Durante el periodo gótico se da una producción escultórica excepcional en Francia, Alemania e Italia. Al igual que en el románico, gran parte se realizó en combinación con la arquitectura religiosa, aunque también se encuentran figuras esculpidas en tumbas, púlpitos y demás mobiliario eclesiástico.
3.10.1 Francia
Estatuas-columna de la catedral de ChartresLos santos del transepto norte de la catedral de Chartres (1132-1240) son estatuas-columnas que, aunque están todavía realizadas bajo la influencia del estilo románico, muestran un carácter tridimensional, mayor que las esculturas de dicho periodo escultórico.La catedral de Chartres es un ejemplo de la evolución del gótico, como puede apreciarse observando sus portadas. La occidental, la más antigua, construida a mediados del siglo XII, contiene figuras rígidas en columnas, con ropajes esquemáticos y expresiones faciales similares, casi indiferenciadas; las portadas posteriores, en las fachadas norte y sur del crucero, muestran una mayor diferenciación en las expresiones y los ropajes, e incluso sugieren movimiento mediante la utilización de la curva gótica con forma de S en el eje del cuerpo. Además, las esculturas de la catedral de Chartres son una verdadera enciclopedia del conocimiento medieval; junto a narraciones bíblicas y escenas de la vida de diversos santos, se representa la astrología, los trabajos según los meses, las artes liberales, las virtudes y los vicios. Grupos escultóricos similares adornan muchas catedrales góticas francesas y, al igual que en Chartres, la identidad de sus escultores nos es desconocida. Sin embargo, conocemos el nombre del escultor flamenco que trabajó en la ciudad de Dijon para el duque de Borgoña, se llamaba Claus Sluter. Entre sus obras se encuentra el Pozo de Moisés (1395-1403, cartuja de Champmol, Dijon) en piedra policromada, que muestra a Moisés y otros profetas. Es una obra única por los detalles realistas de la anatomía, la textura de los ropajes y la gran variedad de rasgos. También conocemos el nombre de una de las primeras mujeres escultoras de la historia del arte occidental, Sabina von Steinbach que en el siglo XIII ayudaba a su padre, constructor de la catedral de Estrasburgo. Fue la autora de las estatuas que personifican a la iglesia y a la sinagoga, ubicadas cerca de la portada sur de la catedral.
3.10.2 Alemania
La escultura gótica muestra en Alemania una intensidad emocional y un expresionismo característicos de la cultura germánica. El grado máximo de patetismo se alcanza en las escenas de la crucifixión y el beso de Judas del coro de la catedral de Naumburg, del siglo XIII. Las representaciones medievales de la Pasión fueron fuente de inspiración para muchos escultores góticos del norte de Europa.3.10.3 Italia
No resulta sorprendente que, dado que los artistas que trabajaban en Italia se hallaban en contacto con obras romanas de la antigüedad, como por ejemplo los sarcófagos, se manifiesten tendencias clásicas en el estilo gótico italiano. A mediados del siglo XIII Nicola Pisano realizó un púlpito en mármol de marcado gusto clásico en sus elementos arquitectónicos y en sus paneles esculpidos para el baptisterio de la catedral de Pisa.3.10.4 España
La escultura en España tendía hacia un severo misticismo lleno de intenso realismo. La escultura de portadas siguió el modelo francés y destacan las puertas del Sarmental y la Coroneña de la catedral de Burgos o la Virgen Blanca en el parteluz de la fachada occidental de la catedral de León.En el siglo XVI la escultura gótica adquirió su carácter más localista y se manifestaba, sobre todo, en retablos y monumentos funerarios. Asimismo, por influencia del arte mudéjar, la escultura exterior de las catedrales se hizo más menuda. En el siglo XV se extendió el arte borgoñón y flamenco por la península Ibérica y destacaron numerosos maestros escultores: Gil de Siloé, Juan Guas y Guillermo Sagrera, entre otros.3.11 Escultura renacentista italiana
Análisis de una escultura renacentistaLa Pietà de Miguel Ángel (1498-1500) resume las novedades escultóricas de sus predecesores durante todo el quattrocento. En este sentido, esta obra muestra un perfecto equilibrio entre las dos figuras y un alto grado de lirismo e idealismo (sobre todo en el rostro de la joven Virgen, que muestra una piadosa resignación). Destaca también el contraste entre las luces y las sombras y el perfecto acabado de la obra.A comienzos del siglo XV en Italia tanto los eruditos como los artistas comenzaron a interesarse por el pasado clásico; esto condujo al renacimiento-resurgimiento de la cultura clásica (véase Renacimiento (arte y arquitectura)). Lorenzo Ghiberti realizó dos puertas de bronce para el baptisterio de Florencia; en ambas resulta evidente su conocimiento de la escultura antigua. La Puerta del Paraíso (1425-1452) también muestra su dominio de las leyes de la perspectiva, que se habían codificado de forma matemática hacía muy poco tiempo. También existía un gran interés por las estatuas exentas de gran tamaño y Ghiberti, Nanni di Banco y Donatello realizaron figuras monumentales de santos, que se emplazaron en los nichos de los muros de Orsanmichele, oratorio de los gremios de Florencia.Donatello fue el escultor más importante de