Revista Cultura y Ocio
Iniciamos en el blog una serie de entradas que van a describir nuestro viaje, el pasado verano, a Escocia. Antes de nada comentaros que el formato de esta serie de relatos va a ser más informal y personal, una especie de diario con nuestras experiencias. Se trata de diez noches y once días en los que hicimos un pequeño tour por las tierras escocesas. Una aventura maravillosa que quedará para nosotros siempre en nuestra memoria. En este recorrido compartiremos nuestro itinerario con vosotros, así como alojamientos y curiosidades sobre los lugares que visitamos por si os pudiera ayudar.
El viaje lo realizamos en el mes de agosto, un mes poco recomendable climatológicamente hablando ya que, tradicionalmente, si Escocia por si mismo es lluvioso, en ese mes aún lo es más. Nuestra estrella nos acompañó y, milagrosamente, de 11 días llovió 2, el primero durante unas horas, y el penúltimo durante dos horas, una suerte que aún no nos podemos creer.
Fuimos equipados con chubasqueros, polainas, ropa de abrigo… poca falta nos hicieron, pero si optáis por viajar aunque sea verano, llevarlos, porque en nuestro caso, aun siendo un verano de “ensueño”, por las noches todos los alojamientos tenían la calefacción puesta, edredones que parecían nubes de algodón y el tiempo puede cambiar en segundos.
Agosto tiene su vertiente positiva, y es que aparte de celebrarse los juegos tradicionales de las Highlands, en Edimburgo se celebra su famoso festival, que es divertidísimo. Cierto que si visitáis la ciudad en esas fechas, la visita turística será ajetreada y masificada, pero también os llevareis una gratísima experiencia por lo espectacular del festival.
El viaje lo organizamos nosotros, desde Madrid y por internet, con bastantes meses previos (los alojamientos se llenan con facilidad). Comenzamos por elegir los lugares que queríamos visitar, el modo de transporte y los campamentos base en los que pasar la noche para que todo cuadrara. El resultado de esto fue el alquiler de un vehículo y pasar cada noche en destinos diferentes a excepción de tres puntos en los que pernoctamos alguna noche más. Deciros que si viajáis fuera del mes de agosto, dicen que se puede encontrar alojamiento sin reserva previa pero en agosto es complicado. Nosotros llevamos todas las reservas hechas desde aquí.
En este punto, es importante que antes de ir, estudiéis un poco los lugares que os gustaría visitar en función de vuestras preferencias y el tiempo del que dispongáis. Escocia es la tierra de los castillos, siempre hay alguno cerca que, bien por su Historia o por su enclave, resulta atractivo. Ahora bien, si se quiere ahorrar un dinerito hay que informarse acerca de la Explorer Pass. Es una tarjeta que incluye más de 70 monumentos y atracciones visitables. Existen dos tipos de tarjeta: una para 3 días, (válida durante 5), es decir puedes usarla 3 días en un periodo de 5; y la que nosotros cogimos, una de 7 días que puedes usarla en un periodo máximo de 14 días. No todas las atracciones y castillos están incluidos, pero si muchas de las que consideramos imprescindibles, entre ellas el Castillo de Stirling o Castillo de Edimburgo. Echar vuestras cuentas, mirad los días que necesitareis visitar y decidid si os interesa la tarjeta y cuál de las dos opciones os va mejor. La tarjeta se saca en la mayoría de las atracciones visitables, en nuestro caso la primera que visitamos fue el Castillo de Stirling, así que allí abonas el importe, te dan una guía y una especie de cartilla, en la que os irán poniendo el sello en cada una de las atracciones que visitéis. Con esta tarjeta evitareis colas también y tendréis descuentos en audioguías, etc.
Como anticipo os dejamos los puntos en los que pernoctamos en este viaje por tierras escocesas:-Noche 1: Stirling-Noche 2: Oban-Noche 3: Fort William-Noche 4 y 5: Portree (Isla de Skye)-Noche 6 y 7: Inverness-Noche 8 : Stonehaven-Noche 9 y 10: EdimburgoUbicación en Google Maps
Poco a poco iremos dando más recomendaciones. De momento comenzamos como debe ser, por el principio.
