Ese entrañable lugar donde sirven el croissant y el cappuccino como a ti te gusta. O ese mini bocadillito de jamón y el zumo de naranja.
Ese Bar de la Esquina que puede no estar en una esquina..
Nada más entrar por la puerta, Jota buscaba con la mirada mi periódico para que acompañara mi desayuno. Si tú hablabas, él hablaba. Pero si el día era de esos perros, él te dejaba vivir en tu silencio.
Y siempre sonando música…
Muchos de nosotros tenemos Bares de la Esquina. Los barrios dónde hemos vivido o trabajado, nos han llevado a intimar a la hora del desayuno con unos seres humanos que, desde detrás de una barra, nos ayudan afrontar el día con dignidad.
A cada traslado, y si tienes suerte aparece un Bar de la Esquina. Un lugar agradable. Y si la suerte nos sigue sonriendo, es muy posible que los que allí habitan también sean agradables. Aunque vayamos cambiando de lugar, siempre hay uno de esos establecimientos que pueden ser “Ese Bar de la Esquina”. Sea porque lo viviste en un espacio muy prolongado, o sea porque la experiencia fue corta pero intensa, hay una barra de un Bar de la Esquina a la que te encantaría volver.
Hace unos días, por casualidad, estuve por la zona y volví.
Mi Bar de La Esquina preferido ha cambiado para mejor. Hay más luz y otros cuadros. La historia del local ha ido creciendo y se ha atiborrado de cacharros que le dan más personalidad.
Como siempre, el último descubrimiento musical de Jota se escuchaba por los altavoces. Siempre atento a la música, sin tele (sólo para el fútbol, me comenta). Los dos somos más viejos pero nos hemos reconocido en los que fuimos hace veinte años.
Foto de Anastasiya Badun en Unsplash
En pocos minutos, hemos resumido mucha vida. Al final, todo bien. No he estado mucho tiempo en la barra pero la charla y el excelente café me han hecho salir con el espíritu más liviano.
Si puedes y tienes un Bar de la Esquina preferido del pasado, déjate caer un día. Es posible que las cosas no hayan cambiado (ojalá) y puedas vivir un encuentro afectuoso con los que fueron los responsables de tu desayuno durante tantos años.
Tiene efecto terapéutico.