Hoy hablaremos de la capacidad de escuchar el talento de nuestros hijos y os pondré un ejemplo muy interesante que leí hace algún tiempo.
Lo que más nos gustaría para nuestros hijos es poder inscribirlos en aquella actividad en la que sean talentosos y sobre todo que les guste ‘a ellos’ y si en su defecto no tenemos esta actividad ‘a la mano’ a muchos padres nos gustaría inscribirlos en algo de provecho en donde puedan aprender, cultivar inquietudes y valores para ser mejores hombres y mujeres en el futuro.
Aprovecho el tema del talento infantil para dejaros un extracto de un artículo que leí en el periódico La Vanguardia en una entrevista a Sir Ken Robinson y que me hizo reflexionar sobre el título de este post:
Sobre una niña que había sido un fracaso escolar de ocho años. Incapaz de estar sentada oyendo una explicación…
“¿Una niña hiperactiva?
Aún no se había inventado eso, pero ya se habían inventado los psicólogos, así que la llevaron a uno. Y era bueno: habló con ella a solas cinco minutos; le dejó la radio puesta y fue a buscar a la madre a la sala de espera; juntos espiaron lo que hacía la niña sola en el despacho y… ¡estaba bailando!
Pensando con los pies.
Es lo que le dijo el psicólogo a la madre y así empezó una carrera que llevó a esa niña, Gillian Lynne, al Royal Ballet; a fundar su compañía y a crear la coreografía de Cats o El fantasma de la ópera con Lloyd Webber.
Si hubiera hecho caso a sus notas, hoy sería una frustrada.
Sería cualquier cosa, pero mediocre….”
¿Os parece tan interesante como a mí? yo quería compartirlo con vosotros para que escuchéis a vuestros pequeños, sobre todo en esta primera infancia que ya empiezan a darnos pistas de los gustos y habilidades que tienen, algunos muy visibles desde prontito.
Y tú ya haz identificado el talento de tu peque? yo ya tengo clara el de Mar porque me lo dice a diario ‘quiero ser una princesa, bailarina’ jejeje.
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Podéis leer la entrevista completa en: http://www.lavanguardia.com/lacontra/20101103/54063818455/la-creatividad-se-aprende-igual-que-se-aprende-a-leer.html