Volando a Escocia.
Nuestro vuelo salía muy temprano el primer día. Nos tenía algo preocupados el tema de la llegada al aeropuerto y el coche de alquiler por dos motivos, el primero, las instrucciones que nos enviaron desde la agencia de alquiler resultaban algo “complejas”, un poco al estilo James Bond, nos decían algo así como “buscar teléfono rojo”, “marcar botón grande con #” y comunicar con alguien que nos diría dónde debíamos ir y nos recogerían para llevarnos a la agencia. Y el otro motivo, el propio hecho de conducir por la izquierda. Algo que así, a priori, produce cierta tensión. Para intentar minimizar los efectos confusos de la conducción decidimos alquilar un vehículo automático para poder concentrar la atención en menos cosas.
A la llegada a Edimburgo todo pintaba tal y como esperábamos, no solo llovía, no, el cielo debía estar roto, parecía que tiraban cubos de agua para darnos la bienvenida. Habíamos dejado 37 grados en Madrid para afrontar unos 16 grados húmedos y oscuros en Edimburgo.
Comentaros que tras leer mucho en internet optamos por reservar el coche con Celtic Legend. El precio, comparativamente hablando con otras compañías, era bastante mejor, sobre todo con seguro a todo riesgo, y las opiniones de otros usuarios españoles eran buenas. Cuando comenzamos con la reserva (así como 3 meses antes) había algo que no nos cuadraba mucho, y es que nuestra persona de contacto firmaba como “William Wallace”… Esto es algo así como si un escocés decide reservar coche en una agencia española llamada “Suspiros de España” y firma los escritos como “Rodrigo Diaz de Vivar”. Fuera de estas anécdotas y con la confianza ciega en las recomendaciones de nuestros compatriotas continuamos con la reserva.
Reservando con esta agencia al final acabas alquilando el coche con Arnold Clark, una compañía bastante conocida en la zona. Escogimos el seguro completo sin franquicia, que eso sí, no cubre pinchazos, porque no hay nada que cubra pinchazos. Hay que encomendarse a los Highlanders y pensar… “yo no voy a pinchar” (a nosotros nos ha funcionado).
Retornamos al aeropuerto, nos costó encontrar el teléfono, pero para ser justos, una vez encontrado nos costó aun más entenderlos. Eso no es el clásico inglés, eso tiene un acento “diferente”, que por suerte siempre va acompañado de una gran sonrisa y colaboración. Y es que en Escocia, si algo son (pelirrojos no tanto como nos venden), son muy amables, sonrientes, solícitos y encantadores (no sabemos si tendrá que ver con que no hay quien los entienda).
Dicho lo dicho, al salir, localizar el teléfono, entender la mitad de la información que por suerte era un número qué indicaba en la dársena que nos esperaban, correr por el aeropuerto en busca de la misma y empaparnos, en no más de 5 minutos llegaba un microbús a buscarnos, con otro hombre sonriente y encantador. Venía solo a por nosotros, y en no más de otros 4 minutos nos dejaban en la agencia de alquiler de vehículos donde rellenábamos todos los formularios y pagábamos el importe correspondiente. (Hasta el momento no hubo que hacer ningún pago previo).
Si vais a ir a Escocia con la intención de recorrerla con un vehículo y tenéis GPS, llevároslo. Si no lo tenéis, alquilarlo. De verdad no os planteéis el hecho de “ya encontraré el camino” o “sigo las señales” o… lo que os venga a la cabeza. Os vais a adentrar en otro tipo de conducción, y no lo decimos solo por conducir por la izquierda… Haceros con un GPS con mapas del lugar. De turistas en Escocia a futuros turistas en Escocia os lo recomendamos. Nosotros llevamos GPS con los mapas descargados desde aquí.
