Torres Quesda, conocido por la saga de La Orden Estelar: «La novelita que más tardé en escribir me costó 24 días, y tres la que menos».
Como la ciencia ficción es un género tan grande y variado, muchos argumentos y escenarios no responden a ninguna referencia histórica y estética determinada. Una historia que gire en torno a un virus o al descubrimiento de algo anómalo bajo la capa del polo norte da igual qué referencias maneje. Lo único que cambiará será el escenario donde se mueven los personajes ante estos conflictos que provocan la historia y la hacen avanzar. Por ejemplo: la historia de Parque Jurásico no cambiaría mucho si los dinosaurios estuvieran en Teruel y los protagonistas fueran españoles. Cambiarían los abalorios y la estética general, pero en lo sustancial tendríamos la misma historia que imaginó Michael Crichton. No es esto lo que busco.Lo que busco es más sutil y menos inmediato. Y como toda búsqueda necesita un comienzo, yo comenzaré acotando el terreno de juego. ¿En qué parte de la ciencia ficción puede suponer un cambio variar las referencias estéticas y la inspiración histórica de las historias que se cuentan? Acepto sugerencias, pero tras darle un par de vueltas me quedo, dentro del subgénero de historia alternativa, con el sub-subgénero de historia futura.
Vete tú con el cuento de "ciudadano de la galaxia" a las autodefensas de Michoacán, a ver qué te dicen.
¿Por qué hago esta elección? Pues porque dentro de las historias de historia futura sí existe cierto canon. Sé que estoy generalizando pero a pesar de las variaciones en estos escenarios (pienso en space operas de Heinlein, Larry Niven, Asimov, Scott Card, George Lucas,…), hay ciertos modelos que se repiten y es ahí donde podemos jugar a imaginar otros modelos.Debo establecer ciertas prevenciones ya que temo no explicarme bien cuando hablo de referencias hispanas o canon hispano. No se trata de que el protagonista hable gallego (cosa que no niego que pueda ayudar estéticamente). Los cerdis de Scott Card hablan portugués y La voz de los muertos no deja por ello de ser una historia con una idea mormona detrás, con el factor héroe muy marcado, etc. Me refiero más bien a las ideas que están detrás de las ideas que leemos en los libros o vemos en las películas. Estas ideas deben mucho a los conocimientos de cada autor y a la época de cada autor. En lo que a la historia futura y a la space opera se refiere, podemos identificar muy bien qué ideas están inspiradas por las guerras mundiales, la guerra fría o la vigente guerra contra el terrorismo. Sobre todo en lo que nos llega de Estados Unidos, vemos cómo se repiten muchos temas de la historia de ese país.
Heredó un mundo... y el notario pasó a cobrar su parte.
El gran autor español de space opera, tristemente olvidado por la élite de la subvención y del reconocimiento oficial, no fue ajeno a vivir en una época dada ni a sus limitaciones personales. Pero eso no le impidió ser pionero en conceptos repetidos después hasta la saciedad (naves generacionales, rayos láser, etc). Aunque más allá de incorporar dispositivos que disparen tramas, se puede observar que su forma de enfocar la historia futura tenía "algo" diferente a la de sus colegas del otro lado del charco. Pero no se trata aquí de valorar la obra de Pascual Enguídanos (George H. White) ni la de otros autores que hoy siguen creando obras de calidad. Aquí se trata de encontrar elementos que puedan construir un nuevo canon.Si hablamos de historia futura y de space opera, lo primero que tenemos ante nosotros es la barrera de la capacidad para salir al espacio (el motivo de salir al espacio es cosa de cada autor). Los americanos no tienen este problema, ni los rusos: ellos se ven a sí mismos como capaces de dar el primer salto. Pero lo curioso es que los japoneses tampoco ven aquí un problema: por su propia idea del mundo, sus historias pueden ignorar al resto del planeta y solamente tener en cuenta a Japón (Evangelion, Vexille, Battleship Yamato...). ¿Es esto posible hacerlo con España? No, no resulta creíble dada nuestra historia. ¿Es posible hacerlo con Hispanoamerica? Tampoco, por motivos evidentes. Y aquí tenemos la primera cosa que nos separa del canon anglosajón. El punto de divergencia que nos haga capaces de salir al espacio no puede responder a ninguna situación política o económica identificable en la actualidad. O bien este punto de divergencia se sitúa en el pasado para tener hoy una superpotencia o bien se sitúa en el futuro para explicar por qué otras superpotencias han fallado.
