La escritura está muy presente en muchos ejercicios de coaching que tienen como objetivo potenciar la introspección y el autoconocimiento a partir del aquí y el ahora. Con motivo del día de San Valentín, el marketing se convierte en el gran protagonista de los centros comerciales. Del mismo modo, los más románticos preparan sus cartas de amor para el Día de los Enamorados.
No sé cuál es tu situación sentimental, ni tampoco es lo importante en relación con la felicidad ya que lo que de verdad te deseo es que celebres el 14 de febrero y todos los días del año, felizmente enamorado de la vida, sintiendo el gozo de vivir como protagonista de una historia de amor fascinante: aquella que mantienes contigo mismo desde el momento de tu nacimiento. El día de San Valentín es un buen anclaje emocional para revisar el estado de nuestra autoestima. Y para elevar las dosis de amor en tu vida, nada como escribirte una carta de amor.
¿Por qué una carta postal solo puede tener sentido cuando está dirigida a un destinatario distinto? Con motivo del día de San Valentín te invito a sentir el vértigo ante el folio en blanco que sienten muchos escritores e intenta disfrutar de ese espacio de intimidad personal al escribir un texto a mano. Una rutina que ya de por sí, resulta toda una sorpresa para quienes están más que acostumbrados a utilizar de modo habitual el ordenador y el teléfono móvil.
Busca un lugar tranquilo para escribir tu carta, un entorno que te sumerja en una agradable sensación de calma: ¿Qué escenarios de tu vida cotidiana te inspiran luz? Apaga el teléfono móvil y disfruta del arte de enlazar palabras que conectan a través de esa mágica conexión de mente, corazón e intuición.
Siente la plena libertad de plasmar sobre el papel cualquier pensamiento, vivencia, propósitos a corto plazo, nudos que quieres deshacer, sentimientos que han quedado pendientes de expresar, instantes de vida que adquieren otra luz y otro color a través de la expresión escrita, mensajes de gratitud por la amistad, buenos propósitos… Puedes acompañar estos instantes de escritura de buena música de fondo y dejarte envolver por el efecto terapéutico de la música.
Una vez que hayas escrito tu carta, guárdala en un lugar en el que conserves recuerdos emocionales. Anota la fecha en el folio para que cada vez que vuelvas a releer este mensaje, tomes conciencia del día en el que lo escribiste. Ojalá que esta carta de San Valentín sea un buen motivo para comprometerte con tu felicidad, cuidar de ti, quererte de un modo incondicional, crear un autoconcepto positivo de ti mismo, potenciar el optimismo y ver la vida con la perspectiva del vaso medio lleno.
Porque tanto si estás en pareja como si estás soltero, debes recordar que eres un ser humano autónomo e independiente con capacidad de desplegar tus alas y volar, sin que ninguna media naranja venga a rescatarte.
Tú ya eres una naranja entera.
Maite Nicuesa para 3Contigo Coaching.
Coaching personal, profesional y para la salud en Madrid y Figueras.