Tras esta pequeña introducción con detalles básicos del viaje y la descripción de la llegada a Edimburgo, ya estábamos con el equipaje en el maletero del coche, sentados cada uno en un asiento que no sentíamos que nos correspondía. En el GPS el destino era Stirling y solo había que arrancar…
Comienzan las aventuras por tierras escocesas…
¿Tienes planes hoy?
El viaje lo realizamos en el mes de agosto, un mes poco recomendable climatológicamente hablando ya que, tradicionalmente, si Escocia por si mismo es lluvioso, en ese mes aún lo es más. Nuestra estrella nos acompañó y, milagrosamente, de 11 días llovió 2, el primero durante unas horas, y el penúltimo durante dos horas, una suerte que aún no nos podemos creer.
Fuimos equipados con chubasqueros, polainas, ropa de abrigo… poca falta nos hicieron, pero si optáis por viajar aunque sea verano, llevarlos, porque en nuestro caso, aun siendo un verano de “ensueño”, por las noches todos los alojamientos tenían la calefacción puesta, edredones que parecían nubes de algodón y el tiempo puede cambiar en segundos.
Agosto tiene su vertiente positiva, y es que aparte de celebrarse los juegos tradicionales de las Highlands, en Edimburgo se celebra su famoso festival, que es divertidísimo. Cierto que si visitáis la ciudad en esas fechas, la visita turística será ajetreada y masificada, pero también os llevareis una gratísima experiencia por lo espectacular del festival.
El viaje lo organizamos nosotros, desde Madrid y por internet, con bastantes meses previos (los alojamientos se llenan con facilidad). Comenzamos por elegir los lugares que queríamos visitar, el modo de transporte y los campamentos base en los que pasar la noche para que todo cuadrara. El resultado de esto fue el alquiler de un vehículo y pasar cada noche en destinos diferentes a excepción de tres puntos en los que pernoctamos alguna noche más. Deciros que si viajáis fuera del mes de agosto, dicen que se puede encontrar alojamiento sin reserva previa pero en agosto es complicado. Nosotros llevamos todas las reservas hechas desde aquí.
En este punto, es importante que antes de ir, estudiéis un poco los lugares que os gustaría visitar en función de vuestras preferencias y el tiempo del que dispongáis. Escocia es la tierra de los castillos, siempre hay alguno cerca que, bien por su Historia o por su enclave, resulta atractivo. Ahora bien, si se quiere ahorrar un dinerito hay que informarse acerca de la Explorer Pass. Es una tarjeta que incluye más de 70 monumentos y atracciones visitables. Existen dos tipos de tarjeta: una para 3 días, (válida durante 5), es decir puedes usarla 3 días en un periodo de 5; y la que nosotros cogimos, una de 7 días que puedes usarla en un periodo máximo de 14 días. No todas las atracciones y castillos están incluidos, pero si muchas de las que consideramos imprescindibles, entre ellas el Castillo de Stirling o Castillo de Edimburgo. Echar vuestras cuentas, mirad los días que necesitareis visitar y decidid si os interesa la tarjeta y cuál de las dos opciones os va mejor. La tarjeta se saca en la mayoría de las atracciones visitables, en nuestro caso la primera que visitamos fue el Castillo de Stirling, así que allí abonas el importe, te dan una guía y una especie de cartilla, en la que os irán poniendo el sello en cada una de las atracciones que visitéis. Con esta tarjeta evitareis colas también y tendréis descuentos en audioguías, etc.
Como anticipo os dejamos los puntos en los que pernoctamos en este viaje por tierras escocesas:-Noche 1: Stirling-Noche 2: Oban-Noche 3: Fort William-Noche 4 y 5: Portree (Isla de Skye)-Noche 6 y 7: Inverness-Noche 8 : Stonehaven-Noche 9 y 10: EdimburgoUbicación en Google Maps
Poco a poco iremos dando más recomendaciones. De momento comenzamos como debe ser, por el principio.
Volando a Escocia.
