Por ese motivo, para seros sincera, cuando recibí la colección de esmaltes de uñas Color Crush de The Body Shop no esperaba mucho de ellos y menos tratándose de esmaltes de uñas. Pero... ¡nunca se debe subestimar a una marca!
Esta colección de esmaltes de uñas se compone de 24 tonos inspirados en los colores de la naturaleza, hay colores para todos los gustos, desde los más sugerentes a los tonos más naturales. Su packaging también es sencillo, bote de cristal con tapón plateado junto al logo de la firma. Con una cantidad de 6,8 ml, bastante bien para mi gusto.
De izquierda a derecha, mi adorado quitaesmalte y los Color Crush en tonos 130 Red My Mind, 520 Hemp Over Heals, 330 Rosy Cheeks, 640 Mint Cream y 510 The Body Shop Green.
Junto con los esmaltes también he podido probar el quitaesmalte de almendras dulces, este quitaesmalte me tiene completamente enamorada, hasta ahora no había probado nada igual, os lo recomiendo totalmente, su precio es de 7 euros el bote de 100 ml. y os puedo asegurar que cunde bastante. De hecho, con solo impregnar un algodón he sido capaz que quitarme el esmalte de las uñas de ambas manos, cosa que con otros quitesmaltes (con acetona) me parece una tarea imposible usando poca cantidad.
Otra cosa que resaltaría de él es su composición, no contiene acetona, además, gracias al aceite de almendras dulces acondiciona las uñas. Notarás tanto uñas como cutículas muy suaves e hidratadas. Atrás quedó eso de dejarte las uñas resecas, blanquecinas con unas cutículas duras y tirantes.
Yo por el momento no creo que recurra a ningún otro quitaesmalte y cuando acabe este lo repondré por otro igual, porque merece la pena el resultado para el cuidado y la salud de las uñas.
Los esmaltes de uñas Color Crush, como os decía no esperaba mucho de ellos y ¡funcionan de maravilla! Para empezar deciros que son 5 Free, os confieso que a la hora de elegir esmaltes de uñas nunca tomo en cuenta este dato, pero para las que sí lo hacéis deciros que no contiene ingredientes agresivos como son el alcanfor, tolueno, formaldehído y ftalato de dibutilo. Unos esmaltes totalmente aptos para veganos y vegetarianos.
Un dato curioso es que cuando abrí un bote de estos esmaltes, mi perrita Yorkshire, que es bastante exquisita en cuanto olores, y que suele huir de los esmaltes como si viese al mismísimo diablo, supongo que es por el fuerte olor y los componentes (los animales son bastantes sabios), con estos esmaltes veganos ni se dio cuenta de que me estaba pintando las uñas ¡prueba superada!
Cubre la uña bastante bien, con dos capas es más que suficiente para lucir una manicura perfecta. En cuanto a durabilidad, el esmalte ha permanecido en la uña unos cuatro días intacto, además tiene un bonito acabado con mucho brillo. El pincel también está bastante bien aunque me he ido acostumbrando a los pinceles más anchos y en este caso lo he echado un poco de menos.
Por cierto el precio de cada esmalte es de 7 euros, un precio más que razonable para estos esmaltes de uñas, además, de forma puntual con las promociones en The Body Shop, también podéis conseguirlos a un mejor precio.
Otro de los artículos es una herramienta para decorar tus uñas. Gracias a esta herramienta de decoración con la parte fina puedes crear fácilmente puntitos o líneas, por el otro extremo puedes usarlo para hacer dibujos en las uñas. Yo, posiblemente, algún día me atreva con algún diseño, aunque como siempre no creo me salga nada porque el dibujo no es lo mío. Soy una renegada para todo lo que al nail art se refiere.
Su precio es de 5 euros, un precio bastante ajustado para una herramienta que te puede durar eternamente ¿no crees? Además he visto fotos por internet de chicas que le han sacado bastante partido para hacer divertidos dibujos en las uñas.