Esta semana, me han dicho varias veces ¿Qué? ¿Estás de Rodríguez, no? Pues no, no estoy de Rodríguez. Soy una mujer, por lo tanto no existe un término que defina el estado de Rodríguez para mí. Según la RAE ( y es sabido que lo que dice la Real Academia de la Lengua va a misa) :
rodríguez.
(De Rodríguez, apellido).
- 1. m. coloq. Hombre casado que se queda trabajando mientras su familia está fuera, normalmente de veraneo. Anda, está, se queda de rodríguez.
Hombre, no. Trabajando me he quedado, sí. Mi familia NO está de veraneo. ¿Cómo estoy yo? ¿De Rodrígaz? …
En los años 60, en España, el “Estar de Rodríguez” era tal y como lo plantea la RAE pero como son unos señores muy serios, no hablan de la connotación sexual del asunto. El que se quedaba de Rodríguez rompía el yugo de la esclavitud marital, dejaba a la parentela en un apartamentito en la playa y se quedaba en la ciudad, donde pretendía echar unas canitas al aire…Esta es la figura estereotipada de los “Rodríguez” que haberlos los habría ( siempre hay de todo, en todas partes) pero también hubo mucho “Rodríguez” de boquilla. Me dicen que la expresión procede de la película “El cálido verano del Sr. Rodríguez” (1964) protagonizada por el magnífico José Luis López Vázquez ( un gran “Rodríguez”-tipo) pero desconozco si fue primero la gallina o el huevo. También, he oído que la expresión proviene del uso del apellido como un apellido “común” cuando se visitaban las casas de señoras-pintadas-y-que-fuman. Daban este nombre para ocultar la falta. Es como el típico “Smith” de las pelis americanas.
Es una definición de otros tiempos ( creo que la RAE debería poner un 1960-1970, p.e.) aunque la sigamos empleando en los de hoy. Por lo menos, la actitud machista de aquella época, ha evolucionado y “Estar de Rodríguez” pasa a ser un simple concepto de estar solo ( sin pareja, familia, etc.), por unos días ( semanas/ meses). Ya casi no hace falta ser pareja. Puedes estar de Rodríguez de tus compañeros de piso…Sea como sea, todo el mundo entiende que significa la frasecita. Y, como un tic gracioso, siempre cae alguna bromita respecto a la furia sexual que se va a desatar en tu estado de soledad. ; – )
En cualquier caso, es un “tic” como os decía ( y lo aderezaría con un “Perro ladrador, poco mordedor) y la realidad es que , simplemente, estas sólo en un hábitat en el que habitualmente no lo estás. No hay normas de convivencia. Ninguna. No hay horarios ( a excepción de los laborales). Puedes elegir la anarquía en la vida cotidiana.
Sabes que es “temporal”. Ese estado va a caducar y todo volverá a la normalidad por lo que no hay sensación de pérdida. Sí que puedes echar de menos pero se compensa rápidamente. Estás tú y…tus preferencias. Y , aunque no deseas que se alargue más de lo establecido, conviertes tu Rodriguerízmo en un estado amable. Por ejemplo : duermes “en cruz”, toda la cama es para ti. Las cosas del comer, cuando apetecen ( y me pido japonés). La tele, toda tuya. ¿Dormido en el sofá? ¡Qué más da!. Lo dicho : la anarquía que queramos. La nuestra. La de cada uno.
Estos días, he estado de algo que no es Rodríguez. La definición no me define. Deberíamos buscar algo más acorde. Más de estos tiempos… ; – )
¿De Rodríg@z?
NB Musical: Dos “Rodríguez ” de la música.
1) Te doy una canción , Silvio Rodríguez ( he viajado a otros tiempos)
2) Buena Suerte, Los Rodríguez ( sólo de A.Calamaro). Aunque no te guste Calamaro…