Nuestro vuelo salía muy temprano el primer día. Nos tenía algo preocupados el tema de la llegada al aeropuerto y el coche de alquiler por dos motivos, el primero, las instrucciones que nos enviaron desde la agencia de alquiler resultaban algo “complejas”, un poco al estilo James Bond, nos decían algo así como “buscar teléfono rojo”, “marcar botón grande con #” y comunicar con alguien que nos diría dónde debíamos ir y nos recogerían para llevarnos a la agencia. Y el otro motivo, el propio hecho de conducir por la izquierda. Algo que así, a priori, produce cierta tensión. Para intentar minimizar los efectos confusos de la conducción decidimos alquilar un vehículo automático para poder concentrar la atención en menos cosas.
A la llegada a Edimburgo todo pintaba tal y como esperábamos, no solo llovía, no, el cielo debía estar roto, parecía que tiraban cubos de agua para darnos la bienvenida. Habíamos dejado 37 grados en Madrid para afrontar unos 16 grados húmedos y oscuros en Edimburgo.
Comentaros que tras leer mucho en internet optamos por reservar el coche con Celtic Legend. El precio, comparativamente hablando con otras compañías, era bastante mejor, sobre todo con seguro a todo riesgo, y las opiniones de otros usuarios españoles eran buenas. Cuando comenzamos con la reserva (así como 3 meses antes) había algo que no nos cuadraba mucho, y es que nuestra persona de contacto firmaba como “William Wallace”… Esto es algo así como si un escocés decide reservar coche en una agencia española llamada “Suspiros de España” y firma los escritos como “Rodrigo Diaz de Vivar”. Fuera de estas anécdotas y con la confianza ciega en las recomendaciones de nuestros compatriotas continuamos con la reserva.
Reservando con esta agencia al final acabas alquilando el coche con Arnold Clark, una compañía bastante conocida en la zona. Escogimos el seguro completo sin franquicia, que eso sí, no cubre pinchazos, porque no hay nada que cubra pinchazos. Hay que encomendarse a los Highlanders y pensar… “yo no voy a pinchar” (a nosotros nos ha funcionado).
Retornamos al aeropuerto, nos costó encontrar el teléfono, pero para ser justos, una vez encontrado nos costó aun más entenderlos. Eso no es el clásico inglés, eso tiene un acento “diferente”, que por suerte siempre va acompañado de una gran sonrisa y colaboración. Y es que en Escocia, si algo son (pelirrojos no tanto como nos venden), son muy amables, sonrientes, solícitos y encantadores (no sabemos si tendrá que ver con que no hay quien los entienda).
Dicho lo dicho, al salir, localizar el teléfono, entender la mitad de la información que por suerte era un número qué indicaba en la dársena que nos esperaban, correr por el aeropuerto en busca de la misma y empaparnos, en no más de 5 minutos llegaba un microbús a buscarnos, con otro hombre sonriente y encantador. Venía solo a por nosotros, y en no más de otros 4 minutos nos dejaban en la agencia de alquiler de vehículos donde rellenábamos todos los formularios y pagábamos el importe correspondiente. (Hasta el momento no hubo que hacer ningún pago previo).
Si vais a ir a Escocia con la intención de recorrerla con un vehículo y tenéis GPS, llevároslo. Si no lo tenéis, alquilarlo. De verdad no os planteéis el hecho de “ya encontraré el camino” o “sigo las señales” o… lo que os venga a la cabeza. Os vais a adentrar en otro tipo de conducción, y no lo decimos solo por conducir por la izquierda… Haceros con un GPS con mapas del lugar. De turistas en Escocia a futuros turistas en Escocia os lo recomendamos. Nosotros llevamos GPS con los mapas descargados desde aquí.
Tras esta pequeña introducción con detalles básicos del viaje y la descripción de la llegada a Edimburgo, ya estábamos con el equipaje en el maletero del coche, sentados cada uno en un asiento que no sentíamos que nos correspondía. En el GPS el destino era Stirling y solo había que arrancar…
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