Revista Psicología
Escritura creativa en Tenerife para incrementar la autoestima de discapacitados psíquicos
Por Mundotlp @MundoTLP
De no ser capaces de hojear tres páginas seguidas a leer obras de Cortázar o Umbral e, incluso, escribir un relato.
Siete personas con discapacidad psíquica han participado en un taller de escritura creativa que, además de disfrutar con la palabra, les ha hecho incrementar su autoestima.Verónica con 42 años nunca había leído un libro hasta que llegó a las clases organizadas por la Sociedad Insular para la Promoción de las Personas con Discapacidad (Sinpromi), en Tenerife, y a partir de ahí, su vida cambió para siempre.Ahora reposan sobre su mesa de noche dos obras, "Los capitanes valientes", una novela de aventuras y aprendizaje de Rudyard Kipling; y "La ola de calor", un texto en el que Richard Castle habla de crímenes e investigación periodística."Jamás había leído un libro ni pensé que me iba a gustar tanto", asegura Verónica en una entrevista a Efe, en la que reconoce que la lectura y la escritura artística, en la que suele hablar de amor y de cosas "bonitas" que le inspiran, se han convertido en una de sus pasiones.Tamara, de 36 años, también se decanta por los temas que tienen que ver con el corazón y con los sentimientos más profundos, razón por la que se siente atraída por la poesía.Esta joven, tímida aunque vivaracha, reconoce que le gustaría seguir los pasos de su abuela, quien ha escrito un libro de poesías que ahora ella lee.Mientras le llega la inspiración para hablar de temas más íntimos, Tamara escribe sobre lo que siente cuando hace natación, una de sus principales aficiones.Virginia, de 27 años, aún no tiene claro cuál es su libro preferido, a pesar de que ha conseguido el premio de mejor lectora de la clase.Después de mucho pensar nombra el libro de Mary Poppins de P. L. Travers, texto en el que se basa la película musical de Walt Disney, uno de los filmes con los que más se ha divertido.Raquel, de 25 años, al contrario que su compañera de pupitre Virginia, prefiere escribir a leer, una afición que tiene desde hace poco pero que le hace crear personajes fantásticos y viajar a mundos desconocidos.Escribe cuentos inventados siempre con finales felices, el último de ellos titulado "La casa en el bosque" trata sobre la historia de un niño que se pierde y un oso lo ayuda a encontrar a su familia.Estas historias son solo el punto de partida ya que el objetivo de estos talleres es encender la chispa de la escritura para que los alumnos se sientan capaces, mejoren en su uso del lenguaje y, sobre todo, se den cuenta de que pueden participar activamente en la sociedad, explica la técnico responsable de la biblioteca de Sinpromi, Esther Pulido.Según la especialista, la lectura, y por consiguiente la escritura, es un elemento fundamental para poder desenvolverse en un mundo en el que hay mucha formación escrita, lo que hace aumentar la autoestima, pues estas personas con discapacidad psíquica ven que pueden valerse por si mismos.También previene de deterioros, señala Esther Pulido, para quien estas clases tienen un efecto terapéutico en los alumnos, ya que muchos de ellos pasan de no haberse leído nunca un libro entero a escribir sus propias historias.Esto hace que se sientan capaces y que, al enfrentarse a un reto, mejoren, indica la especialista, quien explica que el fin último de sus clases es favorecer "un camino abierto" en el que los alumnos puedan caminar y escribir lo que más le apetezca.Además, la lectura enseña a ver los problemas y vivencias desde otros puntos de vista y los libros, además de fuente de inspiración, sirven para mostrar cómo otras personas han visto e imaginado el mundo.Un mundo que para ellos se abre ahora con una nueva afición: la de contar al mundo con sus palabras cómo se sienten cuando se zambullen en una piscina, cuando conocen al amor de su vida o, simplemente, cuando se comen un helado en un día caluroso.http://elmundotlp.blogspot.com/es
Siete personas con discapacidad psíquica han participado en un taller de escritura creativa que, además de disfrutar con la palabra, les ha hecho incrementar su autoestima.Verónica con 42 años nunca había leído un libro hasta que llegó a las clases organizadas por la Sociedad Insular para la Promoción de las Personas con Discapacidad (Sinpromi), en Tenerife, y a partir de ahí, su vida cambió para siempre.Ahora reposan sobre su mesa de noche dos obras, "Los capitanes valientes", una novela de aventuras y aprendizaje de Rudyard Kipling; y "La ola de calor", un texto en el que Richard Castle habla de crímenes e investigación periodística."Jamás había leído un libro ni pensé que me iba a gustar tanto", asegura Verónica en una entrevista a Efe, en la que reconoce que la lectura y la escritura artística, en la que suele hablar de amor y de cosas "bonitas" que le inspiran, se han convertido en una de sus pasiones.Tamara, de 36 años, también se decanta por los temas que tienen que ver con el corazón y con los sentimientos más profundos, razón por la que se siente atraída por la poesía.Esta joven, tímida aunque vivaracha, reconoce que le gustaría seguir los pasos de su abuela, quien ha escrito un libro de poesías que ahora ella lee.Mientras le llega la inspiración para hablar de temas más íntimos, Tamara escribe sobre lo que siente cuando hace natación, una de sus principales aficiones.Virginia, de 27 años, aún no tiene claro cuál es su libro preferido, a pesar de que ha conseguido el premio de mejor lectora de la clase.Después de mucho pensar nombra el libro de Mary Poppins de P. L. Travers, texto en el que se basa la película musical de Walt Disney, uno de los filmes con los que más se ha divertido.Raquel, de 25 años, al contrario que su compañera de pupitre Virginia, prefiere escribir a leer, una afición que tiene desde hace poco pero que le hace crear personajes fantásticos y viajar a mundos desconocidos.Escribe cuentos inventados siempre con finales felices, el último de ellos titulado "La casa en el bosque" trata sobre la historia de un niño que se pierde y un oso lo ayuda a encontrar a su familia.Estas historias son solo el punto de partida ya que el objetivo de estos talleres es encender la chispa de la escritura para que los alumnos se sientan capaces, mejoren en su uso del lenguaje y, sobre todo, se den cuenta de que pueden participar activamente en la sociedad, explica la técnico responsable de la biblioteca de Sinpromi, Esther Pulido.Según la especialista, la lectura, y por consiguiente la escritura, es un elemento fundamental para poder desenvolverse en un mundo en el que hay mucha formación escrita, lo que hace aumentar la autoestima, pues estas personas con discapacidad psíquica ven que pueden valerse por si mismos.También previene de deterioros, señala Esther Pulido, para quien estas clases tienen un efecto terapéutico en los alumnos, ya que muchos de ellos pasan de no haberse leído nunca un libro entero a escribir sus propias historias.Esto hace que se sientan capaces y que, al enfrentarse a un reto, mejoren, indica la especialista, quien explica que el fin último de sus clases es favorecer "un camino abierto" en el que los alumnos puedan caminar y escribir lo que más le apetezca.Además, la lectura enseña a ver los problemas y vivencias desde otros puntos de vista y los libros, además de fuente de inspiración, sirven para mostrar cómo otras personas han visto e imaginado el mundo.Un mundo que para ellos se abre ahora con una nueva afición: la de contar al mundo con sus palabras cómo se sienten cuando se zambullen en una piscina, cuando conocen al amor de su vida o, simplemente, cuando se comen un helado en un día caluroso.http://elmundotlp.blogspot.com/es
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