Un "diabólico hombre de ciencia"...
De situarse en el pasado sería muy trillado acudir a la prevalencia del imperio (de hecho, las ucronías sobre la historia de España suelen repetir este cliché). De situarse en el futuro habría que explicar qué pasó con Estados Unidos y Alemania. Un atajo podría ser usar a Europa como una especie de confederación futura que posibilite acuerdos multinacionales que combinen la ingeniería alemana y a los Cristóbal Colón del futuro. Pero como aquí tampoco se trata de poner a Hispanoamérica o a España en un altar (eso es justo lo que hacen los yanquis con EE.UU.), podría haber otro atajo todavía más rápido: usar a Estados Unidos. ¿Sabéis cuáles son las previsiones demográficas en Estados Unidos? Usar eso. Cualquier repaso a los apellidos de los marines muertos en Irak o Afganistán nos da una pista de cuáles pueden ser los apellidos de esos primeros astronautas que pondrán su pie en otros planetas.A partir de aquí, parecerá que con sustituir las hamburguesas espaciales por burritos espaciales ya está todo hecho. Pues no, crear un canon nuevo tiene que ser algo más que un mero lavado de cara. Cuando en las space opera la gente sale de la Tierra y hay una colonización temprana de planetas próximos, estos planetas suelen independizarse debido al despectivo y autoritario gobierno de la Tierra. Esto responde a referencias históricas que nos son ajenas. Está claro que si lo que quieres es extraer cierto mineral de Marte y creas en Marte un monopolio productivo en torno a la exportación de ese mineral, la gente querrá la independencia. Pero qué pasa cuando la colonización de planetas no responde a un cálculo económico sino a uno religioso. Es bastante cliché esto de los zelotes y la evangelización, pero parece un buen motivo de conflicto argumental. Incluso viendo lo que nos rodea, podría sugerir una colonización por motivos... deportivos. ¿A que cambia la perspectiva? Motivaciones respaldadas por la mayoría de la gente, no por el economicismo de una oscura corporación malvada. Menos Weyland-Yutani y más Real Madrid.
Te invaden los alienígenas y lo que te preocupa es quedarte sin fútbol. Eso es un hombre (El Eternauta).
Una estrategia muy usada para partir de un escenario mundial que no arrastre deudas con el mundo real que conocemos sería usar el comodín de la Guerra Mundial. Conflicto global que acabe con todas las instituciones conocidas y así, empezar con una Tierra que sea como un mapa en blanco. Quizás en un conflicto así se emplee algún tipo de arma biológica mucho más efectiva en latitudes frías. El mismo resultado da una "plaga". No existiría aquí una "nueva guerra fría" (otro cliché) entre Lima-Callao y Yakarta. Cada uno a lo suyo y la tecnología se encargaría de procurar la convivencia. La "plaga" o la "guerra" se encargarían de bajarles los humos a cualquier veleidad conflictiva. La humanidad debe buscar su redención en las estrellas y en esas estrellas (si se opta por la ciencia ficción blanda) hay otros tipos con escamas o antenas.El tema del Primer Contacto lo pensamos como lo pensamos debido a que el estándar ha sido marcado por americanos que hacen suya la historia británica. Los autores de ciencia ficción han presentado múltiples variaciones del esquema general, pero yo me pregunto si se puede escapar de este esquema y presentar un nuevo canon. El esquema general al que me refiero es que el Primer Contacto lleva al conflicto: científicos que estudian especímenes en ambos lados, unos alienígenas muy avanzados tecnológicamente pero muy rudimentarios socialmente, alienígenas que o bien son psicópatas o bien sólo piensan en términos económicos... Como digo hay múltiples variaciones, pero ciertas líneas siempre se cumplen. Siendo el Primer Contacto un Problema Fuera de Contexto (ninguna experiencia previa nos prepara para saber cómo actuar) tenemos sin embargo en nuestra historia al menos dos Primeros Contactos. El primero: hallar en Nuevo Mundo gente de la que la Biblia no decía nada. El segundo: civilizaciones precolombinas valorando la llegada de barbudos con ropa de metal y bastones de fuego.
