en esta entrada para que todos los fieles, al entrar en la iglesia, pisotearan su tumba.
Una edificación del siglo XVI que fue restaurada más tarde con aire neomudéjar y que, según cuentan, pudo albergar en lo más alto un reloj de sol y un artefacto para la defensa de la ciudad.
Hoy, la Torre Magana es un torreón evocador que se ha convertido en el símbolo de la fugacidad del tiempo. Así nos lo recuerdan sus campanadas cada hora del día.6. LAS CASAS COLGADAS
¿Qué decir de las Casas Colgadas? Es muy posible que cuando escuchemos el nombre de Cuenca enseguida nos venga a la mente la imagen de unas balconadas de madera que desafían la gravedad y se asoman a la hoz del Huécar.
Aunque se desconoce su origen porque no se ponen de acuerdo si fueron musulmanes o cristianos quienes las construyeron lo que sí es cierto que se convirtieron en el símbolo de misterios y leyendas por estar asomadas al borde del barranco.
Miradas de vértigo y centro del objetivo fotográfico. Porque como mejor se pueden contemplar es desde el Paseo del Huécar y del Puente de San Pablo.
7. CONVENTO DE SAN PABLO
Si hay monumentos en Cuenca que destaquen por su cantidad esos son las iglesias. Quizás, el rincón eclesiástico que más nos llame la atención por su situación es el Convento de San Pablo ya que goza de unas vistas espectaculares a la hoz del Huécar y las sierras que rodean la ciudad. Un edificio que fue levantado para que se establecieran los dominicos y que actualmente es el hermoso Parador Nacional de Turismo.
8. LA PLAZA TAIYOY dejamos la Plaza Taiyo como el octavo rincón para conocer en nuestra escapada a Cuenca por estar fuera de la ciudad alta o casco histórico.
Esta plaza tan peculiar se encuentra dentro del Parque Rústico muy cerca del Centro Comercial El Mirador. Diseñado por una artista japonesa este rincón resulta un culto a la luz del sol que se ve reflejada por cientos de azulejos de colores y de unos metales que funcionan como espejos.
Seguramente nos llame la atención un cono muy alto e inclinado que forma parte de un reloj de sol que se extiende por toda la plaza. En el suelo y en algunas de las estructuras vamos a ver dibujados numerosos juegos tradicionales donde cada uno de ellos forma parte del reloj de sol (ajedrez, tres en raya…). Lo que nos hace suponer que todos están relacionados con movimientos solares que evocan la niñez y los sueños.
Ahora que ya tenemos los ocho rincones más emblemáticos de la ciudad de Cuenca en una escapada próxima nos adentraremos por su casco histórico. Lo haremos pausadamente como nos gusta hacerlo siempre. Conoceremos la ciudad de la naturaleza fusionada con la cultura…
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Rincones de leyendas en Cuenca, la Ermita de las AngustiasLeyenda del Cristo del Pasadizo, Cuenca