comienzos del renacimiento; sus obras evidencian que no sólo fue un maestro en el arte de la escultura en piedra, sino que también poseía un profundo conocimiento de la psicología humana. Por ejemplo, su San Jorge (c. 1415-1416, realizada para el Orsanmichele, Bargello, Florencia) está representado con armadura, pero en su rostro se trasluce una clara expresión de vulnerabilidad. Más sorprendente aún resulta su innovadora María Magdalena (1454-1455, baptisterio de Florencia), talla en madera dorada y policromada. Aunque de forma habitual se la representa como una joven hermosa con una espléndida cabellera, la Magdalena de Donatello resulta revolucionaria y asombrosa, es una mujer vieja, semidesdentada y demacrada, con un cabello enmarañado que le llega casi hasta los pies.Aparte de los florentinos, el escultor más notable de principios del renacimiento fue Jacopo della Quercia de Siena. Su maestría en la ejecución de desnudos en los relieves en mármol La creación de Adán, La tentación y La expulsión del paraíso (1425-1438) para la portada principal de San Petronio de Bolonia, muestra un gran conocimiento del arte de la antigüedad. Adán aparece con un cuerpo idealizado, musculoso, semejante a las estatuas griegas de dioses y atletas; el cuerpo y la pose de Eva están inspirados en la llamada Venus púdica.El genio máximo de la escultura, no sólo del siglo XVI italiano sino tal vez de todos los tiempos, es Miguel Ángel. Su maestría se manifestó muy pronto, ya que sólo tenía veinte años cuando esculpió la Pietà (1498-1500, basílica de San Pedro, Roma) y el heroico David, primeras esculturas monumentales del renacimiento pleno. Realizó el majestuoso Moisés (c. 1515, San Pietro in Vincoli, Roma) y otras figuras exentas de gran expresividad para la tumba del papa Julio II, proyecto que nunca llegó a terminarse. Durante la década de 1520 cambió de estilo, como queda patente en las tumbas de los Medici (1519-1534), ubicadas en la sacristía Nueva de San Lorenzo de Florencia. Mientras que los primeros desnudos de Miguel Ángel muestran proporciones armoniosas, las figuras alegóricas reclinadas de las tumbas, que representan los cuatro momentos del día, ofrecen una distorsión en los cuerpos y unas poses complejas que indican un alejamiento de los ideales del renacimiento pleno y un anuncio del manierismo. Sus obras posteriores, como otra Pietà (1554-1564, castillo Sforzesco, Milán) son también anticlásicas. De ese modo las últimas esculturas de Miguel Ángel y las de otros artistas del siglo XVI evidencian la evolución hacia nuevas tendencias.En España el renacimiento adquirió unas características particulares debido, en gran parte, al inmovilismo de las tradiciones. Así nació el plateresco cuya manifestación más significativa la encontramos en la fachada de la Universidad de Salamanca, de Juan de Álava. No hay que olvidar a los grandes escultores Alonso Berruguete, Damián Forment y Juan de Juni, que se formaron en Roma y en Florencia.
3.12 Escultura manierista
El manierismo, que convirtió la complejidad, la distorsión y el artificio en virtud, surgió del estilo renacentista tardío.3.12.1 Italia
Entre los escultores manieristas italianos se incluyen Benvenuto Cellini, Francesco Primaticcio y Juan de Bolonia. Cellini es célebre por la realización de un elegante salero en oro y esmalte (1539-1543, Museo de Viena) para Francisco I de Francia, en el que esculpió gráciles figuras desnudas de proporciones alargadas. Primaticcio también trabajó para la corte francesa dentro de un grupo de artistas conocido como la Escuela de Fontainebleau y sus elaboradas esculturas en estuco (c. década de 1540) decoran las principales salas del palacio de Fontainebleau. Juan de Bolonia, originario de Francia, fue el escultor más importante que trabajaba en Florencia a finales del siglo XVI. Entre sus obras se cuenta El rapto de las sabinas (1583, Loggia dei Lanzi, Florencia), grupo escultórico en mármol de proporciones mayores a la humana, interesante desde todos los puntos de vista. Consiste en tres figuras con posturas entrelazadas en una espiral ascendente que son ejemplo del ideal manierista de dramatismo y complejidad de las formas.3.12.2 Francia
Ninfa de la Fuente de los InocentesObra de Jean Goujon realizada entre 1548 y 1549, la fuente de los Inocentes fue construida en la Rue des Fers, en honor de la entrada solemne de Enrique II en París. El relieve muestra una de las seis ninfas que decoraban el monumento. El tratamiento sutil del drapeado refuerza el carácter gracioso y sensual de la figura. Una réplica de la obra se construyó en 1788 en la Place des Innocents, en París.Los mejores escultores que trabajaron en Francia durante el siglo XVI estuvieron influenciados por el manierismo de la Escuela de Fontainebleau. Jean Goujon realizó algunas esculturas para tumbas, pero es más conocido por sus relieves que representan náyades elegantemente ataviadas para la fuente de los Inocentes (1548-1549, Louvre). Otro destacado escultor fue Germain Pilon que también realizó esculturas funerarias. La más impresionante por su realismo y su técnica es la figura de la tumba de Valentina Balbiani (c. 1581, Louvre), en la que representa el deteriorado cadáver en un relieve delicadamente tallado en mármol.