Este Primer Contacto Mutuo (y alienígena) que fue el descubrimiento de Nuevo Mundo sí muestra una gran diferencia tecnológica, pero esto no implicó conquista y dominio. Fue la propia política interna del "conquistado" la que precipitó que en tiempo récord desaparecieran sus instituciones. Esto se hizo con una colaboración interna imprescindible (los pueblos no son paquetes estancos cortados por el mismo patrón, sino que hay conflictos e historia previa) y a su vez el "conquistador" también "es conquistado" pues tiene que cambiar su idea del mundo, incorpora a los alienígenas indios como a sus iguales y se mezcla con ellos de tal modo que en un par de generaciones se reproduce la misma civilización en la nueva tierra recién descubierta.
Con estos antecedentes hay que olvidarse de dos imperios espaciales militares que chocan y cuyo destino decide el tener más PIB. No hay planteamientos de máximos. No existe, en nuestro nuevo canon, la subyugación del enemigo ni su exterminio. Existe el conflicto, sí, pero este conflicto supone una evolución en la forma de ver el mundo de los contendientes. Es decir, más mestizaje y menos "supervivencia del más fuerte".
Guerra espacial estándar. No a esto.
Ya si vamos hacia la ficción especulativa de la space opera clásica, es obligado hablar de esos imperios espaciales, de ese tecnofeudalismo, de esa aristocracia espacial. Imperios conquistadores hasta que los planetas independentistas forman una federación. Es decir, George Washington en el espacio. ¿Dónde estaría aquí el cambio? Pues en que no existirían planetas independentistas porque la forma de ser del imperio del hombre obligaría a que en todos los planetas se reprodujera la sociedad de los planetas "del núcleo". Para que nos entendamos: Arrakis o Tatooine no podrían existir. ¿Supone esto un freno al desarrollo de historias? No, porque tenemos la historia de Roma. El imperio del hombre se puede dividir, puede haber guerra, puede haber una época de decadencia y finalmente un renacimiento. Existe un campo de juego infinito ignorando los conceptos de "Alianza Rebelde" y "Federación de Planetas", tan caros a los oídos de los aficionados a la guerra de la independencia americana.La ONU o los Estados Unidos, según se vea.
¿Y qué ocurre en el futuro muy lejano? El canon estándar nos habla de una humanidad cada vez más civilizada hasta convertirnos en "seres de energía" o alcanzar la inmortalidad en palacios de pinchitos de cristal súper-iluminados. Quienes levantaron la Torre de Babel aprendieron lo que ocurre cuando alguien quiere rivalizar con Dios. Muerte, destrucción y lección aprendida. No tenemos aquí por tanto definido el Objetivo Último de la humanidad y el universo. No estamos predestinados (ojo, otros pueden pensar que sí existe la predestinación y esto puede provocar el conflicto argumental en alguna historia). El hombre es dueño de sus acciones.He hablado de la historia futura, pero la ciencia ficción abarca mucho más, si elegí hablar de este subgénero es porque me resultaba más sencillo comparar el canon estándar anglosajón. El ejercicio ahora sería buscar cánones o reglas estándar en otros subgéneros de la ciencia ficción y ver qué reglas se pueden romper y qué aportes se pueden hacer.
Algo como esto: