Hay un rasgo que distingue por encima de los demás a los auténticos ganadores: se sienten cómodos en los momentos comprometidos. En las circunstancias más complicadas, saben resolver la papeleta con una serenidad y naturalidad envidiable fuera de lo común.
La leyenda del tenis, Björn Borg, era famoso por tener hielo en las venas, de hecho su apodo era 'el hombre de hielo'. Cuanto mayor era la presión, mejor jugaba. En una ocasión, Donald Dell, representante de deportistas y autor del fantástico libro Nunca hagas las primera oferta, le preguntó cómo era capaz de mantener aquella frialdad bajo tanta presión. La repuesta del tenista sueco fue contundente:
— Preparación y práctica, práctica y práctica, hasta que la memoria muscular funcione sola.
Quédate con esto último: ...hasta que la memoria muscular funcione sola. Si tienes que pensar, malo. No hay tiempo para pensar, sólo para actuar. El éxito en una negociación, en un debate, en un juego, en un partido o en el ligoteo, están asociados a la agilidad y la fluidez, y precisamente la agilidad y la fluidez sólo la dan la preparación y la práctica. Cuando eres muy bueno en algo, tienes automatizados los movimientos que te permiten actuar de manera rápida e inconsciente, y eso siempre supone una ventaja sobre la parte contraria.
De ello ya hablamos precisamente en el post Un hábito que distingue a los ganadores. Un comportamiento sólo se consolida e interioriza fruto de la repetición fruto de la experiencia. Las acciones puntuales e irregulares no generan consistencia. Un comportamiento está interiorizado cuando eres capaz de actuar sin pensar. Forma parte de ti, es tuyo, te identifica... y para ello hay que haber pegado muchos tiros.
Hace unos días, dejaba una pregunta en mi cuenta de instagram a raíz de una reflexión que decía:
Para ganar, hay que... [concluir la frase].
Mi amiga Xisela Aranda (@Xisela_Aranda), siete veces consecutivas campeona de España de squash y que participó en la presentación en A Coruña de mi libro de Aprendiendo de los mejores (Alienta, 9ª edición) contestaba:
Entrenar y entrenar... y cuando no ganes, entrenar más duro todavía.
Se juega como se entrena, se ha dicho en más de una ocasión. Los ganadores ganan por anticipado, antes de saltar a la cancha. Han hecho los deberes cuando había que hacerlos, y ahora sólo queda ejecutar y rematar la faena.
Lo fácil es dejarse llevar por la pereza, la improvisación y el a ver qué pasa. Sin embargo, la mentalización y la preparación son factores claves que definen el éxito de los ganadores. No es casual que aquí escribiésemos un post titulado El éxito ama la preparación. Allí contábamos la historia de Adrián Mateos, 'el niño prodigio del póker', quien decía:
— Dedico una media de 10 horas al día, entre estudio y trabajo. La parte de estudiar en póker es muy importante. Juega muchísima gente y solo la élite gana dinero. Ese pequeño porcentaje de gente que gana tiene que trabajar y prepararse más que el resto. No hay otro secreto.
Ese pequeño porcentaje, que son los ganadores, es el 5% en todo en esta vida: autores de bestsellers, futbolistas de primera división, inversores de éxito o lo que sea.
Lo mejor de todo es el comentario de Adrián Mateos: no hay otro secreto; trabajar y prepararse más que el resto. La gente no consigue lo que quiere, porque prefiere hacer lo cómodo a lo necesario. Los ganadores hacen lo que debe hacerse; el resto, lo que alivia tensiones.
Y algo que es importante no olvidar:
A 'ganar' se aprende jugando, y sobre todo, perdiendo.
Los ganadores antes de ser ganadores han perdido muchas veces.
Entrenar, practicar, perder, insistir y nunca desistir... Los logros espectaculares siempre van precedidos de una preparación espectacular, y los pasos del éxito, como se recoge en Tu futuro es HOY (Alienta, 2ª edición) son siempre los mismos:
1. Decide en qué quieres ser un referente. Sólo una cosa nada más.
2. Estudia todo lo que puedas sobre lo tuyo. Tienes que saberlo todo acerca tu actividad y estar actualizado.
3. Practica siempre que puedas. A torear se aprende en el ruedo, no desde la barrera.
4. Recibe feed back continuo. Deja el orgullo en casa y busca un coach crítico y exigente que te saque los colores.
5. Nunca pierdas el foco. Si te dispersas sólo serás uno más.
6. Sé flexible por el camino. El trayecto nunca es una línea recta, habrá obstáculos que no esperas.
7. Comprométete con tus resultados. Ganar o morir, no hay otra.
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* Hoy te dejo el artículo Cuando no hay alternativas, la única alternativa es darlo todo, en Sintetia.
* También te dejo una Entrevista en NutreMagazine hablando de desarrollo personal y otros temas.