3.12.3 España
El escultor español manierista más destacado fue Alonso Berruguete, cuya influencia se dejó sentir en toda la escultura castellana. Entre sus obras destacan La anunciación y su célebre San Sebastián ambas en el Museo Nacional de Escultura (Valladolid), y la sillería alta de la catedral de Toledo, su obra más virtuosa y pulida.3.13 Escultura barroca y rococó
El barroco, que abarca más o menos el siglo XVII y tiene su origen en Roma, se caracteriza por la intensidad dinámica. La expresión decorativa, más delicada, característica de la primera parte del siglo XVIII, nació en Francia y se conoce como rococó.3.13.1 Italia
Éxtasis de santa Teresa El Éxtasis de santa Teresa, obra realizada en el siglo XVII por el escultor italiano Gian Lorenzo Bernini, constituye uno de los ejemplos más dramáticos de la escultura barroca. Esculpida en mármol, con los rayos de luz y la flecha en bronce, está iluminada por una ventana oculta. Fue realizada para la capilla Cornaro de la iglesia de Santa Maria della Vittoria de Roma.Gian Lorenzo Bernini, pintor, escultor y arquitecto, fue el artista más destacado del barroco italiano. Sus obras expresan un dramatismo y una profundidad emocional acordes con la intensidad espiritual de la Contrarreforma. Se caracterizan también por la interrelación de luces y sombras y por la forma dinámica de plasmar el movimiento. Su Apolo y Dafne (1622-1624, Galería Borghese, Roma), demuestra que también poseía un gran virtuosismo técnico al trabajar el mármol. El David (1623-1624, Galería Borghese) es una de sus primeras obras y contrasta con el David más clásico y contenido de Miguel Ángel, que nos mostraba una figura contemplativa y reservada, antes de su encuentro con Goliat. La versión de Bernini es una figura en pleno movimiento, con la atención fija en el punto donde aparecerá el adversario y el cuerpo contorsionado para efectuar el disparo.Muchas de las esculturas de gran tamaño de Bernini se encuentran en la basílica de San Pedro, para cuya plaza diseñó también la columnata. Entre estas obras se incluye el gigantesco baldaquino de San Pedro (1624-1633) que se halla sobre el altar mayor; la enorme cátedra del Apóstol (silla gestatoria de San Pedro, 1657-1666); varias estatuas monumentales de santos y dos sepulcros papales. Una de sus obras más apreciadas es la ornamentada capilla Cornaro de la iglesia de Santa Maria della Vittoria de Roma, donde se encuentra su espectacular Éxtasis de santa Teresa (1645-1652), grupo escultórico en el que logra la máxima teatralidad y en donde funde lo espiritual y lo sensual de manera inaudita. Entre su abundante producción se incluyen también bustos y varias fuentes escultóricas espléndidas, como la famosa fuente de los Cuatro ríos (1648-1651) de la plaza Navona.
3.13.2 Francia y Alemania
Las alas de MercurioInspirada en una obra del pintor flamenco Jacob Jordaens (1593-1678), la pequeña estatua de Mercurio, en el acto de ajustarse los talares (alas en los talones), permitió al escultor Jean-Baptiste Pigalle su ingreso en la Academia. Realizada en mármol en 1744, la escultura tiene una altura de 59 cm y se encuentra en el Museo del Louvre, París.Los escultores barrocos más sobresalientes de Francia fueron François Girardon, que realizó abundantes esculturas para los jardines del palacio de Versalles, Antoine Coysevox y Pierre Puget. Estos dos últimos, influenciados por Bernini. Las esculturas más notables de Puget son las puertas del ayuntamiento de Tolón y el Milón de Crotona (1671-1683, Louvre), cuya pose en contrapposto junto con su intensa expresividad emotiva constituyen un ejemplo de la estética barroca. Puget influyó en los escultores posteriores del rococó francés del siglo XVIII, Étienne-Maurice Falconet, Jean Baptiste Pigalle y Clodion (Claude Michel).Pedro el Grande Estatua ecuestre en bronce de Étienne-Maurice Falconet que representa al zar de Rusia Pedro I el Grande (1778, San Petersburgo).
Los mejores ejemplos de la teatralidad del rococó en Alemania se encuentran en las ornamentadísimas obras de los hermanos Egid Quirino Asam y Cosme Damian Asam que, además de escultores, eran pintores y arquitectos. Su obra más conocida es la profusa decoración de la iglesia de San Juan Nepomuceno (1733-1746) de Munich.